¿corea?

¿Corea? ¡Allá voy!

¿Mí nombre? Ah si, eso que me identifica, esa... Esa palabra que te obliga a voltearte  cuando alguien la pronuncia, y sale tan lindo de la persona que amas...

- ¡Isa! - me llama mi novio desde la otra habitación.

- ¡Ya voy!

Por si lo preguntan, no, no es el la persona que amo. Lastimosamente, no, ¿qué? ¿Qué por que no le amo?

Ah bueno... Me la pusiste fácil ¿he? Simple. Me engañó. Ah! ¿Que como lo sé?... Fácil, tantas llamadas de Corea hacia aquí, tantas llamadas de aquí hacia Corea. Porque el imbécil me dejó por una tabla asiática... Aunque bueno, precisamente yo no tengo moral para hablar de eso... Yo no estoy tan buena. Bueno vale, no estoy buena.

¡Pero el me eligió así! Plana, extrovertida, chismosa y loca. ¿Que fue lo que no le Di? ¿En donde falle? ¿En que me equivoque?

Ah claro, ¿soy plana no?  Lo que importa es el buen cuerpo ¿Es eso acaso lo que buscan los hombres? ¿ES ESO? Porque si es así entonces... No hay hombre para mi en esta vida. ¿Doloroso no? Todos merecemos a alguien que nos ame, a esa persona que este dispuesta a darlo todo y que te compre helado cuando estas deprimida. ¿Qué por que yo no tengo eso? Bueno chicos, pensé que les había quedado claro...

Porque soy fea y plana.

Más resumido y simple no puede ser. ¿Que la belleza esta en el interior? Eso sólo lo dicen los feos para no sentirse tan feos. En fin.

Mi "novio" todavía no sabe que yo se que el me esta engañando. Y para colmo... Estamos empacando para irnos a Corea. Tanta insistencia me parecía sospechosa. Hasta que lo descubrí, revise cada conversación, supe leer cada palabra entre líneas he incluso unas demasiado provocadoras. Que repugnancia, que dolor, que asco. ¿Cómo pude creer que alguien como el se fijaría en mi? El caso es que su plan es dejarme plantada en Corea para irse con su amante, fíjense si es un hijo de la gran... De su madre, que en paz descanse. Su madre se suicidó cuando el tenía 17 años. Actualmente los dos tenemos 22 y estamos en la universidad, cosa que ya esta preparada allá en Corea. Yo, a escondidas de Daniel. Si, mi novio. Compre un apartamento allá en Corea. Mis padres se encuentran en Estados Unidos. Mi madre, trabajando en una línea de moda, mi padre, un exitoso empresario, he de ahí el dinero. Yo vivo en Cuba.

Si! Ese pais que probablemente ustedes ni sabían que existía. Pues les diré algo, aquí, no hay casilleros en las escuelas, no hay pupitres, simplemente mesas con un pequeño espacio debajo para acomodar los libros, no vienen famosos internacionales, nunca, no podemos ir con la ropa que queramos a la escuela, no permiten celulares dentro de esta. En fin, si sigo diciendo cosas, probablemente esta historia no se trate de mi o de Corea, sino de Cuba y de sus incapacidades. ¿Ya dije que la comida del comedor es mala?

Ok ya paro.

En fin, mis padres lograron progresar, y salir del país... Ah ¿qué por que no me fui con ellos? Simple, les diré textualmente, lo que ellos me dijeron.

- Mira Isabel, tu mamá y yo vamos a ir a trabajar, ¿tu me escuchaste? A trabajar, no puede haber distracciones ni estorbos por allá. Por tanto te quedaras aquí y tu madre y yo te mandaremos dinero, para que vivas bien y todo eso.

Todo eso ocurrió hace 4 años, ósea, cuando yo tenía 18, y hace 3 años no me mandan el dinero.

Como yo Isabel Méndez, soy demasiado orgullosa como para pedirle dinero a esos dos seres que se hacen llamar mis padres, comencé a trabajar en el comedor de una escuela primaria, no pagaban mal, pero tampoco tan bien.

Hasta que un día, me canse y decidí pedirle la cantidad perdida en estos 3 años a mis Padres, por supuesto que me pusieron quejas, como que:

- Estamos trabajando mucho Isabel.

- Mal agradecida mira como nos pagas.

- Nosotros te lo hemos dado todo.

Y demás, y demás cosas. Que sino, no terminó nunca. El caso es que al final cedieron y decidieron mandarme el dinero que me faltaba.

En fin, cuando mis padres se fueron, poco tiempo después conocí a Daniel. El desde el principio me entendió y supo darme el cariño que me faltaba, y llenar ese vacío. Cuando le pedí dinero a mis padres el me insistió en que lo utilizáramos para salir de este agujero, que fueramos a Corea, que aquí no vivimos bien y todo eso. Le pedí que me dejara pensármelo y a pesar de que accedió, siguió con su insistencia. Yo quería... No, tenía que saber de donde venia tanta insistencia, entonces, llegaron las llamadas, del trabajo no podía ser, nosotros aún cursamos la universidad, hasta que un día, que estábamos desayunando...

Unos días antes...

Me levante y Daniel no estaba a mi lado, si, vivíamos juntos, dijimos que era lo mejor para los dos. Salí y me encontré con que estaba hablando por teléfono muy cariñosamente con alguien.

- Si, yo también te quiero. - decía el sonriente a la persona de la otra línea.

Tranquila Isabel, Tranquila, seguro es su madre.

Su madre murió cuando tenia 17.

Me recordó mi conciencia.

Joder, es verdad, ¿y si es su padre?

Su padre y el no se hablan.

Mierda, es verdad.

¿Entonces?

Una amante.

No, el jamas me haría eso. O eso creo.

- No te preocupes, nos veremos pronto. - dijo Daniel aún hablando por teléfono, luego de eso colgó y yo salí de detrás de la pared en la que estuve escondida y me hice la que acababa de aparecer. - Buenos días mi amor.

¿Buenos días? Uy para ti si que son buenos. - Buenos días bebé. - me agarró de la cintura y me dio un corto beso.

- Las tostadas ya están hechas.

Tostadas con aceite y sal. Si amigo, Bienvenido al desayuno tradicional de Cuba. Esto con un jugo de mango... Mmmm, divino. En fin. Daniel se fue alegando que iría al baño... Y se dejó el celular. Pecado mortal.

Sin pensármelo dos veces, lo cogí y empecé a revisar los mensajes y los registros de llamadas. Dios! Cuando llegue a los mensajes y vi el número en Whatsapp. Supe que era de Corea. Oh por Dios. Sólo te hace falta leer las conversaciones. Están escritas en coreano, pero yo se muy bien ese idioma. Me prepare para esto. Fotos reveladoras, mensajes provocativos, había de todo en ese chat. Asco era lo que me daba ya este hombre. Allí fue cuando me enteré de su plan.




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