Nacido en 1984, Coreus fue creciendo como cualquier otro niño. Sus padres querían que él fuera futbolista, incluso lo metieron en un equipo, los Dragones, siendo el mejor, los guió una y otra vez a ganar la copa. Pero él jugaba fútbol como un pasatiempo, ya que su verdadera pasión era descubrir lo que había más allá de nuestra comprensión, y comenzó a experimentar. A los 10 años, descubrió la cura de un virus que atacaba a todo el mundo y era muy contagioso. Evidentemente, le pusieron un ojo encima, y el presidente tuvo varios encuentros con él ofreciéndole trabajar para el gobierno.
Pero Coreus tenía otras intenciones. Era más inteligente de lo normal. Quería ser un héroe para todo el mundo, quería encontrar la cura de todas las enfermedades, quería acabar con el terrorismo, las drogas, y todo eso. Tenía una meta muy clara.
En su escuela, él era uno de los más listos, además de su mejor amigo Max, quien quería ser policía de mayor. Max sabía lo que Coreus quería con su futuro, y lo ayudó. A los 15 años, Coreus quiso modificarse, pero como esto era casi imposible, empezaron a construir una especie de Cyborg. Y si me preguntan de dónde sacaban los materiales, ellos los robaban o simplemente les pedían a sus padres que los consiguieran. Estos eran muy ignorantes, así que sí, se los conseguían. Su madre era cirujana y su padre mecánico, así que también pedían alguna que otra cosa prestada para su hijo.
Max también tenía otro sueño aparte de ser policía: quería ser la criatura más veloz del planeta y ser más rápido que el sonido. Y como Max ayudaba a crear el Cyborg de Coreus, este lo ayudó a crear algo para que fuera tan veloz como el sonido. Ellos trabajaron durante varios meses en esto.
Un día en la escuela cambió el rumbo de todas las cosas, de todas las ambiciones y objetivos de estos dos amigos. Entró una niña nueva a su preparatoria, era tan hermosa como una rosa en su máximo esplendor, un amanecer visto desde la montaña más alta. Su cabello era tan pelirrojo como el rubí, sus ojos eran como si vieras una lluvia de estrellas en plena noche, su voz como la de una sirena cantando con pasión. Todo de ella era perfecto, y como era de esperarse, ambos se enamoraron perdidamente de Lyra, ese era su nombre.
Ninguno de los dos sabía que ambos estaban enamorados de ella, y siguieron trabajando juntos. Ambos intentaron enamorarla de una forma u otra, pero ella no buscaba un romance en ese entonces, y afortunadamente ninguno sabía de eso, al menos no en ese entonces.
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Editado: 01.04.2025