Corazón Prohibido

Capítulo 3

Jonathan

Buscaba entre mi ropa una sudadera con capucha; una locura más que agregar a mi listado extenso del año. Para mí, era común escaparme por las noches de la casa de mis padres con el objetivo de visitar a mi "novio", un poco sorprendente para mis conocidos y amigos, mis padres normalmente cuando solía desaparecerme por las noches tenían la creencia que asistía a una clase de fiesta o especialmente frecuentaba los mejores antros de la ciudad.

No era el chico problemático con dinero sino guardaba mis secretos para mí mismo porque al tener una posición más alta que tus amigos implicaba mayores riesgos en cuanto las amistades falsas y basadas en interés por su dinero, por lo tanto, solamente contaba con un grupo reducidos de amigos.

Logré encontrar la sudadera y me la puse. Sin hacer ruido me acerqué a la ventana para abrirla silenciosamente a lo lejos pude encontrarme con Carter, mi querido amor. Estiré mi mano para alcanzar la rama de un árbol cuando lo hice, Carter me ayudo a bajar y no tener una caída tan ruidosa.

Ambos corrimos hacia el coche para salir huyendo de la prisión, es decir la casa de mis padres. Subimos y Carter arranco a toda velocidad por la calle, al estar alejado a cinco manzanas pude soltar un suspiro de alivio. Ya podía descansar por un par de horas sin ser descubierto.

Odiaba escabullirme a las 11.00 de la noche con la finalidad de pasar un momento a solas con Carter, aunque me resultaba complicado hablar sobre mi verdadera orientación debido a mi herencia, no quería perder aquel beneficio que le ha costado conseguir a mis padres.

—Cariño, ¿Cómo estuvo la cena con los Curie? — me preguntó Carter, mientras giraba hacia la derecha en búsqueda de una tienda.

Jeannette Curie, una hermosa chica carismática, alegre y sentimental; tristemente no era el hombre indicado para tener un futuro por la doble vida acostumbrada que llevaba desde hace años. Una culpa me invadía en cada salía con mi pareja por las mentiras que terminaba diciendo con un propósito egoísta.

—Excelente, salió de acuerdo a lo planeado— respondí cabizbajo.

Carter me dedico una sonrisa. Me hacía tranquilizarme cuando me alteraba o necesitaba apoyo moral por mis locuras cometidas. Nunca debí salir con Jeannette dado que, solo le rompía el corazón con mis falsos sentimientos, creo que en un futuro debería romper con ella a pesar de que, mi padre se empute conmigo por romper un lazo basado en interés económico.

El auto se detuvo enfrente de una tienda y Carter bajo a toda prisa. Probablemente vaya a comprar alcohol con una identificación falsa. También, me afectaba en el cumplimiento de las leyes de una autoridad, cometía varios delitos entre ellos el uso de identificación falsa —perdí la mía—, y consumo de alcohol.

Recargue mi cabeza sobre el respaldo del copiloto, mientras esperaba a Carter. Saque mi celular y entre a Facebook nada nuevo había más que, fotografías de fiestas, viajes y estados de mis amigos. Revisaba el inicio hasta encontrarme con una noticia sobre la cena con Los Curie, la prensa francesa enloquecía al verme con Jeannette, hija de un empresario famoso en Europa por su negocio de los medios de comunicación. Nuestro noviazgo era un acuerdo entre nuestros padres para aumentar sus riquezas mutuamente, al principio me negué rotundamente a seguir la farsa por un motivo especifico e hice un berrinche enfrente de mamá y papá a lo que fui amenazado a perder mi herencia.

Escuche la campanita del auto cuando alguien abría la puerta y se trataba de Carter con una bolsa llena de cervezas y cigarrillos, mi novio me conocía a la perfección después de una cena devastadora llena de falsedad podre desquitarme todos los sentimientos que guardaba en mi interior con esto. Taylor, mi mejor amigo dirá que mi romance era toxico por la manera en que lo llevábamos desde hace unos meses, ambos acostumbrábamos a beber y a tener relaciones sexuales. Sin considerar las cosas ilegales que hacíamos.

— ¿Apagaste tu celular? — cuestiono Carter.

Cierto. Lo olvidaba solía hacerlo para no ser rastreado por mis padres al escaparme a estas horas de la noche, y justamente lo apague para no ser molestado.

—Lo hice— dije, enseñándole el celular a Carter.

Él también hizo lo mismo antes de partir hacia nuestro escondite. En todo el tiempo que llevo viviendo en la Ciudad de México encontré un perfecto lugar de escape cuando tenía oportunidad de ser el verdadero Jonathan y Carter era la única persona en saberlo, así que, nos dirigimos a las afuera de la cuidad cercas de un parque abandonado.

Tardamos aproximadamente treinta minutos en llegar porque no había nada de tráfico a estas horas. Todo ciudadano acostumbraba a dormirse temprano debido a que, aquí se acostumbraba en usar el transporte público para ir al trabajo o escuela.




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