Coreus

El velocista

Coreus pudo haber buscado a Max, pero no perdió tiempo. Él había instalado la IA más inteligente dentro de él y solo bastó con pedirle que lo localizara. ¿Dubai? ¿Qué carajos hace en Dubai? Voló hasta allá. Ahora podía volar, como límite, a treinta mil kilómetros por hora, era demasiado rápido, y llegó en menos de una hora. En cuanto llegó, estaba en una especie de desierto, y no había nadie. La IA no podía localizarlo, no sabía qué pasaba.

Algo lo golpeó por atrás, y después por delante, y así sucesivamente. Estando en el suelo, ve a alguien: a Max.

—¿Te gusta? —le dijo Max—. Ahora soy más rápido que el maldito sonido.

Max había terminado su proyecto también, y cuando Coreus se levantó, lo siguió golpeando una, tras otra, tras otra, hasta que lanzó una micro granada al suelo, y en cuanto sintió el golpe en la espalda, lo explotó. Max salió volando. Ahora era el turno de él de atacar y le disparó en el hombro.

—¿En serio todo esto es por ella?

Max se desapareció sin decir nada.

El cristal estaba en una bodega, y tenía que ir a recuperarlo de inmediato antes de que cayera en manos equivocadas. Entonces fue a buscarlo, pero solo estaba en el suelo. Cuando lo agarró, se le nubló la vista otra vez y oyó un "tal". Lo agarró y se lo llevó a su casa, pero al llegar, estaba custodiada por decenas de militares. Así que fue a buscar en diferentes laboratorios las herramientas que necesitaba para saber qué tenía ese cristal y cómo lo había usado Max para su beneficio. De la nada, oyó alguien tocando la puerta de uno de los laboratorios.

Abrió la puerta, y afuera estaba... el mismo.




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