Corazones Diferentes

6. Fearling

 

***

Sebastián

Mi madre me contaba en las noches su historia de amor vivida en su juventud y me gustaba escucharla al notar su felicidad cuando hablaba de su actual esposo.

Siempre deseé tener una historia de amor cómo en las series coreanas, pero hubo un momento donde se convirtió en un sueño que jamás se cumpliría por la orientación sexual que tengo el escuchar los comentarios ofensivos hacia las personas enamorados de su mismo sexo provocando una fuerte perdida de motivación bajo la creencia que no merecía ser amado cómo los heterosexuales frecuentaban hacerlo.

Esos pensamientos fueron desapareciendo con el apoyo de una terapeuta y mis padres para romper esa inseguridad en mí. A veces necesitamos ayuda psicológica cuando no estamos bien con nuestra autoestima y padecemos unas fuertes inseguridades, y personalmente busqué ayuda al sentirme ahogado por el miedo de ser discriminado, rechazado y juzgado por ser gay, pero no me desanimó porque en mi vida personal cuento con una familia adoptiva y un novio, quienes cuidan, aman y protegen cuando lo requiero. 

Hablando de mi novio: nunca pensé que Jonathan Ross se volviera importante y especial, nuestro noviazgo tuvo un buen inicio y una ruptura difícil para dos adolescentes que apenas conocían aquel sentimiento hermoso que podemos sentir hacia otra persona. 

Por un instante, creía imposible el volver a enamorarme de otro hombre por cada prejuicio mencionada de Melissa —mi madre biológica—, fue una experiencia desagradable, la cual aprendí que el destino tiene preparadas sorpresas en cualquier etapa de la vida porque volví a recuperar a mi primer amor.

Parece una tontería seguir amando a tu novio de la secundaria porque cada uno puede tomar caminos por separados y cambiar su personalidad por la madurez adquirida, sin embargo Jonathan y yo guardamos un cachito de aquella conexión que nos hizo inseparables una vez.

Jamás olvidaré la tormenta que hubo en mi vida para lograr una plena aceptación de mi orientación. 

Después de un día ocupado entre la universidad y el trabajo de medio tiempo siendo redactor para un periodico español tengo la costumbre de visitar a Jonathan en su pequeña empresa dedicada a la elaboración y venta de bebidas alcohólicas artesanales.

Toco la puerta trasera del local —siendo una salida de emergencia dentro de la oficina de Jonathan—, y espero alrededor de varios minutos hasta que mi querido novio me permite la entrada.

—Ey, no te esperaba a esta hora —dijo Jonathan, con una sonrisa

Aparecer de sorpresa en su trabajo es una sensación que disfruto tener, así puedo estar tranquilo que no hay ninguna persona interviniendo en nuestra relación ya que, los mensajes y llamadas se pueden malinterpretar las frases mencionadas en cada chat.

—Termine pronto el trabajo —repliqué 

A pesar de trabajar media hora y a distancia mi jefa es la mejor acostumbra a darme una libertad cuando cumplo todos mis pendientes bajo la creencia que no perdería mi productividad en otras actividades que tengo.

—Típico de tí —asegura Jonathan

—¿Me vas a invitar a pasar? —pregunté 

Jonathan se ruborizó con la pregunta hecha. 

No tengo la costumbre de ser una persona celosa con su novio porque estoy consciente que nuestro amor puede acabarse en cualquier minuto que pasa, de tal modo, aprovechó los momentos que vivimos juntos.

—Claro —dijo 

Jonathan quitó el seguro adicional de aquella puerta de metal y me permitió la entrada a su espacio laboral, al lugar le falta una decoración y arreglo para convertirlo en cómodo sin sentir un caos total.

Observó cada rincón en búsqueda de cualquier pertenencia personal que no correspondiera a Jonathan Ross, pero mi radar no ha encontrado nada. Puedo sentirme tranquilo y seguro momentáneamente en esta relación, todavía conservo el miedo de perderlo al preferir a otra persona.

—Debería ayudarte a decorar —dije

—Me gusta el arreglo que tiene —dijo Jonathan—, no viniste solo a visitarme. Te conozco, Sebastián, ¿qué te preocupa?

No soy hábil en esconder mis emociones ni mis inseguridades frente a Jonathan. Solo queda solucionar el error cometido sin caer en una discusión cómo fue el día de mi cumpleaños y por obvias razones no voy a recordarlo.

—Sí —respondí

Jonathan no se sorprendió en mi respuesta. Soy sincero con las personas evitando ser criticado por las amistades que tengo en México y España, además ser un mentiroso no tiene su lado bueno porque las personas dejan de creer en tí.

—Si necesitas espacio te lo brindo —dijo 

Me gustaría que Jonathan sintiera empatía hacía mi, siempre que paso por un bloqueo en mis emociones tiene una costumbre de darme mi espacio y ausentarse temporalmente, lo cual algunas personas pueden considerarlo bueno, pero en mi caso prefiero mantenerlo a mi lado apoyándome.

—No lo necesito —dije

—Vale, ¿entonces a qué se debe la visita? —volvió a preguntar 

¿Por qué no puede ser un novio normal? Esa pregunta la percibo de una manera en que he arruinado su día en el trabajo, por lo tanto, me arrepiento de haber cogido la iniciativa de visitarlo en horas laborales, pero nuestros horarios chocan para darnos un espacio romántico.




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