LA NOCHE JUNTOS

Subí a mi habitación y me dirigí al baño cerrando el pestillo del baño, mientras me quitaba la ropa pensaba en el pasado de Liu, no era justo que viviese esta tortura, pero....el destino lo quiso así. Había algo en lo que me atraía hacia él, era su carácter.

Me metí en la ducha y dejé caer el agua sobre mí, me encontraba perdida en mis pensamientos, por un lado pensaba en Liu y por otro en mis padres. Su pasado me hizo recordar a mis padres. No me demoré tanto en ducharme así qui me apliqué el champú lavando mi cabello rojizo y me pasé el jabón por todo mi cuerpo. Salí del baño amarrada con una toalla.

Fui a mi closet y me puse un pijama de Mickye Mouse haciendo el dab, bajé a la sala de estar, pero Liu no estaba. ¿Donde se habrá metido este?...me dirigí al comedor y estaba sentado ahí, estaba de espaldas hacia mí y parecía que estaba viendo algo. Me acerqué asomando desde su hombro, estaba contemplando una foto de una mujer....era de cabello rubio, ojos azules y piel pálida.

-Hermosa mujer....- comenté-.

Al parecer se sobresaltó.

-Lina....¿desde cuando llevas aquí?- me preguntó-.

-Desde que te encontré aquí, por cierto...¿quien es esa mujer?- le pregunté-.

No me miró.

-No es de tu incumbencia- me contestó neutro-.

-Vale, vale...solo quería saber..- dije-.

Este se quedó callado por unos segundos y suspiró.

-Su nombre es Susan....es mi difunta prometida...- dijo en un tono triste-.

-Lo lamento....- le dije poniendo mi mano en su hombro-.

Miró su hombro donde tenía mi mano.

-¿Podrías quitar tu mano de mi hombro?, me incomoda- me preguntó-.

-Lo..lo...siento- dije mientras lo quitaba-.

Al parecer tenía una amada, le miré y una lágrima brotó del rostro de Liu. Este se levantó e imité su acción.

-¿Que quieres?- me preguntó con una voz grave y secándose la lágrima-.

Abrí mis brazos.

-Necesitas un abrazo...- dije aun con los brazos abiertos-.

-¿Que cojones dices?....Lina por favor- me dijo alarmado-.

-Liu.....- dije-.

Este no tuvo más remedio y suspiró fastidiado, poco a poco se acercó a mí. Cuando quedamos juntos lo acerqué más y lo abracé cariñosamente posible para que se sintiese bien, él no correspondió hasta que sentí unos brazos rodeándome, sonreí victoriosa. Escondió su rostro en mi hombro y empezó a sollozar de manera que yo no lo escuchara, pero le escuché.

-Eso es....suéltalo todo, no dejes nada. Estaré para lo que necesites- dije-.

Nos separamos.

-Gra...gra....gracias- dijo con la voz quebrada secándose las lágrimas-.

Le sonreí.

-A veces pienso que solo soy un bulto para este mundo...- me confesó-.

-No lo eres, sé que piensas que lo perdiste todo, pero no es cierto porque puedes encontrar a gente que te valora, Liu. No te sientas así- le dije-.

-¿Sabes?...eres una gran amiga y te envidio...- me dijo-.

Le miré sorprendida.

-¿A mí?¿por qué?- le pregunté-.

-Porque tú también has perdido lo que has amado y aún así sonríes...- me dijo-.

Suspiré

-Liu....debes darte cuenta de que el mundo solo te traerá sorpresas, puede ser buenas o malas, pero lo fundamental es no dejar se sonreír- le dije

-Gracias....- me dijo con una sonrisa-.

¿Está sonriendo?, vaya nunca le he visto sonreír y la verdad es que se ve bien cuando lo hace. Sonreí.

-Venga...pediremos una pizza con queso y pondremos música y bailaremos a lo loco..- le dije sonriendo-.

Este asintió. Cogí mi móvil y marqué a la pizzería, ya sabéis su lema...si no os traen la pizza en 30 minutos es gratis. Esperamos, puse música y nos pusimos bailar libremente por la sala de estar, terminó la música.

-Liu ahora te toca elegir música- dije jadeando del cansancio-.

-De acuerdo...- dijo sonriendo feliz-.

Pude sentir la felicidad de Liu en mi corazón, de como se divertía y eso me encantaba. De repente sonó la canción Mad Love, no pude evitarlo y me levanté a bailar, comenzó a sonar el timbre.

-Ya llegó, voy a abrir- dije-.

Me fui a abrir la puerta sin antes coger el dinero para pagarle. Ya al pagarle, Liu y yo nos sentamos a comer la pizza. Miré la hora y eran las 01:00 am

-Después de la cena, ¿vemos una peli o vamos a dormir?- le pregunté-.

-Estoy exhausto mejor me voy a dormir...- me contestó-.

Asentí simplemente. Después de comer Liu se subió a acostarse en mi habitación y yo me quedé limpiando los platos hasta que terminé, subí a mi habitación y ahí estaba él. Poco a poco me tumbé a su lado con mucha vergüenza, estábamos de frente, dormía como un ángel, le contemplé por mucho tiempo hasta que me quedé profundamente dormida.