Capítulo 9

Ivy Ferguson

Me dirijo a la salida de la prisión, en realidad aquí no estamos prisioneros, entramos y salimos siempre que queremos pues tanto el dueño como los guardias de este reclusorio son parte del negocio y, este reclusorio es una fachada más para el lavado de dinero, en esta ocasión tengo una reunión con mi primo Derek en unos 20 minutos, por lo que necesito apurarme para no hacerlo enojar, todo marchaba acorde al plan, tal y como se había planeado, es lo bueno de tener a un estratega como líder, todo lo analiza con suma precaución y mueve las piezas del ajedrez para que nada falle, pero en esta ocasión algo falló, su conejito de indias nos ha robado y aunque el dinero no nos hace falta, es una cuestión de respeto, no podemos dejar pasar ese tipo de cosas o todos empezarán a hacerlas. Estamos ejecutando la fase B del plan Tokio, esa que era necesaria en caso de que el plan A falle, plan que se desmoronó desde que nuestro entretenimiento Kira decidió huir y alertar a muchas personas que no estaban implicadas en lo que hacíamos.

No lo voy a negar, la chica tiene cojones, pero no sabe utilizarlos, ya sé porque mi primo Derek se enamoró de ella, ya veo porque no pudo cumplir con lo que estuvo pautado y por ello fue condenado. El auténtico Derek Oltmans siempre tuvo fallas, siempre fue débil en cuanto al romance, sabíamos que tarde o temprano su lado vainilla nos iba a afectar, pero como ya mencioné, siempre existe un plan B, y es ahí donde el actual líder entra.

Entro al restaurante donde me están esperando y visualizo a mi acompañante en una de las mesas, está esperando con un traje acorde al lugar y el menú en la mano, tomo asiento frente a él y lo saludo mientras tomo mi menú para elegir mi comida. Noto que analiza mi expresión, pero no me inmuto, siempre lo hace, es todo parte de su juego, les tiene cierto aprecio a las expresiones humanas, más aún cuando son causadas por alguna acción suya, cuando se acerca el mesero ambos le entregamos el menú con nuestra orden y nos disponemos a hablar.

- Te ha robado el dinero, ¿Qué piensas hacer al respecto? – le pregunto directamente, no necesito mencionar su nombre, él sabe a qué me refiero.

- No lo ha robado, Ivy, pensé que a estas alturas del juego ya me conocías – nota mi expresión de confusión, por lo que sigue hablando – he ordenado que se lo quiten antes de que llegues.

- ¿No pudiste informarme? Pensé que estábamos del mismo lado Jack.

Su expresión lo dice todo, mi respuesta no le ha gustado, pero debo ser franca, me dejan fuera de muchas decisiones y yo igual soy parte de este equipo, tarde o temprano ocuparé un papel más importante y necesito que me tomen en cuenta desde ahora.

- ¡No me llames así, sabes que está prohibido! Y no, no pude informarte, no sabes actuar, necesitaba que reacciones mal cuando la veas sin el dinero y fue justo lo que hiciste, pero de habértelo dicho tu reacción hubiera sido menos creíble y no voy a derrumbar mi plan porque mis peones no cumplan bien con sus funciones, así que acepta de una vez por todas que eres una más de mis fichas y, en el momento que eso no sea suficiente para ti, simplemente te reemplazo por alguien que sí esté a la altura.

- No me puedes tratar como una más de tus fichas, somos del mismo bando, estamos en el mismo equipo, luchamos por un mismo objetivo, ¿acaso no he hecho ya suficiente para que dejes de mirarme con superioridad? He estado contigo apoyando cada una de tus decisiones, buenas o malas siempre he estado ahí para ti y no he recibido nada a cambio, nisiquiera un poco de gratitud, me has hecho hacer cosas que tu padre no permitiría, y ha de estar revolcándose en su tumba porque uno de sus hijos olvidó la principal regla de este cartel y es que, buena o mala la familia va primero, es la única que está ahí cuando el resto te da la espalda, tu nivel de ambición te ha llevado lejos, y sí, has hecho un buen trabajo como líder, has multiplicado las ganancias y por ello te respetan y te obedecen, pero estás muy lejos de ser un líder de verdad Derek, de nada te servirá toda esa riqueza cuando estés tres metros bajo tierra haciéndole compañía al que alguna vez te vio como su hijo.

Su respuesta se vio interrumpida por el mesero quien traía nuestra comida, y gracias al tenso ambiente comimos en silencio, sé que una parte de él acepta que tengo razón, pero su orgullo no le permite admitirlo, él robó un lugar que no le correspondía, y yo fui tan estúpida que lo apoyé ciegamente en algo que sabía que estaba mal, pero ya es muy tarde para lamentaciones, el daño está hecho, los cadáveres enterrados y el negocio debe seguir, es el principal problema de los negocios, sin importar las circunstancias deben seguir su curso o tarde o temprano caerán, y habían demasiadas personas implicadas en el nuestro, demasiados testigos, muchas manos ya han sido manchadas en el proceso y son cosas que no podemos obviar, un mal paso nos puede poner en riesgo y si cae uno, caemos todos, porque aquí no hay inocentes, todos llevan una carga que se vuelve más pesada que la anterior y la única manera de librarse de ella es la muerte. Me pongo de pie y agradezco por la cena, él no dice nada, se limita a observar cada uno de mis movimientos mientras me marcho, no vuelvo al Centro Penitenciario de Atlanta, por hoy mi trabajo está hecho y estoy exhausta, mi cuerpo exige algo de diversión y es justo lo que le doy, tomo un taxi que me deja frente a mi destino, entro al edificio y al subir por el ascensor me encuentro a uno de los socios bajando, el "Golden Five Seasons" es un hotel de lujo en el centro de la ciudad, otra fachada del cartel, cuenta con todo lo necesario para atraer clientes e incluso tiene un casino, el ala oeste del edificio está restringida para el "personal autorizado", que en realidad son todas las personas que forman parte del negocio y residen en el hotel, por lo que saco mi tarjeta de mi cartera y la deslizo por el lector para acceder a la sede de residencias secreta, una vez dentro me baño, y me coloco un vestido corto rojo que realce mis curvas y me quede ajustado en las zonas correctas, me coloco unos tacones negros, aliso mi cabello y para finalizar me hago un maquillaje que destaque mis labios pintados de rojo.