Cuando Coreus despertó, se encontraba atado a una silla. Miró a su alrededor, confundido y asustado. Frente a él, estaba un hombre extraño, alguien que se veía exactamente como él, con el mismo rostro y los mismos ojos. El miedo se apoderó de él y, con la voz temblorosa, le preguntó:
—¿Quién eres?
El hombre sonrió de forma enigmática y respondió:
—Mi nombre es Eternalis. Y sé lo que tienes, lo que estás llevando dentro de ti.
Coreus frunció el ceño, sin comprender. ¿Qué estaba pasando? ¿Quién era este hombre y cómo sabía tanto sobre él? Entonces, Eternalis comenzó a hablar de algo más allá de su comprensión, algo que cambiaría su perspectiva para siempre.
—Lo que tienes en tu poder es más que solo un cristal. Es un artefacto con una memoria propia, una energía de otro mundo. Y, al descubrirlo, deberás enfrentarte a ti mismo, luchar contra tu propio destino y huir de lo que te espera. Pero si quieres entenderlo, tendrás que escuchar.
Coreus, aun desconcertado, no pudo evitar sentir una extraña mezcla de curiosidad y miedo. Necesitaba saber más, y no pudo negarse.
Eternalis continuó explicando que el cristal no solo poseía una fuerza inmensa, sino que también almacenaba una memoria de eventos pasados y futuros. Coreus vio en una pantalla el video que el cristal le transmitió, mostrándole a Max usando la energía del cristal para cargarla en una batería. Pero cuando esa energía no fue suficiente, Max entró en su casa y robó el cristal. A través de otras imágenes, se reveló cómo Max había encontrado un científico en Dubai, quien descubrió que el cristal podía manipular el tiempo. Usaron el poder del cristal para crear un reloj capaz de ralentizar el tiempo y moverse a través del espacio, otorgándole a Max una velocidad imposible de alcanzar para los humanos.
Coreus sintió cómo su corazón latía con fuerza mientras veía la secuencia de eventos. Al final del video, Max mató al científico de forma brutal.
—El cristal no solo puede ralentizar el tiempo —continuó Eternalis, con voz grave—, puede manipularlo. Puede hacerte viajar entre diferentes momentos, y no solo dentro de tu propio tiempo... sino a través del multiverso. Tienes una oportunidad, Coreus, una oportunidad para detenerlo, pero necesitas entender cómo funciona.
Eternalis levantó otro cristal ante él. Este brillaba con una intensidad que parecía atravesar las leyes del espacio y el tiempo, y sin más explicación, lo cruzó. Desapareció en un destello de luz.
Ahora, Coreus se encontraba solo, con más preguntas que respuestas. Pero sabía lo que tenía que hacer: debía crear un artefacto capaz de soportar el poder del cristal y detener a Max antes de que fuera demasiado tarde.
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Editado: 01.04.2025