Milagros Vex creció viendo visiones: unas hermosas, otras devastadoras. Durante años creyó que era un don, un regalo divino…, hasta el día en que vio a la persona que amaba sufriría. Entonces comprendió que su don también era una condena.
Ahora años después de abandonar el convento, es una madre soltera y se oculta en un país donde nadie pueda reconocer sus ojos azules, ni su apellido…, ni a las dos pequeñas que la llaman “mami”.
Mientras diseña peluches terapéuticos para una empresa, Milagros carga con una fe que se desgasta poco a poco y un amor que enterró con sus propias manos. Lo único que la mantiene en pie son sus hijas, y la promesa que hizo hace tres años y medio, la noche en la que su corazón se partía, por el error que estaba cometiendo, pero una revelación bajo la lluvia la hizo regresar y cambiaría su vida para siempre.
Al otro lado del mundo, Ian Black un CEO amargado y gruñón que respira con un corazón que le pertenece. Ian la buscó por todos lados, entre países diferentes, en hospitales, en iglesias, conventos sin éxito, hasta que desistió y la dejó ir. El fallo primero, pero cuando quiso reaccionar era tarde, luego se cerró a todo lo que pudiera hacerle daño de nuevo.
Hasta que el destino —o Dios, o la vida—, los obliga a encontrarse de nuevo.
Milagros con dos niñas de la mano.
Ian, con un corazón que ya no puede seguir latiendo y miles de preguntas, solo tiene algo claro: no puede dejarla ir…, y menos cuando frente a él, están dos pequeñas razones que lo obligan a volver a amarla...
Editado: 01.12.2025