Capítulo 1

- Este será tu nuevo pasaporte, de ahora en adelante te llamarás Mila Stevens, 22 años, procedente de Georgia, tus padres murieron en un accidente de auto cuando tenías 8 años y no tienes hermanos ni familiares cercanos. Sin antecedentes penales, sin redes sociales, y tienes estrictamente prohibido mantener contacto alguno con cualquiera de las personas de tu pasado, debes evitar las fotografías, y es necesario que pases desapercibida donde quiera que estés, de ahora en adelante serás sólo un fantasma dentro de la sociedad, y por ningún motivo debes intentar contactarnos, en caso de que vuelvas a correr peligro nosotros te buscaremos, entendido?

-Sí, entendido.

-Perfecto, entonces.... bienvenida a los Estados Unidos, Mila. Espero puedas adaptarte a esta nueva vida lo más rápido posible, en la salida te espera un auto para llevarte a tu nuevo hogar, el conductor te proveerá de dinero, ropa, y ya hemos amueblado el apartamento donde vivirás para que estés cómoda, cada sábado llegará un repartidor con suministros de comida y cualquier cosa que necesites mientras decidimos ubicarte en otro lugar - se dirige a la puerta y antes de salir dice - Espero no verte pronto, porque eso significaría que te han encontrado, y tú y yo sabemos lo que sucedería si eso pasa - y sin decir nada más sale de la habitación, recordándome que mi vida está patas arriba y en cualquier momento puede empeorar-.
 

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Ya llevo una semana sin salir del apartamento, una semana donde no he hecho más que dormir, comer y llorar, una semana donde me he preguntado constantemente en qué momento mi vida cambió tanto, o en qué momento dejé que él me la joda. Me estaba martirizando la mente, aunque sabía que todo empezó el día que lo conocí a él, el día que caí en su engaño y de verdad pensaba que lo conocía, pero cuando me dí cuenta de quien realmente era Derek Oltmans, ya era demasiado tarde, él se estaba hundiendo, pero sabía nadar, así que yo me hundí por él.
 

3 años antes

Necesito escapar, huir del país, Georgia ya no es un lugar seguro para mí, sé que justo ahora hay cientos de personas buscándome, pero no puedo dejar que me encuentren, el asesinato de mis padres no puede haber sido en vano, ellos dieron su vida para que yo escape y no es justo que yo ahora que estoy probando una gota de libertad, deje que me la arrebaten nuevamente. Es por ello que, llego al que fue nuestro hogar meses atrás, todo sigue igual, los muebles, las fotografías... la única diferencia es que ahora muchas de nuestras pertenencias están llenas de polvo por la falta de limpieza, no tengo tiempo para revisar nada, no me puedo detener a llorar su muerte, no puedo detenerme a extrañarlos, sé que pronto vendrán por mí y necesito salir rápido. Subo a mi antigua habitación y rápidamente tomo una maleta un poco vieja, tiro ropa y artículos de higiene personal, el poco dinero que me queda, y unos cuantos alimentos que lograron conservarse en estos meses. No me cambio de ropa, no veo mi aspecto en el espejo, no hay tiempo, salgo de esa casa que alberga tantos recuerdos y me despido de ella para siempre, porque sé que no podré volver, no cuando ellos tampoco vendrán conmigo, no cuando él aún me está buscando y lo peor es, que sé que no parará hasta encontrarme, porque su felicidad siempre ha sido mi perdición.

Cuando llego al aeropuerto, siento que puedo respirar mejor, cada vez estoy más lejos, logré comprar un boleto de avión que saldría en 40 minutos, mi estado aún es alerta, donde quiera que camino siento que me están mirando, que me están siguiendo, pero cuando miro atrás o volteo mi cara hacia los lados, no veo a nadie, todo el mundo está pendiente a lo suyo, tal vez estoy siendo un poco paranoica, pero supongo que es normal tomando en cuenta que estoy escapando, trato de pasar desapercibida entre la gente, de no llamar la atención, hago todo el proceso de la maleta y la documentación, hasta ahora todo está en orden, mi avión va a partir en 20 minutos y yo ya estoy caminando por el gran pasillo lista para abordarlo, pero justo cuando voy a cruzar la puerta que me abre paso a la zona de abordaje, un señor robusto y vestido con un elegante traje negro me detiene, y me obliga a retroceder.

-Pensaste que podrías escapar, Kira? Te hacía más inteligente - y eso fue lo último que escuché antes de que todo se vuelva negro, y lo sabía, eso solo significaba una cosa...

Me habían encontrado.

Cuando desperté me sentía aturdida, desorientada, no sabía donde estaba, pero parecía una bodega, olía mucho a sangre, me levanté del suelo y empecé a caminar en busca de la salida, fue entonces cuando lo ví, no estaba sola, frente a mí había un cadáver y mi pánico aumentó, me quedé en shock, intenté salir corriendo, tal vez pedir ayuda, pero no pude, estaba paralizada,  recuerdos del asesinato de mis padres empezaron a aparecer y no pude contener las lágrimas que hasta ahora no había podido derramar, a lo lejos escuché sirenas de policía, pero aún así seguía sin reaccionar, no fue hasta que un grupo armado entró al lugar pidiéndome que levante mis manos y me aleje del cadáver que pude levantar mis ojos y enfocar a quien supuse era el oficial al mando.

- ¡Ayuda! ¡Ayuda, por favor! Alguien me ha encerrado aquí y...

- ¡Levante las manos y aléjese del cadáver! - ordenó esta vez con más fuerza, pero yo solo podía pedir ayuda una y otra vez, fue entonces cuando el oficial disparó muy cerca de mí e hice silencio, levanté mis manos y me alejé del cadáver obedeciendo cada una de sus órdenes. Logré ver como otro oficial se acercaba, me colocaba unas esposas, y me obligaba a caminar hacia la patrulla, ciertamente estaba en una bodega, pero no estaba encerrada, no había puerta, si no me hubiera paralizado y hubiera seguido buscando la salida ahora no estaría en esta situación.