Corazones Diferentes

1. Lover

Nota: Los personajes corresponen al libro 0 que aún no esta disponible en la plataforma

***

Leonardo

Cada dos años nos veíamos debido a su trabajo que desempeñaba en el ejército siendo médico auxiliar en los combates bélicos y misiones asignadas. Un difícil trabajo y arriesgado temía perderlo para siempre algún día y no poder asistir a su funeral por las diferentes opiniones familiares.

Normalmente, nos escribíamos cartas tres veces al mes evitando que nuestras familias llegaran a enterarse del contacto mantenido a pesar de que se nos pidió tener una distancia por la enfermedad que teníamos, me parece irónico la creencia que la homosexualidad era una enfermedad mental en los años 80, pero debía respetar la opinión de mis padres porque se encargaban de pagar mis estudios en la academia de policía. 

Obviamente lo hacía a nuestra manera sin ser descubierto. Solíamos escaparnos de casa cuando todos yacían dormidos para vernos y tener una pequeña cita donde fingimos ser amigos ante la sociedad por miedo a ser juzgado o golpeados.

Acomodó el abrigo que uso para cubrirme de la nieve, mientras esperaba en la parada de autobuses. Hace un mes recibí una carta de Rogelio pidiendo una cita en la víspera de Navidad, al principio me pareció un poco extraño sabiendo que él disfrutaba pasar estos días en familia por la tradición llevada.

Alzó la mirada hacia un grupo de muchachas que esperaban a sus novios o familiares perteneciente al ejército, el cual no dejaba de mirarme en ningún segundo. A veces me sentía incómodo por el sexo opuesto por sus intentos de coqueo o captar mi atención hacia ellas, jamás funcionará sus técnicas ya que, mantengo una fidelidad a Rogelio.

Se detiene un autobús frente de mí y una emoción recorre todo mi cuerpo al saber que nos veremos después de una larga espera. Detestaba la idea de mandarnos cartas por los tiempos de entrega o en ocasiones no llegaban a su destino debido a una mala gestión en el correo.

La puerta se abrió permitiendo que bajaran los soldados cargando sus pertenencias. En ningún lado encontraba a Rogelio, no quería sacar una conclusión errónea del por qué no aparece antes de que el transporte se marchará a un nuevo destino. 

—¡Leonardo! —exclamó Rogelio con alegría en su voz

Sonreí.

¿Cómo pude olvidar su cabellera castaña oscura y sus ojos verdes que hacían juego con su tez morena clara? Si cada mañana miraba una fotografía cuando visitamos las ferias en temporadas de días festivos y vacaciones en nuestra época de estudiantes donde no nos importaba las opiniones ajenas hacia la relación que tenemos.

Camino rápido hacia su posición y le doy un ligero abrazo cómo lo harían los mejores amigos. Esta farsa iniciaba a molestarme al no poder demostrar mis verdaderos sentimientos frente a la sociedad dado que, creerán que padecía una enfermedad mental contagiosa.

—Pensé que no vendrías —dije

Rogelio puso su mano sobre mi hombro derecho y sonrió.

—Siempre cumpló mis promesas —dijo

Ayudó a Rogelio a cargar parte de su equipaje, mientras platicabamos acerca de las misiones que asistió en el año. Ser médico auxiliar implicaba entrar a territorio enemigo para curar a aquellos soldados que requieran atención urgente por heridas de bala o alguna quemadura derivada de las explosiones, aún me impresionaba sus métodos de supervivencia en un perímetro tan peligroso.

Nos detuvimos frente del coche y decido abrir el compartimiento trasero para subir las maletas. Intentaba borrar de mis pensamientos de abrazarlo y besarlo en público evitando caer en los prejuicios hechos.

—Bonito coche —dijo Rogelio—. La última vez que nos vimos le pedidas el coche prestado a tus padres, ¿hubo un cambio?

—He tenido que seguir sus ideales para obtener todo lo que tengo —dije

Cierro el comportamiento para abrir la puerta del copiloto permitiendo que Rogelio subiera

—Su carruaje lo llevara a su palacio, mi príncipe —bromeó, y aprovechó en darle un ligero beso en labios sabiendo que no hay nadie en nuestro alrededor.

—No me quejo porque estuve deseando estos años estar un día contigo —dijo

La relación a distancia que tenemos a logrado sobrevivir a los obstáculos y dificultades enfrentadas por cualquier relaciones sin importar la orientación que sea debido a que, hemos hallado una manera de darle soluciones evitando una ruptura mediante un vínculo construido con comunicación y confianza.

Nunca imagine tener un noviazgo de esta forma parte de la adolescencia creía que viviríamos juntos en un apartamento en el momento que estuviéramos cursando nuestros estudios universitarios fingiendo que no teníamos ninguna relación sentimental para evitar el ingreso a una clínica de conversión. Deseaba que la sociedad decida recapacitar y dejará de tenerle miedo a lo desconocido; sé que les preocupaba bastante la idea de ver a dos hombres o mujeres saliendo como pareja, pero es normal no debemos asustarnos porque todos merecemos el derecho de amar.

—¿Qué excusas le diste a tus padres? —preguntó Rogelio




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