Nota:
Acontinuación verán como Bellamy experimento la muerte Gyula, demostrando asi su mal estado mental y fanatismo.
Bellamy.
Los verdugos toman a Gyula y lo cuelgan en las espinas de hierro y madera, la sangre brota y todos cantamos, bailamos y adoramos, es un dia de gozo y plenitud. Me acerco a la estructura y abro mi boca, dejando que la sangre de Gyula bañe mis labios. Con que asi es el sabor del pecado. Gyula será sacrificado, como el pecador que es. Mírame, Gyula, mírame, por mi te has salvado del pecado. Pero cuando menos me doy cuenta ya no está respirando. La pobre rubia ingenua de Chloë grita y suplica sin parar, si esta asi, es por su propia voluntad, hubiera aceptado su destino de complacer a nuestros señores por la eternidad, pero no, ahora deberá pagar por su osadía en Grimore, quizás muera, pero eso no importa en verdad, necesitamos niños puros y perfectos que reinen el mundo que forjaremos junto a nuestros dioses para ellos.
Bailó, danzo y me rió, porque la gloria universal me ha observado y les he agradado, porque como sacerdotisa me han escogido. Desde ahora, yo, Bellamy Lovec, lideraré los sacrificios y cultos a mis dioses, pero en especial a mi diosa, quemaré el incienso en su honor y derramaré sangre en busca del perdón.
De repente la lluvia aparece y el fuego se enciende, los truenos rugen y veo la silueta de una gigante mujer que desciende de las nubes.
La Benevolente está aquí.
El fuego intergaláctico ha llegado. Desciende del cielo y abre el infierno.
¡Oh! Alma abatida, ¿Pero que has hecho? ¿Por qué no aceptaste la verdad cuando te la dijeron?
Rezaré asi, pues, por la paz de tu alma y la fidelidad de tus pensamientos, ruego yo entonces que, mientras ardas en la fosa del infierno, entiendas y comprendas la verdad, asi entonces quizás, el universo acepte tu perdon y te reciba en la galaxia con fervor.
La diosa, su poder glorioso, su fuerza. La Benevolente se alza con su gigante gloria a través de las montañas con sus ojos de estrellas y sus vestiduras finas eran el mismísimo firmamento, con sus manos que han sostenido generaciones y siglos de justos, y pecadores, sostienen una espada, la espada de la justicia, su belleza eterna se ve eclipsada por la sangre que tantos herejes han derramado, sus rizos de oro flotan en el cielo, avanzando firmemente por el universo. Ella levanta su espada encendida en llamas y con ella prueba a Gyula, la espada los traspasa y la sangre brota de la tierra, los elegidos claman su gloria y los pecadores siguen con su paranoia. Sus labios que miles de sentencias han dictado se abren y haciendo temblar las entrañas de la tierra grita:
― ¡CULPABLE!
Abro mi boca cuando los órganos de Gyula caen del cielo, sintiendo el sabor metálico de su pecado.
― ¡Sino recibes en este mundo justicia lo recibirás en el siguiente!
Gritaron las estrellas con fervor.
― ¡CULPABLE!
― ¡CULPABLE!
― Pecador.
― Hereje.
― Mentiroso.
― Manipulador.
El Hacedor desciende del universo, materializandose en la tierra, con su lanza en mano reafirma la sentencia de su diosa:
― ¡CULPABLE!
El Excelso emerge de las profundidades del abismo marítimo, en donde custodia la entrada a otros mundos, es asi como, con su daga de lagrimas sentencia:
― ¡CULPABLE!
¡Oh! Alma abatida, ¿Pero que has hecho? ¿Por qué no aceptaste la verdad cuando te la dijeron?
La tierra ruge, el infierno terrenal ha llegado, ¿Es ese su destino? El espacio de los espíritus no lo ha aceptado, es más, lo ha negado, lo ha aborrecido y odiado, su pecado es grande, no será perdonado, debe ser castigado. Las almas pecadoras se abren paso en el infierno y ruegan ir directamente a la galaxia eterna, donde la paz habita y el justo es su favorita. ¿Que han hecho estas almas? ¿Que han hecho? La gloria los ha abandonado, el castigo eterno será su regalo
"Vivirá asi pues, el pecador en una bruma de oscuridad galáctica y será consumido por el fuego espacial."
Las almas del pasado hablan y regañan a los herejes futuros.
Condenado.
Debes ser castigado.
Condenado.
Pagaras por tus pecado.
Condenado.
Y serás perdonado.
Ni los rezos de millares de almas lo salvaran, este es su destino, el pecado final ha sido reclamado, su alma perecerá por los siglos y milenios, vagando por el espacio por siempre y para siempre, quizás sea perdonado, pues la misericordia de los dioses se ha ganado al ser martirizado.
Fuiste tu, Gyula, sabes que fuiste tu.
Sembraste el caos en la perfección.
Mataste a fieles.
Condenado.
Debes ser castigado.
Y nuestros muertos honrados.
Los tres dioses han sellado su sentencia y con gracia nos aceptan, mientras los impíos los niegan y los fieles los veneran.
Sus ojos de estrella me observan y con complacencia me bendicen, pues a una diosa he venerado y alabado, su magnificencia será recordada hasta el fin de las eras, Benevolente, madre de todos y todo, diosa universal, pecado placentero, tu, diosa mía, que de la sangre de su vientre surgieron los planetas y de tus lágrimas las estrellas serás recordada y venerada hasta el final. Descansa, diosa mía, de los infieles yo me voy a encargar.
El mundo de los espíritus no es el fin, es el comienzo, tan infinito como el universo.