Coronavirus una vida nace después de la muerte

DESPEDIDAS INESPERADAS

Era 8 de Abril cuando recibí una llamada del Dr. Rogelio hermano de David que me puso muy intranquila, el también presentaba los síntomas de COVID, su papá y su mamá estaban internados en el Hospital del Seguro Social y estaban más delicados que él, su llamada fue para preguntarme como estaba por su voz temía que me encuentre contagiada, él ya tenía fiebre, dificultad para respirar, dolores musculares, sus palabras fueron que él se encontraba estable y que me cuide, yo le agradecí y traté de darle palabras de aliento. 

Luego de un par de horas nos informaron que mi sobrina que se encontraba hospitalizada al parecer estaban demorando en hacer efecto los antibióticos y tenía conjuntivitis, a ella también le realizaron las pruebas de COVID, cultivos y otros exámenes para descartar que tenga la enfermedad u otra complicación, pues el resultado fue de Aidee fue positivo, y era necesario descartar que Juanita tenga el Virus, para bebés necesitan unos hisopos especiales y uno de los ángeles que cuidaba de mi sobrina consiguió que un laboratorio particular le donara los hisopos. 

Ese día fue muy estresante sentía que el corazón se me salía, me arrodillé y le pedí a Dios que salvará a la familia de David y que salve a mi sobrinita que se encontraba sólita hospitalizada y tenía ya 6 días sin conocer a su mamá. 

Por otro lado mi hermana lloraba por la pérdida de su esposo, la veía algo incómoda por el traje con el que yo la asistía pero conversamos ese día y le dije que era por el bien de las dos, ella con lágrimas en los ojos recordaba que David también se despidió de ella antes de ser entubado, pidió que cuide de sus hijas y la verdad trataba de ser fuerte para no llorar con ella y transmitirle fortaleza pero mi corazón estaba destrozado, sentía que vivía una pesadilla. 

Cuando tienes un familiar con COVID mucha gente cae en la ignorancia que así te encuentres en tu casa puedes contagiar, sentía la mirada de los vecinos cuando solía sacar la basura mirarme con temor y los comprendo porque la enfermedad reacciona diferente en cada cuerpo. 

Recuerdo un día la calle llena de niños con sus padres haciendo volar las cometas pues en Ecuador el toque de queda inicia a las 14:00 pm  y termina a las 5:00 am, pero eran  las 15:00 horas y niños en la calle sin mascarilla, en ese momento abrí la puerta, saqué la buscara, y tenía la costumbre de igual rosear alcohol para que la persona que  coja esa funda no se contagie, me vieron que salía con el traje de Bio-seguridad y no quedó un niño en la calle, todos literal se guardaron en sus casas, por un momento me sentí algo incomoda, pero luego sonreí porque logré sin planearlo que se queden en sus casas. 

Luego de estar en una casa sola con mi hermana aproximadamente una semana nos hicieron visitas domiciliarias el Ministerio de Salud Pública, nos tomaban los signos vitales, digo nos tomaban porque al estar expuesta cuidándola también podía contraer el virus, gracias a Dios no tenía síntomas y mi saturación estaba bien, solo un poco de taquicardia pero me medicaron para eso, una doctora muy amable nos habló de la palabra de Dios, pero lastimosamente nunca recibió mi hermana un tratamiento para el COVID, yo hacía remedios caseros que mi Aidee me molestaba y se reía diciéndome "Ñaña tú me tienes full hierba y full polvo". 

Luego de  14 días de realizarse la primer prueba le hicieron una segunda prueba y al día 15 la tercer prueba para verificar si el virus seguía en su cuerpo o ya le salía NEGATIVO, justo cuando se estaba realizando la última prueba nos dieron una gran noticia Juanita ya le habían dado el alta médica pero no podía estar con mi hermana ya habían recibido los exámenes y mi sobrinita era NEGATIVO, gracias a Dios ella nació sin el virus fueron momentos de mucha alegría ella estuvo en casa de mis padres con sus hermanitas mientras esperábamos los resultados, mi Mamá nos hizo una vídeollamada y vimos a nuestra pequeña guerra que nos derretía de ternura. 

Era un 16 de abril cuando recibimos las noticia que el Dr. Rogelio se encontraba hospitalizado porque  los síntomas persistían y yo con una gran angustia, tristeza, la familia de David eran todos muy respetados en nuestra ciudad gente al servicio de la comunidad y era injusto como una enfermedad se ensañaba tanto con una familia.

Amaneció 17 de abril y todo parecía normal, pero en horas de la tarde la mamá de David falleció, me daba tanta pena, tanto dolor mis sobrinas habían perdido a su abuelita paterna, su tío estaba hospitalizado y su abuelito igual delicado esa noche le pedí mucho a Dios que ya paren las muertes. 

Pero no es lo que uno quiere es lo que Dios decide y al siguiente día Dios decidió llevarse al abuelito paterno de mis sobrinas y como decirles a ellas que fallecieron sus abuelos, si mis sobrinas pasaban llorando por la muerte de su papá. 

Dios me estaba dando una lección de vida, aún no soy madre, no estoy casada y yo era una mujer muy futurista, con decirles que desde Diciembre compré mis boletos para el viaje que había planificado en mis vacaciones para este mes de mayo y David era igual, practicaba con Dayra el Vals para sus 15 años, habían planeado un viaje este año a Panamá al mundial escolar de Ajedrez para que ella participe, le decía que sería un papá "muy celoso" y que él la acompañaría a todos sus bailes. 

Ahora Dayra llora y recuerda que se quedaron muchos sueños por cumplir, que los dos viajarían a torneos como hasta Diciembre del año pasado lo hicieron cuando viajaron a Buenos Aires - Argentina al campeonato SUDAMERICANO DE AJEDREZ,  ahora la familia recibe apoyo psicológico para poder ayudarla a ella y sus hermanitas a salir de esta dura prueba que nos puso la vida. 




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