26. La administración del hogar

Bellamy.

Tres años antes.

Conocí a Shoula, Shunammite y Kala poco después, al principio eran muy reservadas, ni siquiera levantaban la mirada del suelo. Menos cuando la esposa de nuestro "amo" estaba rondando.

Pero un día mientras hacíamos los quehaceres del hogar Kala habló por primera vez, lo primero que dijo fue "Disculpa por las molestias" pesé a hacer solo simples palabras sin sentido fueron un soplo de aire fresco para mí corazón, no había escuchado otra voz más allá que la de mí amo en mucho tiempo, por eso me alegro muchísimo poder escucharla. También eran muy cordiales, cada vez que una de nosotras se sentía mal o estaba en su periodo otra la reemplazaba al momento de ir a la cama con ese hombre, sin importar qué nos cuidamos entre nosotras. La señora de la casa es quien administra el hogar, por ende a nosotras, ya que no somos más que una extensión de la propia casa, solo somos muebles con rostros bonitos, sólo eso. Ella se encargaba de que no engordamos demasiado, también de distribuir entre nosotras quehaceres domésticos que no impliquen dañar la suavidad de nuestra piel o alguna clase de peligro.

Sé que ella nos odia.

"Lo hace porque sabe que eres pura, porque eres perfecta y no una pecadora como ella"

Lo se, lo entiendo bien.

Conocí su nombre una noche en que a Kala le tocaba ir a dormir con nuestro señor, ella entró en la habitación sin permiso y él le gritó, estoy segura de que la golpeó. Como esposa una de sus tareas es enviarnos con su marido cada día de la semana, desde el primer día que es domingo hasta el último día que es jueves, el viernes y sábado son suyos, de ella y su marido, aunque también tiene los martes bajo su dominio. Él la odia. Quizás porque ya es muy vieja y la primavera la está dejando, sigue siendo hermosa, pero no tanto como una joven como nosotras podemos ser, a pesar de todo son pocas las faltas de obediencia que he notado en ella, siempre sumisa y elegante, siempre obediente. Darla se llama.

Por lo que sé su matrimonio fue bastante tardío, generalmente las mujeres son casadas a una edad temprana, la edad de preparación para el matrimonio inicia desde los diez años, a los trece ya podemos ser casadas o comprometidas, la mayoría de madres de alto rango hacen lo posible para que sus hijas se casen después de los diecisiete, cuando la edad fértil está en su apogeo, después de los diecinueve ya no son tan deseadas, es difícil para una mujer de alto rango casarse a esa edad con un buen hombre. Darla se casó a los veinticinco. Más por capricho de su padre que porque alguien haya pedido su mano en matrimonio, ya llevaban casi veinte años juntos, pero sin un hijo a la vista.

Su fecha de caducidad se estaba acercando, si dentro de diez meses ella no da a luz un hijo varón, nuestro amo tendrá el derecho de casarse con otra mujer, una fértil que pueda darle los hijos que por veinte años ha anhelado, pero que su esposa le ha negado. Lo conozco muy poco, pero lo que conozco de él es su tacañería en algunos aspectos y sé con certeza que él no planea cortejar a otra mujer, darle regalos y traerla a casa, no cuando ya tiene a cuatro a su disposición. La candidata más selecta es Shunammite, fue la primera en llegar, la primera Novia, por ende la que más tiempo ha estado a su lado, además de su bello ser, pero también Shoula es una gran candidata para esposa, según se sabe todas las mujeres en su familia son sumamente fértiles.

Al no tener hijos, nuestro amo ha sido la burla por años, ya que no tener hijos es símbolo de debilidad y falta de masculinidad, por eso me imagino que está ansioso de que el tiempo de caducidad de su esposa se cumpla, para así poder tomar a otra mujer en su lugar. Tener dos esposas, hijos y dos Novias lo harían ver cómo alguien muy poderoso, y su masculinidad jamás sería puesta en duda, sería poderoso en todo sentido, ya lo es, su familia es sumamente importante y eso lo convertía en la vergüenza de la familia, no tener ni un solo hijo y haber malgastado veinte años de su vida con una mujer infértil lo atormentaba.

Por eso creó que fue la razón por la cual quiso adelantar el proceso.

"Eres perfecta, mereces una vida mejor, lejos de la maldad, pero cerca de la pureza"

Quería ya tener una segunda esposa, para ello debía probar que su esposa no era fértil, un médico iría a verla la semana que viene, pero el señor lo adelanto todo, si lo probaba y se mostraba herido por ello cabía la posibilidad de que nada malo pasará, al contrario, le darían permiso de tener a una segunda esposa y podría así reparar su orgullo.

El día llegó.

Curiosamente Darla parecía muy orgullosa, llevaba puestos sus mejores ropajes y sonreía con disimuló, eso enojo a nuestro señor, cuyo nombre supe muchísimo después. Ella se recostó en la cama con suavidad y abrió las piernas para que el médico la revisará, así lo hizo y cuando todo el proceso termino, el médico se lavo las manos y rápidamente Darla se levantó, colocándose al lado de su esposo.

— ¿Y bien? — pregunto él con impaciencia, ya todos sabíamos el veredicto, él solo quería escucharlo y ser libre de tomar a su siguiente mujer.

El médico estuvo a punto de hablar pero un sonido sordo lo interrumpió. Darla corrió como alma en pena al jardín frente a su habitación y devolvió los mismos alimentos que está mañana habíamos consumido. Su esposo la siguió más por compromiso que por preocupación, pero el terror se veía grabado en su expresión, cuando él regreso, con su esposa en brazos el médico dictó la sentencia que acabo por dañar aún más el orgullo de nuestro amo.

— Ella está embarazada de un mes.

Y eso fue más que suficiente como para que nuestro amo se volviera loco, nos quitó las insumos para no quedar embarazadas y practicaba con nosotras todos los métodos físicos que sabía para que el embarazo pudiera darse. Estaba decidido, aunque Darla diera a luz un hijo él jamás se detendrá, estaba cansado de aquella mujer que tanto daño le había causado y quería otra esposa, sin importar qué tendría una esposa.