Corazones Estrellados

-12-

12. Nada es lo que parece.

Abby

Me despierto temprano y busco en mi armario ropa para ponerme, elijo una camisa de verde y unos pantalones deportivos. Cojo una sudadera en la que pone "Friends" ya que es mi serie favorita y tengo una gran colección de objetos de ella.

Trago saliva y respiro. Entro en el baño y me lavo los dientes. Mientras voy cepillando cada uno de mis dientes, me miro en el espejo observando cada diminuto detalle de mi rostro. Mis pecas son algo que siempre odie, no me gustaba tener en medio de la cara puntitos. Me hacían sentir diferente al resto. Sin embargo, mi hermano Will siempre me decía que eso me hacía ser más bonita. Mi hermano a pesar de ser unos cinco años menor que yo, tenía una mente muy madura y siempre me escuchaba cada problema, me aconsejaba incluso con su edad y me daba unos consejos admirables.

Un nudo se incrusta en mi garganta al recordarlo. Hace unos días llame a mi madre para que me mandara un billete de vuelta. Sin embargo, cuándo ayer fuí a revisar el buzón me encontre un sobre con dos billetes con destino a Bulgaria a mi ciudad Natal Nesebar.

Me sorprendió mucho, pero comencé a entender el porque cuándo leí la carta que acompañaba:

Hola Abby.

Querida hija mía, no tienes ni la menor idea de lo que te extraño aquí en Nesebar. Todos tus amigos han estado preguntando por ti cada día incluso Eric ha venido a preguntar por ti. Se presentó en casa y estuvimos hablando sobre Will y su accidente. Hay muchas novedades sobre él. Aunque aún sigue sin despertar, y tengo miedo de que no vuelva a abrir sus ojos nunca. Siento que todo pasó por mi culpa. Bueno, te envió los billetes que me pediste. Tu amiga Clary me contó que estás haciendo amigos, espero en tu visita conocer a alguno de ellos.

Con amor, Margaret.

Mamá pensaba que yo tendría ganas de ir acompañada a ese viaje. ¡Y para colmo Clary se había ido de la lengua largando mis demenciales secretos respecto a Harry!

☀☀

Salí de la residencia y me dirigí hacía el edificio de enfrente con un bolso negro en el que llevaba los libros de texto de derecho penal, derecho civil, y financiero. También llevaba un cuaderno para anotar la teoría del taller de fotografía.

Una vez entro a la clase de derecho penal me siento en el medio y pongo mis libros sobre la mesa. Cojo mis gafas de ver cerca de la funda y me las pongo.

-Abby. ¿Cómo estás?-me pregunta Wyatt quién esta al lado mía desde hace un rato. Cuándo llegué lo vi sumido a su lectura Orgullo y prejuicio. Uno de mis libros favoritos.

-Estoy bien, gracias por preocuparte. - le muestro una amplia sonrisa extrañamente forzada. Él levanta una ceja y niega. ¿Acaso no me creé? Harry hizo que me encontrase un poco mejor. Pero, también es cierto que estoy un poco des concentrada. Además, todos en la universidad susurran sobre mí a mis espaldas e incluso por los pasillos.

Ahora soy famosa. Karen ha conseguido el resultado que quería hacerme daño, pero no ha tenido en cuenta que si lo hacía de una manera tan drástica e irrealista conseguiría que estuviera en boca de todos. Y aunque yo odiaba estarlo, sabía que Karen no había caído en la cuenta de que para bien o para mal si hablaban de mí, a penas nadie estaría pendiente a ella.

No podía a penas creerme que utilizaran el sufrimiento de los demás para humillarlos. Yo tenía ya demasiado con la trágica historia que me acompañaría hasta el fin de mis días.

Mi padre murió hace 3 años. Ese fue el momento en el que dí mi primer bajón. Me vine a Inglaterra por tres meses y conocí a la persona que destrozó mi corazón en mil pedazos.

Me uso de de la manera más rastrera que puede usarse a una chica, me hizo creer que yo le importaba, que mis sentimientos significaban algo para Él cuándo en realidad nunca fue así.

-No parece que estés muy bien. Abby, jamás pensé que Karen fuese capaz de llegar tan lejos. Esa chica realmente se ha pasado. Mi hermano y yo estamos hartos, y no voy a permitir que por una vez que mi hermano está intentando ser feliz con una persona que ame de verdad, os haga la vida imposible-dice decidido. Me mira intensamente y me toma la mano. Yo solo sonrío a penas sin palabras. No se que decir...

-Gracias Wyatt. Me imagino que durante años habrá dado muchos quebraderos de cabeza esa tal Karen, desde el día en que la conocí me transmitió malas vibraciones.

-Sí bueno, es una persona muy difícil de tratar. Imagínate que nosotros tengamos que convivir con ella en la casa. Es una tortura.

Solo de pensar en la idea de que Harry y ella compartan el mismo aire se me retuere el estómago. ¿Y si esa loca abrió alguna vez la puerta del baño mientras se duchaba? ¿Y si le espía mientras se desviste?

Froto mis ojos con las manos e intento borrar la imagen de mi mente.

Recuerdo las palabras de hace un rato de Wyatt y decido preguntar: -¿Tú crees que yo soy la persona capaz de hacer feliz a Harry? Quizás estás exagerando. ¿No? -digo con una risa nerviosa.

Niega con la cabeza. - Sois unos grandes amigos y nunca le he visto tan contento en mucho tiempo. Le brillan los ojos de una manera increíble. Se nota que te quiere.¿ Habeís hablado Últimamente?

-Sí. La ultima vez fue después una fiesta a la que me llevó. Por cierto, ¿conoces a Meghan no?

Asiente con la cabeza.

-Bueno es porque últimamente la he visto muy pegada Christian. Y me ha extrañado, ¿sabes si tienen algo entre ellos?

Él alza una ceja sorprendido por mi pregunta. -Son hermanos. Pero, ahora que lo dices si que es raro pensé que ambos se llevaban como perro y gato. Aunque, ¿por que lo preguntas?

-Por curiosidad- miento y sonrío. Sigo apuntando a la vez que conversamos los datos que va diciendo el profesor. Y subrayo los apartados más importantes de la explicación en el libro.




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