Capítulo 41 (final)
Gillian.
Maxim con mucha dificultad llevó a Arnold al sillón de la sala, yo por mi parte estaba en estado de shock. La idea de tener un bebé me emocionaba mucho, pero nunca pensé que sería tan repentinamente, pero el hecho de que Maxim y yo vayamos a tener un bebé me hace muy feliz. Pero esos pensamientos felices son remplazados por otros no tanto. Cuando Maxim vuelve a la cocina me mira y yo también solo puedo mirarlo.
—No hice esto a propósito. — es lo primero que sale de mi boca.
—¿Qué?.. De que hablas. —
—No me embarace a propósito, para atarte o por dinero. —
—Nunca pensaría eso, y si ese fuera el caso, el que lo hizo para atarte fui yo. —
—Pero… no estás enojado. —
—No, no sé cómo me siento, pero sé que no estoy para nada enojado, ciento sentimientos que van más allá de la felicidad, después… de mi accidente, nunca creí que esto pudiera pasar, pero desde que llegaste a mi vida, todo ha ido mejorando, es como si estuviera destinado a ser de esta forma. —
—Yo tampoco creí que encontraría a alguien con quién formaría un familiar. —
—Te amo. — esas dos simples palabras me llenaron de tanta felicidad.
—Yo también te amo. — nos hubiéramos besado, pero escuchamos un fuerte quejido que provenía de la sala, al parecer Arnold había despertado.
—Voy a ver cómo está. — me dice Maxim, y sale de la cocina, esta vez no me espero y agarró las muletas que están a mi lado y lo sigo.
Cuando lo alcanzó veo a Arnold que está sentado y un poco pálido.
—¿Estás bien? — le pregunta Maxim
—Si…. — pero su voz se quiebra y salen unas lágrimas de sus ojos, mira a Maxim y luego sus ojos pasan a mirarme a mí. — ¡Gil!.. ¿Que haces de pie? — me dice y se pone de pie muy rápido y se acerca a mí, me ayuda a sentarme en el sillón más cercano y veo a Maxim que también lo está viendo.
—Mmmm…. Arnold, te acabas de desmayar y ¿tú, te preocupas por mi?—
—Cómo no me voy a preocupar por ti, si ahora sé que tienes una personita en tu interior. — cuando terminó de decir eso, ya no pudo y empezó a llorar. —Yo… yo nunca creí… que fuera a vivir…. Para ver este día. — sin más me abraza y yo le correspondo el abrazo, después de esto y aún con lágrima en los ojos, se voltea a ver a Maxim y lo abraza, yo tampoco creí ver este lado de Arnold nunca.
—Arnold, tranquilízate. — le dice Maxim un poco incómodo, pero también parece feliz.
—Lo siento mi señor pero no puedo, me siento muy feliz por ustedes, esto es algo sorprendente. — le dice aun abrazándolo
—Lo sé, pero tranquilízate, esto es algo vergonzoso. —
—Yo he estado, con usted prácticamente desde que nació, y esto es algo que no puedo evitar que me emocioné… lo siento mi señor. — esta vez se separa y voltea a verme y me sonríe. —Yo, voy a el baño, permiso. — sin más se va directo a el baño.
—Creo que está muy feliz. — me dice Maxim, que se sienta a mi lado.
—Si…—
—¿Que tienes?, te escuchas rara. —
—Bueno no siempre te enteras de repente que vas a tener un bebé… dios nunca se me pasó por la mente. —
—Te das cuenta que ahora me has dado un motivo más para amarte. —
—Y ahora que vamos aremos. —
—Bueno… hay que casarnos. —
—Ok, ya dejamos en claro que nos amamos, y vamos a tener un bebé, pero… casarnos… no crees que es muy presionado. —
—Claro que no…. Antes de que pasara lo de Clarise y su intentó de separarnos, yo ya estaba pensando en una vida contigo, así que esto no es mas que una forma de apresurar las cosas. —
—Si, pero, dios… siento que todo es muy rápido. —
—Solo di que si te casarás conmigo. — me mira directo a los ojos y puedo ver una inmensa felicidad.
—Si. — no lo pensé mucho, ya no quería seguir retrasando lo que sabía que tarde o temprano iba a pasar.
—Bien…. En cuanto tiempo te quiere casar, mmmm …. mañana, pasado mañana o en una semana. —
—Que… no, solo me voy casar una vez, no quiero que sea algo apresurado. —
—Eso es verdad. —
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Una semana después.
Estos últimos días han sido muy alborotados, a este punto ya no uso las muletas y ya camino más o menos bien. El día que nos enteramos de que íbamos a tener un bebé fue muy agotador para mí… cuando le conté a Beth, vino al departamentos de Maxim, era la primera vez que venía, y no me dijo nada cuando le dije que nos íbamos a casar, de hecho me apoyo y me dijo que me iba a enviar mis cosas, pero le dije que no, que aún no. También amenazo a Maxim con dejarlo sin descendencia futura si me hacía algo a mí o a el bebé.
Después se acordó que la boda sería dentro de tres meses, ya que yo no quiero algo grande ni ostentó, solo va a ser la familia y amigos más cercanos, de mi lado no serán muchas personas. Pero eso no importa.
Ahora mismo estoy en una prestigiosa tienda de vestidos de novia. Mi vestido ya lo elegí, creo que desde siempre tuve una idea de cómo quiera ir vestida el día de mi boda, ahora mismo están tomando medidas, arriesgándonos a qué en estos meses mi pequeño o pequeña no crezca tanto.
—Wow, te vas a ver hermosa ese día. — me dice Beth, hoy aprovechamos a venir ya que es su día libre y no quiero que tenga problemas por mi culpa.
—Gracias. —
—Pero no crees que elegiste muy rápido el vestido. —
—Nop… en cuanto vi este vestido supe que sería con este con el que me casaría. — era un vestido muy hermosa, párese sencillo, pero la verdad tiene muchos detalles de encaje y piedrecitas muy brillantes, es de manga larga y cuello largo, con cintura alta, realmente es hermoso.
—Y una novia no debe de ignorar ese presentimiento. — dice la modista que me está tomando las medidas. —Dices que para la boda faltan 3 meses ¿verdad?—