Corazón Equivocado

Prólogo

Ava

La película estaba en la mejor parte, justo cuando iban a atrapar al ladrón de joyas llamaron a la puerta y tuve que pararme. Imaginé que era el repartidor de pizzas así que llevé una tarjeta para para pero al abrir era mi mamá.
—Bienvenida —dije al darle un beso en la mejilla—. ¿Olvidaste tus llaves?
—No pero me encontré al repartidor de pizzas abajo y decidí traerlas yo misma. Como abrirías rápido no me molesté en buscarla.
Caminó hasta la sala y dejó la caja encima de una mesita.
—Tu reunión terminó temprano.
—Sí. ¿ya Almorzaste?
—No. La pizza aún no llegaba.
—Ava, que te he dicho de eso.
—Está bien mamá, es solo la tercera vez que lo hago en esta semana.
—El estar de vacaciones no debería ser la excusa de consumir comida chatarra a todas horas.
—Lo tendré en cuenta pero no te enojes. Ya que llegaste temprano podremos pasar la tarde juntas.
—Está bien. Me voy a cambiar de ropa y enseguida regreso.
—Te espero.
La vi alejarse con su traje ejecutivo y altos tacones. La admiraba mucho, además de excelente madre era muy exitosa en su trabajo.
—Mamá, la pizza se enfría.
—Ya voy.
Regresó con ropa más cómoda y se sentó conmigo en el sofá.
—La película que estaba viendo se terminó. ¿Cuál quieres ver ahora?
—Titanic.
—La vimos hace 4 meses.
—¿Ah sí? No lo recuerdo. Bueno ya hace mucho tiempo de eso.
—Mamá las 2 terminaremos llorando.
—Pero valdrá la pena.
—Pues está bien, Di Caprio de nuevo en nuestras pantallas.
Nos pusimos a ver la película acompañada de la deliciosa pizza. Antes de que Jack muriera mi mamá quitó la peli.
—Sabía que la quitarías, podíamos haber escogido una comedia.
—No, no lo hice por eso.
—¿Entonces por qué?
—La Junta Directiva en la reunión de hoy tomó una desición. Me eligieron para un proyecto el cual quieren que supervice como ingeniera.
—Eso es estupendo mamá, felicidades —le di un abrazo.
—Sí, es muy bueno pero aún no termino.
—¿Qué te preocupa?
—Este proyecto será en Dinamarca. Se planea que en 2 meses la obra estará terminada pero yo solo estaré con ellos 1 mes.
—¿Tienes que irte?
—Soy la única que puede encargarse de la primera parte, del resto se encargará otro de mis compañeros cuando termine el proyecto en que está trabajando.
—Lo entiendo. No tienes que preocuparte, yo podré cuidar de mi en ese tiempo.
—No podré irme tranquila si te dejo sola.
—¿Qué me podría suceder?
—No quiero ni pensar en eso.
—Vamos mamá. Ya planeé cada día con mis amigas, serán unas vacaciones estupendas.
—Lo siento por eso cariño pero no tengo otra alternativa.
—¿A donde iré entonces?
—El tío Louis desea una visita.
—¿Miami?
—Siiii. ¿Qué te parece?
—No quiero ir, tengo deseos de ver al tío pero no quiero ir hasta allá.
—Sé por qué lo dices pero si no quieres hacer esa otra visita no tienes que hacerlo —tomó mi mano entre las suyas y la apretó—, con que te quedes con el tío es suficiente.
—El tío no sale de su restaurant, me aburriré mucho. ¿No hay posibilidades que me vaya para Carolina?
—No.
—Estaré bien quedándome con mi prima, la extraño mucho.
—Sí tienes tantos deseos de verla entonces ve a Miami.
—Está allá.
—Genial.
—Todo estaba bien planeado.
—No, solo fue una coincidencia. No tuve nada que ver.
—La desición no me hace muy feliz pero lo haré todo por ti.
—Gracias querida por entenderlo.
—¿Cuándo tienes que irte?
—En 3 días.
—¿Tan pronto!
—Sí.
—¿Puedo quedarme hasta el último día contigo?
—Claro cariño, ese día iremos juntas al aeropuerto aunque tomaremos destinos diferentes.
—Espero que sea una experiencia muy emocionante. Volverás antes de que comience las clases ¿verdad?
—Lo prometo.
Mi mamá siempre cumplía sus promesas así que me quedé tranquila esperando que el destino me reservara lo mejor en ese viaje con destino a Miami.




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