(Diosa Iceline)
Así fue como todo volvió a empezar desde un punto especifico, pues Earthia era nuestra estrella, la monarca que nosotros estábamos buscando como locos, quien nos salvó de la codicia y el odio, quien sanó a mi hermano Maelis de la oscuridad, por eso debía darle algo a cambio y ella solo debía elegir bien cada acción que tuviera con aquellos que amaba.
Earthia se alistaba para conocer a los príncipes del hielo y el fuego que eran sus aliados en Eobresos, de este día dependía que su relación fuera cordial o tensa.
−No entiendo por qué debes conocer príncipes, conmigo ya tienes con quien jugar −dijo Jung Kook mirando que peinaban con afán a su mejor amiga−. Además, seguro solo son unos engreídos que piensan que sus poderes son lo máximo solo porque manejan elementos de ataque.
−Pero tú eres de Druzatría Jung Kook, creí que sentirías más curiosidad por los de hielo −respondió Earthia riendo−. Te llevaras bien con el príncipe, yo lo sé, y todos seremos buenos amigos.
Jung Kook rodó los ojos con hartazgo y siguió a su amiguita afuera de la habitación. Las damas de la corte los acompañaban sonriendo pues se decía que los príncipes eran muy guapos y ellos ya eran mayores que la princesa Earthia.
Durante la ceremonia de presentación, los presentes debían recibirlos con agua y un bocadillo que alimentara los cuerpos cansados de los viajeros, por lo que les entregaron a todos una copa de agua y un panecillo de ajo que era una de las especialidades del reino de Estrerrenio. Cuando por fin los reyes junto a sus hijos entraron, todos aplaudieron y recibieron a sus invitados con mucha calidez.
El rey y padre de Earthia debía dar un discurso de bienvenida a los invitados. Pero la pequeña princesa solo podía mirar curiosa a sus invitados más cercanos, el príncipe Ji Min con su llamativo cabello largo y portado una corona puntiaguda de hielo, mientras que el príncipe Nam Joon tenía los ojos dorados y el cabello rubio casi del color del fuego.
Solo el príncipe de Druzatría la miró de vuelta y le regaló una sonrisa que rápidamente Earthia correspondió con timidez. Ella no sabía la razón, pero deseaba estar cerca de aquel niño de piel pálida y ojos fríos, él tenía que ser su amigo.
−Su alteza, mi nombre es Nam Joon, soy el príncipe del fuego −se presentó el de cabello rubio−. Espero que nuestras alianzas duren por la eternidad.
−Yo espero que le guste toda nuestra comida, pues está a su disposición −respondió Earthia.
−Su alteza, mi nombre es Ji Min, soy el príncipe del hielo −hizo una elegante reverencia−. Acepte mi amistad y mis regalos llenos de cariño.
−Muchas gracias príncipe Ji Min −respondió Earthia sin dejar de sonreírle.
Ambos niños se miraron en complicidad, como si ya se conocieran y supieran lo que pasará, solo se tomaron de la mano en un segundo y tuvieron un recuerdo juntos, ellos adultos y acercándose para darse un beso.