Corazones en Conflicto

Capítulo 2.

★MATHEO★

- ¿Qué mierda haces aquí simón? -el debería estar en alguno de los autos de sus amigos no aquí en el mío.

Esta inconsciente o dormido tal vez, si corro con suerte alguno de mis amigos se fue con alguno de los suyos, decido llamar a Iker para investigar con quien esta, marco su número en mi teléfono responde al primer tono, me alegra no haber tenido que insistir.

- ¿Qué onda?, ¿qué pasó? -responde de inmediato.

- ¿Quién va contigo en el auto? -pregunto en cuanto puedo.

-Estoy con Damián, ¿por qué?, ¿pasó algo? -que, si pasó algo, maldita sea, claro que paso algo.

De todos, en serio, todos los que se pudieron haber subido a mi auto, Simón, tenía que ser él. Simón mi amigo de la infancia, Simón, el chico con el cual cree una enorme rivalidad por nuestros otros amigos, Simón, el que se besó a mi novia, corrección exnovia, el mismo Simón con el que tuve dos peleas hace menos de media hora.

- ¿Math, sigues ahí? -dice al ver que no respondo absolutamente nada.

-Si, sigo aquí y el gran problema es que, todos subieron a un auto y no adivinarás quien está en el mío en este maldito momento, así que por eso te diré quién rayos está aquí- le grito al celular -Simón está aquí, de todos los que pudieron haber subido conmigo el, se subió el, Iker y ahora no sé qué mierda hacer con el aquí.

Iker comienza a reírse, solo ruedo los ojos al oír sus carcajadas.

-En mi opinión deberías de llamar a Oscar o Carssoon para que vayan por él, en todo caso si yo fuera tú lo dejaría tirado por ahí y esperaría a que alguno de sus amigos preguntará por él, para poder decir que lo deje tirado, pero como no soy tu, supongo que seguirás el primer plan que te dije.

En efecto llamaría a alguno de los otros dos, llegaría a algún acuerdo de un lugar para vernos, lo llevaría para después dejarlo con ellos y por fin librarme de él.

Marcó el número de Carssonn con esperanza de que responda al primer tono, no contesta y comienzo a entrar en frustración, me relajo un poco y decido llamar a Oscar. Tampoco responde lo cual comienza a agotar mi paciencia.

Justo cuando estoy a punto de seguir el plan de dejarlo tirado por ahí su celular comienza a sonar.

-Maldita sea- digo cuando veo quien es la persona que lo está llamando, para mi gran sorpresa es Leah. Juro que si no estuviera inconsciente lo golpearía justo ahora, pero sería caer bajo, por lo tanto, no lo hago.

Trato de hacer que reaccione para que pueda llamar el mismo a sus amigos para que vengan por él. Comienzo a agitarlo, su celular vuelve a sonar, para mi fortuna esta vez es Oscar el que lo está llamando, decido responder.

- ¡Simón! ¿dónde mierdas estas? Carssonn y yo llevamos 15 minutos buscándote- grita Oscar furioso. No creo que le agrade mucho la idea de saber que todo este tiempo ha estado conmigo.

-Oye bro creo que tu amigo esta algo inconsciente, intente llamarte, pero no respondiste, justo estaba a nada de dejarlo aquí tirado, me apiadaré un poco del sí decides venir a buscarlo justo ahora- respondo en un tono burlón.

-Donde le hayas hecho algo te juro que te mato Matheo- dice aún más furioso que la primera vez.

-Tranquilo bro, aun no le hago nada, te envió la ubicación de donde estamos, tienes unos diez minutos para llegar antes de que arranque y lo deje tirado en otro lado.

Claro que no lo iba a dejar aquí tirado, podría hacerlo, pero no lo haría.

-...De acuerdo, pero te juro que si le has hecho algo- cuelgo la llamada antes de que diga cualquier otra cosa que no sea muy coherente.

Decido esperar a que lleguen dentro de mi auto. Viendo reels de Instagram, no pasan ni 10 minutos desde la llamada cuando Simón despierta.

- ¿Que mierda ha pasado? -dice tomando su cabeza entre sus manos, se frota los ojos.

-Tranquilo bro, llegó la policía, todos corrimos hacia los autos y nos subimos a uno, para desgracia de ambos tú te subiste al mío y quedaste inconsciente, ya llamé a tus amigos, descuida, no tardan mucho en llegar- anuncio y sonrío irónicamente. Vuelvo a ver mi teléfono, cuando noto que una patrulla viene hacia nosotros.

Maldita sea, creí que ya nos habíamos librado de ellos, resulta que no. Intento encender el auto lo más rápido posible para huir, pero los nervios me ganan y el horrible y detestable pulso del asco que tengo no ayuda en lo absoluto a la hora de arrancar, acelero en cuanto puedo.

-Podrías ir más despacio, traes a una persona, no a un animal.

-Podría, pero no me apetece, y por si no lo has notado una patrulla nos viene siguiendo, así que cierra la boca.

Su voz me desconcentra, y no ayuda en lo absoluto con mis nervios. La sirena de la patrulla se escucha cada vez más cerca, Simón no deja de decir que vaya más despacio o se desmayará de nuevo, lo cual sería aún más fácil para mí, ya que no tendría que estar escuchando su voz de mierda.

- ¡Alto ahí, detenga el auto por favor! -anuncia el oficial de la patrulla.

Me adentro en las calles, sin importarme el aviso del oficial, para mi suerte del asco, la calle en la que acabo de llegar tiene semáforo y está en rojo, anhelo que cambie antes de que llegue a la esquina, cosa que desafortunadamente no pasa, por lo que ahora si tengo que detener el auto, salir y hacerme responsable de todo lo que está pasando. Los oficiales de igual forma se detienen detrás de mi auto, bajan y se acercan a mi ventanilla, la cual ya tiene el vidrio abajo, Simón sigue despierto, por lo que no tendré que dar yo la explicación de su estado.

-Buenas noches jóvenes-dice cuando ve a Matheo en la parte de atrás del auto- ¿Tienen alguna idea de la razón por la cual los detuve?

-No oficial, nos podría decir ¿qué es lo que ocurre? -digo ignorando el hecho de que nos intentamos dar a la fuga y no lo logramos.

-De acuerdo, apague el motor, baje las manos del volante y salga del vehículo, para poder dialogar mejor. -Le hago caso y salgo del auto, Simón también baja.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.