Corazones Rotos

Capítulo 8

Kira Weigart

Voy caminando alrededor del patio del reclusorio, algunas presas me chocan disimuladamente para hacer un intercambio de droga/dinero. Esta es mi primera tarea, servir de camello. La voz se regó muy pronto y todos ya saben que estoy repartiendo la mercancía, me habían abordado en el comedor y en los baños, en una de esas escuché que una reclusa enseña defensa personal, y aunque me siento como una mierda, sé que me vendría bien aprender un poco de eso, me gustaría contactarla sin ser notoria porque no quiero llamar más la atención del cartel, y menos que descubran que estoy tratando de buscar puntos a mi favor. La chica se llama Isis, Isis Gonovet.

Según los comentarios, es una chica solitaria, da clases a cambio de dinero, y su único bando es el suyo, no ha sido manipulada por el cartel, no se mete con nadie para que nadie se meta con ella, y además, nunca se sabe a quienes entrena porque lo hace en un apartado y con discreción. Isis es perfecta para entrenarme, solo necesito conseguir dinero y podré contactarla. Cruzo la puerta del armario de limpieza y tal como hizo Ivy la primera vez que me trajo aquí, abro el pasadizo secreto que lleva a los laboratorios, se que él está ahí, y es el único que puede ayudarme a conseguir dinero.

Entre las sombras veo su silueta, el aroma de su loción me recibe, se acerca como lobo cazando a su presa y los pelos de mi piel se erizan...

- Kira Weigart de Oltmans, que te trae a mis aposentos? - dice mientras camina a mi alrededor y suspira en mi cabello.

Contengo las ganas de sacarle los ojos y coserle la boca por mencionar uno de los peores errores de mi vida, e intento ir directo al grano.

- He estado entregando tu mercancía, obedeciendo tus reglas, soportando malos tratos... creo que merezco una recompensa, algo que me motive a trabajar.

- Tonta Kira, pensé que te había dado motivación suficiente - se coloca frente a mi y acerca su cara a la mía, pero por instinto retrocedo.

- He visto como celebran los que están a tu lado, a mí también me gustaría recibir un pago, quiero dinero.

Derek suelta una carcajada antes de seguir hablando - Para que quiere dinero una despreciable presa como tú?

- No tengo nada, ni familia, ni dinero, me gustaría tener algo cuando salga de este lugar, y si estaré trabajando para ustedes por largo rato, me gustaría que me paguen con dinero- digo rogando porque se lo crea, ante la más mínima sospecha sé que me irá mal.

- ¿Qué te hace pensar que saldrás de aquí, pequeña puta? No te daré un mísero peso, así que deja de hacerme perder el tiempo y ve a vender la mercancía, tu trabajo es el pago de todos los problemas que nos has causado, y hemos invertido ya mucho dinero por tu causa, así que déjate de mamadas - me sujeta del cabello y me guía a rastras por el pasadizo, cuando llegamos a la puerta me suelta y me mira directo a los ojos - no soy tu hada madrina, así que no vuelvas a pedirme nada, limítate a seguir órdenes y no te quiero volver a ver utilizando este pasadizo a menos que uno de los míos te acompañe, LARGO DE AQUÍ!!!

 

♡●♤●♡
 

Ya es de noche, estoy contando el dinero del día de hoy para dárselo a Ivy, estas personas hacen mucha lana, en un día está mi sueldo de un mes y poco más. Tal como dijo mi pesadilla, me limité a seguir órdenes, me pase todo el día vendiendo droga, anduve regando y cobrando por toda la cárcel, no hice preguntas, ni exigencias, ni escuché más conversaciones en los pasillos. Solo faltaba media hora para mi encuentro con la perra faldera y estaba exhausta, los pies me dolían y ya necesitaba una ducha, además me había perdido la cena y tenía mucha hambre.
 

-PERO QUE MIERDA!!?? 
 

Intento forcejear con la persona que me está ahogando, alguien me colocó una bolsa en la cabeza y me están asfixiando, intento toser, pero soy más balbuceos que sonidos ásperos, siento como mi corazón se acelera, la desesperación viene a mí y entro en pánico...
 

No quiero morir, no quiero morir, joder no quiero morir.
 

Como un regalo divino la bolsa sale de mi cabeza y puedo volver a respirar, empiezo a toser agitadamente, la cabeza me duele, siento los ojos llorosos y aún me late rápido el corazón, cuando enfoco la vista para ver al causante de mi desespero no hay nadie, estoy completamente sola y para completar mi desgracia, la hija de perra que me ahogó se llevó el puto dinero.
 

-Joder!!!
Mierda, mierda, y más mierda
Maldita sea.
 

Ivy está a punto de llegar, y yo solo puedo pensar en esconderme aunque sea debajo de una maldita piedra, ahora que carajos iba a hacer, o que demonios iba a decir, pensarán que los he engañado y me he cogido el dinero.
 

-CARAJO, MALDICIÓN!!!
 

Paso las manos por mi cara intentando respirar y calmarme, pero el sonido de unos zapatos entrando a la sala solo me ocasionan más pánico, levanto la mirada y ahí está la perra que me terminará de joder, viene con su sonrisa diabólica que solo logra empeorar mis nervios.
 

-Kiraa, me ha dicho Derek que has sido una buena chica el día de hoy... que bueno que hayas recapacitado sobre tus decisiones y hayas empezado a obedecer. 
 

Nada sale de mi boca, no puedo hablar, me quedo mirándola por un rato, y veo como su sonrisa se borra.
 

- Donde está el dinero, Kira?
 

De nuevo nada sale de mi boca... ella se acerca y me empieza a revisar los bolsillos, nisiquiera me inmuto, la escucho maldecir y volverse a alejar, entonces vuelvo a mirarla y solo veo rabia, enojo, esta es la Ivy que aparece cuando algo sale mal, la misma que apareció el día que escapé.
 

- Derek hará que te cagues encima hija de perra, nadie le roba a un Oltman y vive para contarlo, así que prepárate, porque lo que has pasado no se compara con lo que te pasará de hoy en adelante, y desearás no haber nacido, o mínimo no haberte cruzado en nuestro camino -hace un amago de irse, pero antes de salir vuelve a mirarme.
 



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En el texto hay: muerte, cazador, cautiverio

Editado: 02.12.2021

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