Corazón Prohibido

Capítulo 39

* * *

Sebastián

Puedo decir sin pelos en la lengua las emociones que me invadían en este preciso instante: triste y enojo una combinación un poco extraña para mí, ya que, acostumbra a estar deprimido por la culpa que sentía ante los problemas creados, sin embargo, en esta ocasión mi reacción fue diferente dejando atrás al muchacho débil que aparecía cuando me sentía indefenso.

            Nunca debía escuchar y aceptar el plan arriesgado creado por Jonathan Ross Collins, todas sus ideas fracasaban pésimamente causando un grave daño que no puede ser remediado sanamente sino el único método disponible consistía en mentirle a nuestros papás en su cara, lo cual era inapropiado con esta problemática que estábamos teniendo.

            Por otro lado, siempre he tenido curiosidad del por qué Jonathan y César solían tener altercados tan violentos como el demostrado en esta noche, aunque era un asunto que no debía de importar al tratarse motivos familiares.

—Sebastián, ¿estás seguro sobre hablar con la policía? ­—cuestionó Jeannette preocupada

            Parpadeo repetitivamente.

            ¿Qué ocurría conmigo? ¿Por qué acepte declarar en contra de Jonathan? Esto terminara siendo el momento de mi verano que marque mi decisión de seguir ocultándome en el closet o demostrar que puedo ser libre como las aves; mi corazón palpitaba intensamente nunca pensé como sucedería el día que todo saldría a la luz desde un inicio debí ser honesto con papá en cuanto a mi verdadera relación con Jonathan, y el por qué llegaba tarde en las noches del viernes.

—No lo sé —comenté perdidamente

            Enfoque mi mirada hacia donde se encontraba César un poco inconsciente después de haber recibido una golpiza salvaje trate de correr hacia él con la finalidad de ayudarlo, sin embargo, Jeannette lo pidió afirmando que solamente provocaría el crecimiento del problema que teníamos.

            Me dolía verlo lastimado y golpeado por mi culpa sino fuera un cobarde nada sucedería y justamente en este instante estaríamos esperando nuestro boleto de regreso a casa, por lo que, deje de darle importancia a los sermones dados por Jeannette Curie.

            Traté de correr hacia donde se encontraba César sufriendo de dolor hasta que Jeannette impidió que fuera, me molestaba demasiado esto ¿Por qué tratan de darle la espalda a mi amigo? No lo comprendía en lo absoluto.

­—Es mejor irnos a casa —comentó Jeannette—. Te llevaré a casa y después vayas con la policía a excavar tu propia tumba.

            Cabizbajamente acaté la petición de Jeannette.

            Fue una mala idea hablar con la policía y ser un testigo ante la pelea quisiera conseguir una máquina de tiempo para regresar con el propósito de impedir toda esta basura que ocurría justamente ahora. Así que, lo mejor que puedo hacer consistía en tranquilizarme y pensar con claridad para platicarle a papá lo sucedido.

            Por otro lado, Jeannette me jaloneaba para hacerme caminar entre la multitud de gente que no dejaba de hacer cometarios referentes de la discusión esto no se acabaría hasta que pasaran los días en dado caso que el video no cayera en manos equivocadas ósea en Rachel creando rumores en su blog.

—Fantástico, necesitaré dar una explicación a mis padres y suegros ­—se quejó Jeannette, mientras abría la puerta del coche de Jonathan.

            Me hallaba sin comentarios.    

            Se me olvidaba ese pequeño detalle Jeannette debía continuar con la farsa de ser la novia falsa para no romper el contrato firmado por ambas familias, un poco difícil de hacerlo ya que, la situación emporaba con el pasar de los días en este verano.

­—Lo siento, Jeannette —me disculpe—. No debí considerar a César para el plan como lo hizo Jonathan. Tal vez, trayendo a Santiago o a otro chico nada de esto pasaría.

            Honestamente me sentía tan culpable tras haber apoyado la idea de Jonathan. Todos nos equivocábamos y obteníamos una enseñanza posteriormente a la tormenta que pronto terminaría.

—Estoy pensando cómo decirte esto sin parecer que soy una perra desgraciada como me tienen catalogada —argumento Jeannette

            Hice una mueca.

            En lo personal, tenía otra opinión referente a Jeannette dado que, no puedo juzgarla sin antes haber tenido el privilegio de conocerla, aunque posiblemente exista un motivo claro de los comentarios hechos hacia su persona.




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