Ava
Bajé a la cocina una vez que todos se habían marchado, lo menos que quería era ver la cara de Michelle y Gina. Me tomaba un zumo de naranja cuando mi papá entró a la cocina.
—Buenos días.
—Buenos días —le respondí—, pensé que ya te habías marchado.
—Hoy no iré al trabajo, tenemos otros planes.
—¿Tenemos? —pregunté un poco extrañada.
—Sí, hoy pasaré el día contigo. Cambiate de ropa y luego decidiremos a donde ir.
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No recordaba la última vez que había salido con mi padre. Mientras comíamos unas hamburguesas sentí añoranza de los tiempos en que éramos una familia. Mi padre se estaba esforzando mucho por recuperar el tiempo perdido y yo valoré eso, le di una oportunidad más para que hiciera las cosas bien.
—Ava...
—Sí papá.
—Creo que ya va siendo hora de que elijas otro colegio. He seleccionado algunos pero la desición es tuya.
A pesar de todo lo que había sucedido aún seguía teniendo la esperanza de regresar. Odiaba ser la chica nueva y no quería que se volviera a repetir nuevamente. Guardé mis pensamientos y solo asentí a su comentario.
—¿Por qué no nos tomamos una foto? —dijo de pronto.
—¿Quieres una foto conmigo?
—Sí, hace mucho que no nos tomamos una.
—Acepto solo si la enmarcas en un gran cuadro.
—Es un hecho.
Fred
Escribir mensajes y no enviarlos se había vuelto costumbre. Por más que quería resolver las cosas decidí darle tiempo.
—Fred ¿vienes?
Brent me sacó de mis pensamientos y guardé mi celular.
—Sí en un momento.
—Está bien te esperamos en el estacionamiento.
Había quedado en salir con los chicos después de clases. Terminé de guardar las cosas en la bolsa de deportes y cuando me disponía a salir alguien bloqueó la entrada. Miré a un lado para luego encontrarme con su mirada.
—Hola Spencer.
—Qué quieres Elsy —dije cortante.
—Sabes lo que quiero —dijo mordiéndose el labio—, pero ni siquiera me volviste a llamar.
—Si mal no recuerdo fuiste tú quién quiso que así fuera.
—Solo estaba enojada porque te vi con esa chica y al final terminaron saliendo. Pero ahora podemos...
—Tengo novia Elsy —le dije pero eso no sería un alto para ella.
—Y... ¿donde está? —miró hacia todos lados—, acaso no sabe que no puede dejar solo a semejante bombón —dijo acercándose a mí.
—Detente —le dije cuando comenzó a enroscar sus manos en mi cuello y me aparté de ella.
—No puedo creer que me hagas esto. Tú dijiste que estaríamos juntos y pensé que lo cumplirías pero tuvieron que pasar algunos meses para que me diera cuenta de que no era cierto.
—Nunca dije que quería una relación formal contigo, además sabías de mi fama.
—Por tu culpa dejé a alguien que en verdad me quería.
—Si Beckford te quería tanto lo menos que podías hacer era corresponderle, así que no me culpes a mí. Nunca te obligué a nada.
—La tonta fui yo por creer en ti. Al final perdí.
Harold
Después del ensayo en el teatro Audrey invitó a Zoe a tomar algo, todo era parte del plan para sacarle información. El camino hacia la victoria estaba a unos pocos pasos pero aún así debíamos de andar con cuidado. Teníamos que lograr que Zoe confesara. Yo las observaba de lejos, Zoe recibió una llamada y luego se marchó yo aproveché para ir hasta donde estaba Audrey.
—¿Y?
—No pude logar que me dijera todo como si fuera su mejor amiga pero en cuanto hablé sobre el tema de Ava se puso nerviosa.
—Entonces ya podemos acelerar las cosas. Ava estará de regreso mucho antes de lo pensaba —dije con una sonrisa.
—Es genial. Si algún día me encontrara en una situación así me encantaría tener amigos como tú y Axel, es hermoso lo que hacen por Ava.
—Ella no se lo merecía, solo cumplimos con nuestro papel de amigo.
—Claro —dijo bajando la vista como buscando las palabras para preguntar algo pero no sé atrevía.
—Pregunta lo que quieras —le dije sin más.
—Tengo entradas para el cine y me preguntaba...
—Que día es —ella sonrió.
—Dentro de dos día.
—Está bien. Espero que hayas elegido una buena película.
—Dalo por hecho.
Ava
2 días después
Revisaba algunos apuntes cuando mi teléfono comenzó a sonar y respondí.
—Hola.
—Buenos días señorita Jenkes. Soy la secretaria Douglas, el director desea reunirse con usted si es posible a las diez.
—Está bien.
—Que tenga un buen día.
—Igual para usted.
Extrañada fruncí el ceño y dejé el teléfono a un lado. Tiempo después me alisté y salí para la prepa. En cuanto llegué me dirigí a la dirección, la señora Douglas me recibió con una sonrisa y me acompañó hasta el despacho del director.
—Buenos días Sr. Director.
—Buenos días.
En cuanto la secretaria salió el director me invitó a sentar.
—Creo que debe de tener una idea de por qué está aquí.
—No, no lo sé. La última vez que estuve aquí me tomaron por sorpresa esas acusaciones.
—Y es debido a ello que está aquí. Encontramos la culpable.
—¿Cómo así?
—La señorita Zoe Cranston, terminó confesando todo.
—¿Y dijo por qué lo hizo?—pregunté con el ceño fruncido.
—Son compañeras de teatro y según dio a entender eso generó un poco de envidia y esa fue la vía que encontró para sacarla del camino.
—¿Qué sucedió con ella?
—El consejo disciplinario decidió suspenderla definitivamente de la preparatoria. Sentimos haberla acusado injustamente señorita Jenkes. Si lo desea puede regresar a nuestra institución.
—Está bien, cuando podría incorporarme.
—El lunes.
—Que sucederá con los exámenes que he perdido.
—Hablaré con sus profesores para que usted pueda ponerse al día.
—Me parece bien.
—Que tenga buen día señorita Jenkes.
—Igual para usted.
Salí de la dirección con una gran sonrisa y pensé en dos personas. Axel y Harold, ellos fueron quienes lograron probar mi inocencia y solo por ellos decidí continuar en esa prepa. Le envié un mensaje a Axel y a Harold y esperé a que llegara el horario de descanso para reunirme con ellos.
—Así que querías verme —me di vuelta y me encontré con Harold.
Estaba tan emocionada que corrí a abrazarlo y besé su mejilla.
—¿Para mí no hay abrazo? —dijo Axel.
—Claro.
Me separé de Harold y también abracé a Axel.
—Gracias por todo chicos.
—¿Entonces quiere decir que resultó? —preguntó Axel y asentí.
—Es una buena noticia. ¿Cuándo te incorporas? —preguntó Harold.
—Este lunes.
—Esto hay que celebrarlo —dijo Harold.
—Me robaste la idea pero yo me encargo de organizarlo todo —dijo Axel.
—No es necesario chicos ya han hecho suficiente.
—Para eso están los amigos. Entonces si me disculpan voy a comenzar con los preparativos.
—Entonces que no se diga más —dijo Harold.
Axel se despidió y lo vimos alejarse.
—Siempre estaré muy agradecida con ustedes. Se arriesgaron tanto y...
—Ava —dijo interrumpiendome—, en la vida a veces hay que tomar riesgo por aquello que te importa.
—Hola Ava —dijo Audrey uniendose a nosotros.
—Hola Audrey.
—Que bueno que estés de vuelta.
—¿Cómo sabes que estoy de vuelta si solo se la había contado a 2 personas? —pregunté extrañada.
—Ah eso, Mmh estaba con Harold cuando le enviaste ese mensaje.
—Oh ya veo —dije con cierto recelo pero decidí no insistir más en el asunto.
—Audrey nos ayudó mucho —dijo Harold cambiando el tema.
—Gracias a ti también —le agradecí.
—No hay de que. No veo la hora de que te incorpores a la obra de teatro. Todos te hemos extrañado mucho.
—Yo también estoy ansiosa por volver.
—Ava crees que me puedes prestar un momento a Harold —fruncí el ceño pero luego sonreí.
—Claro. Nos vemos luego.
—Adiós Ava —me dijeron.
Desde la última vez que los había visto juntos algo había cambiado y aunque no quisiera aceptarlo sabía que en algún momento algo podía suceder. Intenté dejar a un lado mis pensamientos y concentrarme en alguien más.