Corazón Prohibido

Capítulo 46

***

Sebastián

La primera noche alejado de mi verdadera familia fue un tormento. No dejaba de pensar en los comentarios que harían sobre mí con sus amigos y conocidos todos me verán como un monstruo que buscó destruir en su camino hacia la libertad que tanto anhelaba. 

¿Cuándo dejaré de sentirme con culpa? Por un momento, creía que sería fácil salir del closet como me había comentado Logan su experiencia con sus papás, además recibí consejos para el momento indicado, pero pudé comprender que nunca habría un espacio adecuado sino debía decirlo lo antes posible.

Aprendí a decir la verdad a las personas que amábamos previamente que comiencen a circular rumores de la realidad que vives. No debía importar si era dolorosa la noticia porque al gritar puedes sentir una paz en el interior, además pude percatar de las personas que siempre van apoyarme cuando necesité algo.

Mi estancia con Los Ferrer ha sido buena y no me quejaba en lo absoluto. Jennifer sabía como tratarme en crisis existenciales que tenía en algunas horas del día solía darme consejos y una bebida de hierbas naturales que se volvió en mi favorita. 

Como toda mañana me levanté de la cama perezosamente para buscar un cargador ya que, mi móvil se encontraba en el 10% de batería. Revisé en los cajones que me fueron asignados en la habitación de César; lamentablemente mi amigo no estará a mi lado en los tres primeros meses que estaré alejado de la vida que construí dentro de la burbuja. 

Seguía sorprendido por la noticia que dió Jennifer en la cena donde Mauricio terminó con un ataque de mal humor frente a nosotros y no dudo en comenzar una revisión de la sentencia otorgada por el juez. Ojala César salga pronto de ese sitió cuyas referencias no eran muy buenas.

En cuanto a Jonathan logró conseguir una multa de cuatro mil pesos mexicanos al saber la noticia sentí una felicidad porque no terminamos separados una vez como en el pasado. Ya no volveremos a pasar por las mismas situaciones sino comenzaremos un nuevo comienzo liberados de las cadenas que nos ataban.

Imaginaba un noviazgo sin restricciones y salidas normales sin escondernos de las personas solo espero que el destino me traiga alegrías a lado de Jonathan Ross no puedo resistirme a la idea de tener una relación sana.

¿Dónde lo habré metido? No hallaba el cargador en todo el desastre en la habitación creo que con la ausencia de César haré una limpieza profunda y mantendré un orden.  

Hallé el cable debajo de la cama rodeado de envolturas de dulces y frituras en un momento dado aparecerá una rata o insecto asqueroso atacandome. Rápido me levanté del suelo y conecté mi celular antes de que muriera temporalmente.

Escuché el sonido de mensaje puede ser Logan dado que, estuvimos hablando sobre lo que me sucedió en este verano a pesar de la distancia que teníamos nuestra amistad lograría sobrevivir un tiempo más. Prendó la pantalla y veo que aparecía el nombre de mi novio.

De Jonathan a Sebastián

Estaba pensando en tí y no pude resistirme a la idea de llevarte por un helado para platicar un poco ¿Te parece si salimos hoy? 

Sonreí.

Salí de la habitación con una gran sonrisa en mi rostro en búsqueda de Jennifer para pedirle permiso de salir con Jonathan.  Me costaba un poco adaptarme a las nuevas reglas que había con Los Ferrer, pero, me gustaba vivir en este ambiente familiar fuera de prejuicios como lo hacía Melissa.

La ventaja aquí es que Jennifer dirigía su propio negocio desde la comodidad de su hogar sin la necesidad de asistir a un edificio como tal, lo cual me parecía un poco curioso considerando que tiene el apellido Ross ¿Qué habrá pasado ahí? Posiblemente sea una historia que con su tiempo se iba a dar a conocer.

 —¡Jennifer!  —gritaba por los pasillos de la casa

No había ninguna señal de ella. Seguramente fue a comprar unas cosas al mercado eso debía ser al menos que esté en el estudio haciendo una llamada telefónica para sacar a su hijo del castigo que le fue asignado.

Baje con preocupación las escaleras y observó que Jennifer estaba en la cocina preparando una poción ¿Qué pasaba aquí? Tenía mis dudas sobre los rumores que circulaban sobre la familia de César, pero, no puedo permitir que las palabras de los demás interfieran en mi relación con mi familia adoptiva.

 —Lo siento, estaba concentrada en la receta de galletas de mi mamá  —se disculpa Jennifer—, ¿Qué problema tienes?

Ella me conocía un poco a pesar de que estuvimos distanciados bastantes años gracias a mis padres biológicos. Me he cuestionado ¿Qué hubiera pasado? Es decir, mi personalidad y mis experiencias fueran distintas a las vidas alejado de Los Ferrer.

 —Ninguno, he estado mejor desde el té de valeriana —repliqué

Aquel té de valeriana fue una solución para disminuir mi estrés permitiendo relajarme de toda la experiencia traumática que viví por años, además de ayudarme a olvidar mis recuerdos de sufrimiento desde Mónica hasta mis papás, quienes solamente se han encargado de lastimarme.

 —Es bueno saberlo  —comentó Jennifer, mientras colocaba la bandeja de galletas en el horno.




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