Introducción:
Kim Jong-un, el hijo menor de Kim Jong-il, es la figura que hoy sigue gobernando Corea del Norte. Con una transición de poder que parecía incierta al principio, Kim Jong-un rápidamente se estableció como el líder absoluto del país. Aunque fue considerado por muchos como un "heredero inesperado", su estilo de liderazgo ha seguido la misma línea autoritaria de su padre y abuelo, pero con su propio toque personal. En este capítulo, exploramos su ascenso al poder, su consolidación de autoridad y los desafíos que enfrenta para mantener el legado de su familia.
El Ascenso al Poder:
Kim Jong-un nació en 1983 o 1984, dependiendo de la fuente, y fue considerado el heredero más joven y menos preparado para gobernar cuando su padre, Kim Jong-il, comenzó a preparar su sucesión en la década de 2000. Aunque inicialmente se pensaba que el hermano mayor de Kim Jong-un, Kim Jong-chul, sería el próximo líder, Kim Jong-il optó por su hijo menor debido a su carácter y su mayor potencial para imponer control.
A la muerte de Kim Jong-il en 2011, muchos en Corea del Norte y en el mundo exterior temían que el régimen estuviera al borde del colapso, dada la juventud y la inexperiencia de Kim Jong-un. Sin embargo, la familia Kim tenía planes bien establecidos para asegurar la transición. En un proceso cuidadosamente orquestado, Kim Jong-un asumió el liderazgo de manera efectiva y con rapidez, utilizando su figura como el "heredero legítimo" de la dinastía Kim.
Consolidación del Poder:
La consolidación de poder de Kim Jong-un fue marcada por una serie de purgas y ejecuciones, algunas de las cuales fueron especialmente sangrientas. La más conocida fue la ejecución de su propio tío, Jang Song-thaek, considerado uno de los hombres más poderosos del país en ese momento. La ejecución de Jang fue un mensaje claro de que Kim Jong-un no dudaría en eliminar cualquier amenaza a su liderazgo, incluso si eso significaba acabar con miembros cercanos a la familia.
A través de estas purgas, Kim Jong-un envió una señal de que el control del régimen seguía siendo indiscutible y absoluto. La imagen de un líder fuerte y decidido fue rápidamente promovida por la propaganda estatal, y su figura se colocó al mismo nivel que la de sus padres.
La Continuidad del Culto a la Personalidad:
Kim Jong-un ha mantenido el culto a la personalidad, una herramienta esencial para el régimen, aunque con un enfoque ligeramente diferente al de sus predecesores. Mientras que Kim Il-sung y Kim Jong-il fueron representados como figuras casi divinas, Kim Jong-un se presenta como una figura más accesible pero igualmente infalible. Su imagen de líder joven y dinámico, en contraste con el envejecimiento de sus predecesores, ha sido cuidadosamente cultivada.
El régimen ha enfatizado sus logros, como su éxito en el desarrollo de armas nucleares y el fortalecimiento de las fuerzas armadas. También ha sido retratado como un líder cercano al pueblo, realizando visitas sorpresa a fábricas y granjas, una táctica similar a la utilizada por su abuelo, para reforzar su imagen de protector del pueblo.
Desarrollo del Programa Nuclear:
El programa nuclear de Corea del Norte ha sido una de las principales prioridades de Kim Jong-un desde que asumió el poder. Bajo su liderazgo, Corea del Norte realizó varios ensayos nucleares exitosos, aumentando las tensiones con la comunidad internacional. En 2013, Corea del Norte llevó a cabo su tercera prueba nuclear, lo que marcó un hito en su desarrollo de armas nucleares y en la consolidación de la posición de Kim Jong-un como líder capaz de desafiar a las potencias mundiales.
Kim Jong-un no solo ha continuado con el desarrollo de armas nucleares, sino que también ha fortalecido la capacidad de misiles balísticos de largo alcance, lo que ha incrementado las sanciones internacionales y aislado aún más a Corea del Norte. Sin embargo, su régimen ha logrado usar el poder nuclear como un medio para negociar con las potencias extranjeras, principalmente Estados Unidos y China, y asegurar el sustento económico a través de intervenciones diplomáticas.
Relaciones Internacionales:
Una de las características más notables de Kim Jong-un ha sido su enfoque en las relaciones internacionales, particularmente con los Estados Unidos. A pesar de la postura beligerante del régimen, Kim Jong-un ha logrado mantener una relación compleja con figuras internacionales como el presidente estadounidense Donald Trump, con quien tuvo reuniones históricas entre 2018 y 2019.
Estos encuentros, aunque no resolvieron los problemas fundamentales del régimen, fueron utilizados por Kim Jong-un para fortalecer su imagen como un líder global que es capaz de sentarse con potencias mundiales, lo que le otorgó un cierto reconocimiento en el escenario internacional. Sin embargo, la relación con Corea del Sur ha sido mucho más complicada, con momentos de diálogo y acercamiento seguidos de nuevas tensiones.
Desafíos Internos y Sociales:
Dentro de Corea del Norte, Kim Jong-un enfrenta una serie de desafíos internos. Si bien el régimen sigue siendo represivo, el país ha experimentado algunos cambios sociales y económicos, aunque de manera muy limitada. En algunos casos, las sanciones internacionales y la presión económica han llevado a algunos cambios en la forma en que la economía se maneja, aunque la gran mayoría de la población sigue viviendo bajo condiciones de pobreza extrema.
El régimen sigue siendo una máquina de control social, donde los opositores son severamente castigados y el sistema de vigilancia es omnipresente. Sin embargo, algunos informes indican que, aunque el control sigue siendo férreo, hay señales de pequeñas fisuras dentro del sistema, especialmente en las generaciones más jóvenes, que tienen acceso limitado a información externa.