Corazón Equivocado

Capítulo 10 "Era un buen plan"

Ava


Recogí mi cabello castaño en una cola alta y me vestí con algo casual. Harold me había enviado un mensaje, quería que nos encontraramos. No sabía si asistir. Lo que me quisiera decir podíamos hablarlo por teléfono.
—¿Me acompañarás?
—Él quiere verte a ti Ava.
—Por qué lo dices. Además tiene novia.
—Que se hayan besado no quiere decir que estén saliendo querida.
—Ok. Eso no tiene que importarme. Intentaré regresar rápido.
Salí de la casa rumbo al parque. 


Harold


—Ava quieres ir a dar una vuelta —dije—, no eso suena patético. No mejor, Ava ¿quieres salir a tomar algo?
Todas mis palabras sonaban patéticas en voz alta. No tardaría en llegar y no tenía ni idea de que decirle.
—Me siento atraído por tí —saqué todo el aire—. Qué pasa contigo Harold. Como si no hubieras salido con otras chicas antes. Cálmate o harás el ridículo.
—¿Harold?
Al darme vuelta me encontré con los hermosos ojos marrones de Ava que me miraban con curiosidad o mejor como si hubiera perdido la cabeza. Genial.
—Ahora hablas solo —dijo y sonrió.
—Solo cantaba —intenté justificarme.
—Ok. ¿Tenías algo que decime?
—Sí, verás yo... 
Mi teléfono comenzó a sonar.
—Deberías de contestar, puede ser importante.
Era Elsy otra vez.
Será que nunca me dejará en paz, pensé.
—No te preocupes, tu eres prioridad.
—Jaja. Pues gracias.
Por supuesto que no lo tomó en serio.
—Entonces quería disculparme, por lo que sucedió en la playa, Marlon te hizo sentir incómoda y no dije nada.
—No te preocupes. Sé que él es así. 
—En realidad quería decirte que si me hubiese gustado terminar el juego.
Era el momento, se mostraba asombrada y decidí aprovechar la ocasión para acercarme.


Ava
Mi estómago se encogió cuando volvimos a estar tan cerca y por más que me costara decirlo en voz alta, Harold era muy guapo. Cerró sus ojos claros y en cuanto sus labios rozaron los míos no lo detuve, quería ese beso. Una de sus manos sostuvo mi cabeza mientras la otra fue a la cintura. Nuestros labios comenzaban a conocerse y nos estaba gustando. 
El claxon de un auto sonó varias veces. Me asusté un poco pensando que era mi tío pero no resultó ser él. Una chica bajó del auto. Era la misma que lo besaba en la playa. Él solo quería jugar conmigo, como pude caer.
—No está bien —le dije.
—Yo lo siento... —dijo.
—No deberías de besar a una chica distinta todos los días.
—¿Qué? Yo no...
—No me debes explicaciones. Después de todo somos solo amigos.
—Espera... —me dijo.
—Hola Harold —la chica llegó hasta donde estábamos.
—Que quieres Elsy.
—Aún tenemos asuntos pendientes —dijo enrollando un mechón de cabello en su dedo.
—No lo creo. Es hora de que lo olvides, no formas parte de mi presente. En mi vida hay alguien más.
Entrelazó nuestras manos. Y la chica solo sonrió al vernos.
—Ya veo. Aún así... espero que nos volvamos a encontrar en el mismo camino.
Después de guiñarle se fue.
—Ava tu eres...
—No es el momento, Harold.
Al llegar a la casa no le conté nada a Khate solo le dije que se le había ocurrido algo para el plan.
                                                                                    
Una semana después.


Salimos en la tarde hacia un restaurante, el tío dijo que nos tenía una sorpresa.
—Papá no nos dirás de que se trata.
—Espera un poco más —dijo—, nosotros hemos esperado mucho.
—¿Nosotros? —preguntó Khate intrigada.
—Khate querida. Siempre serás la niña de mis ojos y el mayor espacio de mi corazón siempre será tuyo.
—Lo sé papá —frunció el ceño porque seguía sin entender a que se refería el tío. 
—¿Tío estás bien? —pregunté.
—Sí. Es solo que quiero presentarles a alguien muy especial.
—Buenas noches —esa voz la conocíamos.
Al mirar hacia el lado vimos a la señora Rosmary, elegante como siempre. El tío se puso de pie y agarró su mano. Nos quedamos en shock, acaso era un sueño o nuestros planes dieron resultado después de todo.
—Rosmary y yo... estamos saliendo.
Khate solo los miraba hasta que le dio un ataque de risa. Nos quedamos mirándola con el ceño fruncido.
—Katherine ¿qué sucede? —preguntó el tío.
Ella se calmó un poco y se puso de pie para abrazarlos.
—Mis felicitaciones. Es que no lo esperaba —dijo.
—Gracias —respondió el tío.
—Nos hace muy feliz tu aprobación —agregó Rosmary.
Cuando se sentaron también los felicité.
—Y desde cuando están saliendo —preguntó Khate.
Los dos se miraron.
—Pues unos meses antes de que llegaras, pensé que la idea no te gustaría —explicó el tío.
—¿Y qué te hizo cambiar de opinión?
—Cuando hablé con Ava me contó como te sentías. Ya no debes de preocuparte, tu papá ya no está solo —sonrió y miró a su novia.
—Me hizo muy feliz que me invitaran a la playa —dijo la señora Rosmary—, fue impresión mía o ustedes querían que pasáramos tiempo juntos.
Khate y yo nos miramos, acordamos que el plan sería nuestro secreto.
—Es que no queríamos que mi tío hablara de la teoría cuántica —dije
—Así es. Si nos aconpañabas podrías distraerlo —me apoyó Khate. 
—Aún continúo aquí, nunca cataloguen la teoría cuántica como algo aburrido solo porque no la conocen. La teoría cuántica... 
Antes de que comenzara a hablar nuevamente del tema la Sra Rosemary lo interrumpió, colocó su mano encima de la del tío. 
—Ya hablaremos de eso cariño. Bueno entonces brindemos porque al fin puedo ser parte de su familia. 
—Si no es con vino, entonces no.
—Katherine....
—Está bien papá. Solo bromeaba.
A veces las cosas salen mejor que si la hubiéramos planeado. Nunca imaginé que el tío Louis llevara tiempo saliendo con la Sra Rosmary. Los adultos saben cómo hacer bien las cosas sin que nadie se de cuenta.
Khate y yo al llegar a casa hablamos por horas de lo que había acontecido.
—Ay pero era un buen plan ¿o no? —sonrió mi prima.
—Claro.
—Incluso venía la mejor parte. Como era esa idea que nos dio Harold de la cena romántica.
En realidad había sido mía pero le dije eso a mi prima para justificar el último encuentro que tuve con él.
—Sí.
—Oh, deberías de llamarlo y decirle —sugirió Khate—, querrá celebrar con nosotras.
—Si su novia lo permite.
Terminé diciendo lo que pasaba por mi mente.
—¿Su novia? Qué no me has contado.
—Esa chica de la playa, el día que me encontré con él apareció en el parque. 
—Oh my God. ¿Y que pasó después? —preguntó ansiosa —, mejor déjame improvisar. Fue hasta ustedes y luego de un enfrentamiento con miradas ella te dijo: "Devuélveme a mi hombre" a lo que tú contestaste...
—Quédatelo —dije interrumpiéndola.
—Ufff —resopló—, arruinaste mi monólogo. Se lo entregaste muy fácil.
—Jaja. No sucedió nada de eso, ya habíamos terminado de hablar y decidí regresar. Eso es todo.
—Ava.
—¿Si?
—Te preguntaré algo pero no te enojes.
—Por favor que no sea de...
—Sí es de él. ¿Harold te gusta?
Nunca me plantié la pregunta porque no sabía la respuesta. A veces sentía la necesidad de escribirle pero luego no me atrevía a enviar el mensaje. No podía tener simplemente un amorío de verano. Por otro lado estaba esa chica que al parecer era su novia y yo no sería la segunda opción de nadie.
Su teléfono comenzó a sonar.
—Espero tu respuesta aunque ese silencio me dice que...
—Solo puedo verlo como un amigo y no hablemos más del tema por favor. Recuerda que tengo novio. 
—Ok. Contestaré la llamada. Es de un amigo.
Cuando me dejó sola me quedé pensando en sus palabras.
—Solo te quedan 2 semanas aquí Ava —dije—, no metas a tu corazón en esto. 




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