Corazones imperfectos (2024)

PRÓLOGO

CANDELA

Muchos años atrás…

Otra noche más que me despierto en medio de la oscuridad. ¿Quién está gritando? Me bajo de la cama y abro una rendija de la puerta de mi habitación, son ellos otra vez. Papá está muy enfadado, le tira cosas a mamá y ella no deja de gritarle. Me giro para ver la puerta de Gonzalo, pero está cerrada como siempre, odia que yo entre en su habitación. Cierro la mía y vuelvo a la cama metiendo la cabeza debajo de la almohada para dejar de escucharlos… Pero no puedo, empiezo a temblar, tengo mucho miedo…Hago lo único que sé hacer, encogerme en mi cama y llorar sin que nadie me oiga.

 

Hoy es el día de mi primera función en el colegio, vamos a hacer un baile muy bonito que la profe nos ha enseñado. ¡Hemos ensayado mucho! Tenía muchas ganas que llegara el momento de mostrárselo a papá y mamá. Después de la actuación, todos se fueron con sus padres y sus abuelos…todos menos yo, nadie ha venido a verme y eso me pone muy triste.

Nada de lo que hago está bien para ellos, empiezo a estar cansada de intentar llamar su atención, pero para mi familia cualquier cosa es más importante que yo. A mi hermano Gonzalo le da igual todo, como es el mayor no necesita que nadie le diga nada. En cambio yo quiero que me digan que hago algo que les guste, jamás me han dicho que están orgullosos de mí, ni tampoco un gesto cariñoso o un beso por que sí. ¿Será que no soy lo suficientemente buena para ellos? ¿Qué tengo que hacer para que me quieran como a Gonzalo? Él se mete conmigo porque estoy enferma del corazón, a él le parece muy divertido pero a mí cada vez me afecta más. Según mamá, no lo dice en serio, pero sé que no es cierto. En cuanto a papá, una vez escuché que no quería que yo viniera al mundo, me habla muy poco y cuando lo hace, me llama «maldita niña enferma» ¿Por qué me ha tocado vivir esto? ¿Qué he hecho para merecerlo? A veces pienso que lo mejor sería no haber nacido.

 

PABLO

Hace algunos años…

Llevo toda la noche buscando a Sofía y no aparece por ninguna parte. Sofía es mi hermana pequeña, tiene dieciséis años y lleva unos días algo rara, es la primera vez que no llega a dormir. ¡La traeré a casa aunque sea a rastras!

Estoy caminando por las oscuras calles del barrio y termino llegando hasta el parque. De repente a lo lejos veo a una persona zarandeando a otra, una de ellas hace un movimiento extraño y la otra cae al suelo. Cuando me acerco hasta allí, veo algo que jamás hubiese imaginado. Era Sofía…y la habían apuñalado. La estrecho entre mis brazos y grito su nombre al viento, pero no obtengo ninguna respuesta. ¡Dios mío! ¿Quién habrá hecho esto? ¡Es sólo una niña!  

Con lágrimas en los ojos, recojo el cuerpo inerte de Sofía y lo aparto de allí. Le prometo volver pronto y la beso en la frente. Corro por aquel parque y casi al final, diviso un coche con un solo ocupante. Empiezo a caminar hasta él sin que se de cuenta. Dentro hay un chico un poco mayor que Sofía llorando, me fijo en sus manos llenas de sangre y en la manera en que le tiemblan. No hay duda, tengo ante mí al asesino de mi hermana. Me aproximo hasta él y lo saco del coche, empezamos a forcejear y la navaja cae de su bolsillo, la agarro para mirarla, también está ensangrentada. En ese instante, el tiempo se detiene, escucho mi sangre hirviendo por todo mi ser y cuando quise darme cuenta, el chico tenía unas cuantas puñaladas en el cuerpo.

Lo había hecho, me había convertido en un asesino. Toda mi vida había sido el chico bueno, el cariñoso, el simpático… A partir de aquel momento ese chico murió para convertirse en un monstruo sin sentimientos, me habían arrebatado a lo que más quería, en ese momento mi corazón y mi conciencia estaban tan muertos como mi hermana Sofía.




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