Capítulo 40
Maxim
Arnold nos trajo al hospital más cercano, y en el camino le hable a Ryan y le conté todo lo que paso, me dijo que no me preocupara por nada relacionado con los inversionistas que él se hacía cargo, ni siquiera me acordaba de eso. Mientras estoy en la sala de espera del hospital con Arnold, no puedo dejar de preocuparme, me da miedo que algo malo le pase a Gillian, pero me calmo y trato de convencerme de que solo se desmallo por la presión de todo lo que estaba pasando.
—Señor Carter. — me dice una enfermera
— Si. —
La señorita Morgan está bien, aun no despierta pero no tardara en hacerlo. Como no conocemos el porqué de su desmayo se le mandaron a hacer algunos estudios y en unas horas se sabrá el motivo, su esguince no es algo complicado, solo es cuestión de hacer que la inflamación baje, y ya se le está dando medicamento para eso, si gusta verla está en la habitación 39F por el pasillo a la izquierda, eso es todo, con permiso señor. —
—Gracias…… te puedes ir ya Arnold, me voy a quedar con Gillian. —
—Está bien, si necesita algo, me llama sin importar la hora. —
—Está bien. —
Sin más voy camino a el cuarto que se le asigno, cuando lo abro la veo acostada y con suero conectado, me duele verla así, también veo una silla y voy a sentarme ahí, solo espero que despierte pronto, aunque la enfermera me dijo que taba bien, yo quiero escuchar de su boca como se siente.
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GILLIAN
Cuando la conciencia llega a mi, se enseguida se que no estoy en el departamento de Beth, hay un olor raro y un sonido pequeño, cuando abro los ojos veo que estoy en un cuarto de hospital, y ya es de día, porque puedo ver la luz del sol que se filtra por las ventanas. El ruido que escuche es de un monitor al que estoy conectada, y recorriendo la habitación con la vista visualizo a Maxim dormido en una silla en una posición que se ve muy incómoda, también me doy cuenta de que el tobillo me sigue doliendo, aunque no igual. No sé que paso, creo que me desmaye, pero nunca me había desmayado antes así que no lo sé con certeza.
Cunado trato de enderezarme, me da un mareo terrible, mismo que hace que de un gemido el cual despierta a Maxim. Cuando abre sus ojos lo veo cansado y con lo que pueden ser ojeras, creo que no ha dormido nada en toda la noche.
—Gillian, nena, como te sientes… no te muevas mucho. — tan rápido como se levantó de la silla llegó a mi.
—¿Que paso anoche?.. Solo recuerdo, que tú le estabas pegando al guardia y que intente llegar a ti, pero después todo se volvió negro. —
—Tranquila, solo te desmayaste, y además tienes un esguince. — parecía molestó cuando lo dijo.
—¿Que paso con el guardia… … y el bailé?—
—Nada de eso tiene importancia, está bien, solo quiero que tú estés bien, voy a llamar a el médico. — No estaba del todo convencida, ya que sé que mínimo lo del guardia de seguridad puede ser un problema, pero no quiero insistir, siento que está muy cansado.
—Está bien. — le dije volviéndome a acostar en la cama, de repente algo muy importante se me viene a la cabeza. —Por cierto, le dijiste a Beth, sobre esto. — le digo un tanto alterada.
—No… perdón nena, no se me pasó por la cabeza, quieres que le avise, o prefieres llamarla tú. — no se, pero lo notaba distinto.
—Yo lo hago, no me siento del todo mal, creo que puedo hacer una llamada, solo tengo que encontrar mi celular o dónde lo deje, apuesto que sigue en el auto. — trate de sonar despreocupada, mínimo para aminorar el ambiente que se sentía raro, pero no funcionó. Maxim saca su celular y me lo paso.
—Arnold se fue, y también se llevó tu bolsa, en ese momento no me preocupe por eso, así que ten mi celular y llama a Beth, voy por el médico. — cuando me entrega el celular también se acerca a darme un beso en la frente. Ese pequeño acto hizo que mi corazón se acelerará, realmente lo amo.
Cuando veo que sale por la puerta, rápidamente marco el número de Beth, espero que conteste. Tarda unos segundos es tomar la llamada.
—¿Hola?—
—Oh, Beth soy yo, Gillian, te estoy marcando desde el teléfono de Maxim. —
—Vaya, vaya, con que si… cuando era la 1:00am y no llegabas y no contestabas tu teléfono, me rendí, y me fui a dormir, ahora dime qué tanto hiciste con Maxim, y ¿por qué me marcas de su celular?—
—En realidad no es nada de lo que te imaginas, … pasaron un par de cosas y estoy en una habitación de hospital. —
—¿QUE?... ¿PERO POR QUE? — solo escucho sus gritos y puedo notar su angustia genuina.
—Estoy bien, cálmate, no tienes porque gritar, no es nada grave. —
—Nada grave, enserio, y si no es nada grave, porque tuviste que pasar la noche en un hospital…. Ese Maxim, no te sabe cuidar, cuando lo vea…—
—Espera, Maxim, no tuvo nada que ver, está bien, solo me torcí el tobillo y me causó un esguince y me desmaye, pero ya estoy bien. —
—Haber, quiero que me expliques porque, te oyes tan relajada, sabes un desmayo puede ser peligroso y ese esguince que dices que tienes también, dios mío, Gil, cuéntame todo. —
—Realmente es algo largo de contar, pero te daré una versión resumida, cuando llegue, no puede entrar porque los guardias me pedían invitación, misma que no tenía por lo que no podía entrar, entonces, ya sabes cómo soy, intente entrar por la fuerza y uno de ellos me agarro del brazo para detenerme y después perdí el equilibrio, y me caí torciéndome el tobillo, después llegó Maxim y las cosas se salieron de control y me desmaye, y aquí estoy, no hace mucho que desperté de hecho. —
—Cuando dices que las cosas se salieron de control, ¿aquel te refieres?—
—Maxim empezó a golpear al guardia que hizo que me cayera. —
—Oh mi dios, y que más…. —