Capítulo VI

Una fiesta no era una buena opción. Ni el momento adecuado. Lo cual enfureció a los aldeanos. Que mientras ellos morían de hambre la familia real hacia fiestas.

A la mañana siguiente. Muchos aldeanos furiosos gritaban obsenidades. Con antorchas y rastrillos. Una protesta.

El rey salió al balcón y observó todo:

—¿¡Que sucede?!—preguntó.

—¡Sucede que morimos de hambre!—respondió un hombre.

—¡Ustedes se dan la buena vida con nuestro oro y nosotros morimos aqui!—gritó una mujer.

—¡Debería dar el oro a un horfanato o darnos comida!—sugirió un muchacho.

—¡Ni salir de aqui podemos! ¡Cada que lo intentamos nos devuelven a este infierno!—gritó una anciana.

—¡Amado reino! ¡En nombre de mi familia pido perdón por lo ocurrido! ¡No es nuestra intención hacerles sentir molestos...—mientras todos miraban con atención al rey los guardias se preparaban para lanzar flechas a los aldeanos.

—Ahora—dijo la reina y flechas volaron por los cielos. Una aterrizo en el ojo de un hombre mientras que las otras en piernas. Espalda o brazos de los aldeanos. Todos corrieron gritando horrorizados. El rey se burló de ellos y se fue a comer.

Elena observaba todo mientras negaba con la cabeza. Desaprobaba la conducta de su padre pero tenía prohibido opinar sobre el tema.

"Cada quien maneja el reino como sabe"

Recordó las palabras de su madre mientras se dirigía a la cocina:

                               ***

El gigante comedor se extendía por toda el salón. Hecho de madera. Con puestos para 20 personas. Sobre ella el mejor banquete de todos. Ensaladas. Pavo. Carne. Frutas. Jugo. Leche. Café. Frutos del bosque. Comidas tipicas del reino entre otras más deliciosas opciones.

El rey comía pavo como un animal mientras subía los pies a la mesa. Elena comía silenciosamente su ensalada mientras la reina cortaba la carne. Una comida silenciosa y aburrida.

—Padre... Me parece de muy mal gusto lo que hiciste con los aldeanos—opinó Elena mientras su padre la veía fijamente.

—Fingiré que no oí eso.

—Padre es nuestro reino. Gracias a ellos tenemos una gran cosecha. Barcos. Oro. Comida. Petroleo.

—Elena guarda silencio—hablo la reina mientras la observaba con desaprobación.

—Y nosotros aqui dandonos la buena vida. Muchos de ellos estan muriendo y no hacemos nada. Me parece injusto. Deberiamos darles algo de comer. O donar oro al orfanato. O ayudar los enfermos o...

—¡Al calabozo. Con solo una manzana y agua por cinco horas!—grito su padre mientras los guardias se la llevaban y encerraban en el calabozo.

La princesa observó todo con lágrimas en los ojos. Telarañas en las paredes. Cucarachas. Un inodoro sucio. Una pequeña ventana con barrotes y un...

—¡AHHHHHHHH!—gritó mientras observaba un esqueleto. Comenzó a llorar y a gritar como loca mientras exigía que la dejarán salir.

Al ver que nadie le hacía caso se fue al rincón. Se hizo un ovillo y lloró. Por el castigo. Por su reino y por el temor de pensar que acabaría como el esqueleto.

                               ***

Pasadas seis horas es liberada mientras los guardian le apuntan con espadas para que camine. Cabizbaja pero agradecida camino. La princesa fue escoltada a la oficina de su padre. Este al verla se acercó rápidamente y luego recibió una gran bofetada que la hizo caer al suelo.

—No vuelvas a cuestionar mi reinado Elena.. Ya sabes lo que pasa—amenazó el rey para luego irse y dejar sola a su hija. Que se fue a su alcoba mientras lloraba silenciosamente.

¿Algún día acabaría este martirio?

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Sé que estan MUY molestxs conmigo por esto pero primero que nada:

1.-Pido perdón. Recuerden que es un reino dominado con mano de hierro y que el rey es MUY machista.

2.-No se molesten conmigo que yo lxs amo y me quedo hasta tarde para escribir caps y cocinarles galletas :(

Tengan una 🍪

*c va lentamente*