20/04/2009
Velocidad, poder, astucia, persuasión, sabiduría, inteligencia, carisma, determinación.
Entrega, valor, solidaridad, lealtad, empatía, honestidad, humildad.
Respeto, compasión, gratitud, paciencia, misericordia, perseverancia, justicia.
Amor y Amistad.
Ya no hay forma de detenerme. Ahora me he vuelto el dueño de este infierno. No importa cuántas veces tenga que regresar aquí; tomaré y blandiré mi arma contra aquellos que amenazan mi felicidad. No doblegaré mi voluntad ante nada en este mundo, porque alguien necesita de mi ayuda. Levantaré la frente en alto ante el mal y lo enfrentaré con optimismo, con una enorme sonrisa en mi rostro.
Desde hoy, a partir de ahora, el miedo se ha esfumado de mi corazón y ha sido cubierto solamente por lo que me hará vivir para siempre: Amor.
— ¡Mueran! —Grité con gran entusiasmo, a la vez que despertaba de aquella pesadilla— ¡Ja, ja, ja! Tal vez no pueda eliminar estos sueños, pero con eso será suficiente —dije a la nada, recostándome nuevamente en la cama, sonriendo y viendo el techo de mi habitación.
«Increíble… han pasado casi tres años desde que por primera vez conocí a Gin. El día que lo vi, instantáneamente me enamoré de él. Creí en un principio que solamente sentía esas cosas por confusión, pero después me di cuenta de que efectivamente siempre había sido homosexual.
Nunca lo hubiera creído antes, pero con el tiempo, fui aceptándome y estuve descubriendo todo sobre lo que soy, la sociedad que me rodea y las personas en las cuales puedo confiar, así como en las que no. Todo esto fue mi preparatoria, mis estudios de media superior, hasta que por fin llegué a la universidad, donde el “destino” me dio una oportunidad para acercarme a Gin. Y así, al fin lograr una amistad con él como lo deseaba.
Velozmente ha pasado un buen rato desde que ambos nos hicimos cercanos y pronto congeniamos demasiado, incluso comencé a hacerle uno que otro berrinche tonto a mi amigo. Pensé que eso me separaría de él, pero de alguna forma me unió más. Gin siempre ha tenido novia, no obstante, desde que somos amigos, no ha formado una nueva relación con una chica. No sé qué pensar de eso, simplemente puede estar cansado de siempre tener que estarse preocupando por una mujer, o tal vez le gustó estar un poco más con amigos que con una novia. Ni idea.
Estos meses han sido fantásticos, no tengo duda de ello, y mejor de todo es que hace apenas tres días, Gin me besó. Hicimos una tonta apuesta y terminé ganándola de la manera más ridícula posible, obteniendo el privilegio de recibir mi primer beso, el que jamás olvidaré.
No tengo idea de qué me depara el futuro, pero sé que hoy será un día grandioso. Yo lo sé».
Cerré mi computadora después de escribir eso en mí ahora bien nombrado: diario electrónico. Después de lo del beso, me vi forzado en comenzar a escribir todo lo que me sucede en un documento digital, para así recordar siempre lo que he sentido. Tal vez después escriba una historia ficticia de ello, aunque aún no sé cómo la nombraré.
Irónico, pero… estoy feliz de que sea lunes, por obvias razones. Las cosas se ven muy normales a mi parecer. Fui a clases y pasé el día como siempre; Gin se veía totalmente normal el día de hoy, como a diario, y nuestros amigos se comportaban más alegres de lo normal, o tal vez yo estoy más alegre de lo normal, no lo sé, hay cosas que simplemente te hacen la vida hermosa. Como tu primer beso.
«Bastante» es poco para describir lo feliz que me siento, tanto que, durante los siguientes días, todo fue sobre ruedas, aunque los exámenes están ya muy cerca y la tarea parece ser interminable; mas no tengo problema con todo ello, pues sé que las cosas no podrían estar mejor en mi vida.
La vida se me ha vuelto mucho más sencilla. Cada vez que me siento estresado o tengo problemas con algo: cierro los ojos, me concentro y siento cómo Gin me besa cálidamente, haciendo que todo lo malo desaparezca.
En poco tiempo ya ha llegado el tercer día de la semana, y me encuentro en mi casa con mi hermana, comiendo a gusto a su lado, hasta que ella terminó y se levantó del lugar para lavar los platos, empezando una pequeña conversación conmigo.
— ¡Vaya! Alguien sigue de muy buen humor.
—Gracias, Sarah.
—Me da mucho gusto verte sonreír así. No lo hacías desde que tenías siete años.
— ¿En serio? No lo sabía.
— ¿Hay algo que me quieras contar?
«Sí, estoy enamorado de Gin y me ha besado. Ha sido el momento más mágico de mi vida y estoy estúpidamente feliz, porque no tengo ninguna razón para estar triste en este momento. Hasta en mis pesadillas parezco tener el control», todo eso lo pensé cuando me preguntó aquello. Obviamente, esa no iba a ser mi respuesta, Sarah no acepta que soy gay y la verdad ya no deseo tocar el tema. Es mejor decir una «mentira blanca».
—La escuela comienza a ser muy fácil y ya nadie me molesta como en la secundaria o la preparatoria. Estoy muy a gusto, la universidad es totalmente distinta.
—Pues sí, acá ya todos son adultos y no estamos en Federaciones Unidas como para que haya gente molesta durante la etapa de la universidad. En Sentilis eso se acaba en la preparatoria y gracias al cielo que jamás se vuelve a repetir. Sabes, vamos a celebrar tu buen humor, este fin de semana saldré de viaje y cuando regrese, te prometo traerte un pastel de tres leches con fresas.
— ¡Sí, mi favorito! Pero… no tienes que hacerlo, hermana.
—Sí tengo, me pones de muy buen humor todos los días que despierto y te veo con esa hermosa sonrisota —una vez que explicó eso, se acercó a mí y me apretó mi cachete derecho. Comúnmente, me molesta que toquen mi cara, pero en esta ocasión me pareció lindo—. ¡Vez, inclusive no te molesto eso! Esto es para abrir una botella con cien años de añejo.
— ¡Exagerada! —No sólo a Sarah, a todos mis amigos y compañeros, hasta a los maestros contagio con mi brillante sonrisa. No hay nadie a mi alrededor que no sea cautivado por mi gigantesca felicidad y es totalmente entendible, pues me considero la persona más feliz en el mundo entero en este momento.