Capítulo 38
GILLIAN.
Ya ha pasado una semana desde que Maxim compro el edifico donde vive Beth y yo actualmente. Creo que todo ha mejorado, es como si el incidente que causo Clarise solo hubiera sido un borrón en nuestras vidas, aún estoy recelosa pero esos pensamientos negativos cambian cuando recibo mi ramo de rosas de color rosa como todas las mañanas desde que le di otra oportunidad, es una costumbre que Maxim ha adquirido al principio le dije que parara, o sino todo el departamento iba a parecer un florería, pero no paro, solo redujo un poco la cantidad, así que hay muchas flores por aquí, a Beth no parece importarle mucho por lo mismo trato de no preocuparme tanto.
Estoy por salir rumbo al lugar de Tim, le pedí volver al trabajo, ya que no tenía idea de donde conseguir un nuevo trabajo y él no se negó, aunque ya no tengo los dos turnos del coffee delights, el comparto con Víctor, que después de todo es un buen tipo.
En este momento suena mi celular y cuando veo que es Maxim, no quiero contestarle, siempre que me llama me dice algo que me derrite más y más, y ciento que muy pronto voy a ceder totalmente a él.
Pero se me es raro que me marque, hace tres días me dijo que iba a empezar a ir a su empresa como antes, eso me lleno de felicidad, por él, pero no se lo demostré tanto.
—¿Si?... En que puedo ayudarte, justo ahora no tengo tiempo—
—¿Estas muy ocupada?—
—No, pero voy para el trabajo. —
—Eso está bien, sal, estoy fuera… yo te llevo, tengo algo que decirte. —
—Está bien. — después de mi respuesta corta la llamada, ahora que querrá, no me dejo decirle nada más.
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Maxim
Estoy dentro de mi auto esperando por Gillian, cuando la veo salir y dirigirse a mi auto, suspiro, se ve malditamente hermosa. Me apresuro a salir del coche para abrirle la puerta. Ella me ve y me saluda con un pequeño “Hola” que apenas escucho, eso me hace sonreírle, por alguna razón me encanta que sea tímida conmigo, quizá porque eso significa que mi presencia la afecta… de una manera positiva, cuando la tengo dentro del auto, me encamino rápidamente al lado del conductor, para poder subirme, y ponernos en camino a el lugar donde trabaja. No me gusta mucho la idea de que mi mujer trabaje, pero tampoco es momento de discutir eso, al menos el lugar donde esta es un lugar bueno, al igual que el dueño, en cierta manera me tranquiliza.
—¿Y que me querías decir? — me ve de reojo y yo le sonrió
— Mas bien es una propuesta, la empresa está organizando un baile para festejar que nos fue muy bien en el negocio con los japoneses, y es muy importante que los directivos vayan, y yo soy uno, también tienen que lleven a alguien con ellos. — se queda viendo hacia el frente viendo las calles pasar, hasta que la comprensión llega a ella.
—¿Quieres que vaya contigo a ese baile?—
—Si… así es. —
—No sé si sea una buena idea Maxim… creo que, no puedo aceptar. —
—¿Por qué?—
—Bueno… porque lo nuestro aún está a prueba y creo que ir contigo a ese baile va a ser contraproducente. —
—Explícate. —
—Puede adelantar las cosas de las decisiones que tome respecto a nuestra relación. —
—Bueno o malo. —
—No lo sé… pero no voy a ir contigo... lo siento. —
—Perfecto… entonces yo tampoco iré. —
—¿Porque?, no dijiste que era muy importante que fueras. —
—Sí, pero si no es contigo no voy a ir, eres la única que me da confianza para ir a lugares con muchas personas. — no me dice nada, solo me ve, pasa un rato en el que solo está pensando hasta que suspira y me ve con una mirada, entre divertida y sarcástica, eso es bueno.
—Tu… Maxim Carter… estas usando un meto de chantaje, y no vas a lograr que vaya contigo. —
—No es chantaje cuando digo la verdad. —
—A parte no tengo un vestido adecuado para ir a un evento como ese. — me dice como si esa fuera una maldita buena excusa para mí.
—Por favor no pongas esa escusa, si lo quisieras te podría dar toda una boutique de renombre. —
—Pero yo no quiero eso. — a pesar de que trata de sonar seria, me da una sonrisa, pero la quita de inmediato, mientras ve hacia el frente en la calle
—¿Qué pasa?—
—Tim está discutiendo con unas personas. — cuando pongo más atención veo que ya casi llegamos a la cafetería donde trabaja, y efectivamente, su jefe está discutiendo con lo que parece ser cobradores de banco, con esos trajes y esos maletines que traen en las manos.
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GILLIAN.
Cuando Maxim estaciono, rápidamente me bajo de su coche, y me acerco a Tim.
—No pueden hacer esto, ya que pedí un amparo. — le dijo Tim a los dos hombres que estaban con él
—Lo sabemos señor, pero lamentablemente esa petición no fue aceptada. —
—Pero me tenían que avisar con tiempo. —
—Se le ha estado notificando desde hace dos meses señor. — le dijo el otro hombre
—¿Que pasa, Tim? — le pregunto cuando llego a su lado
—Me están embargando la cafetería Gil. —
—¿Qué?, ¿por qué?—
—Pedí un préstamo a el banco, porque estaba muy mal económicamente… me estoy recuperando, pero no tan rápido como me gustaría, y no me dieron el amparo, y… ahora no sé qué hacer Gil. — en ese momento rompe a llorar, nunca lo había visto así, pero es comprensible, ya que está a punto de perder el lugar que representa tanto para él.
—Lo siento, Tim, si puedo ayudarte, dímelo. — no tenía mucho ahorrado pero si eso lo ayuda se lo daré con mucho gusto, él me ha apoyado mucho
—No, Gil, el préstamo que pedí es de cincuenta mil dólares, tenía más deudas, eran pequeñas, y quería sacarlas primero, arregles cosas en la cafetería… aparte los intereses que se han generado… todo está mal. —