Corre hacia tus sueños

Capitulo 3

Todo el día estube pensando en el concurso y en qué me dirían mis padres al saber que cantaría para ganarme una beca en una escuela que no si quiera se cuál es pero al saber lo que dijo aquel chico pienso que es muy buena.

Al salir de la escuela me diriji a casa para ir por Dante y salir un poco a caminar, me vería con Daniel en la heladería ya que hace mucho calor y no lo soporto, por lo tanto algo frío me vendría muy bien y ya que no tengo tareas de la escuela puedo darme un respiro.

-Ya regrese - dije al entrar a mi casa, pero no recibí respuesta por parte de mi madre que era la única que sabía que estaría en casa, pues mi papá va a trabajar todos los días.

Al parecer mi madre no está, agarré un pedazo de papel y  un lapicero de mi mochila y comencé a redactar un aviso a mi madre diciendo que saldría a dar un paseo junto con Dante y Daniel.

Empecé a acomodar la casa ya que estaba en un desorden para asi irme después. Me vería con Daniel más tarde por lo tanto me daba tiempo de cambiarme y realizar uno que otro que hacer en la casa. Una vez termine fui con la vecina que cuidaba de Dante cuando nadie se encontraba en casa, toque un par de veces.

-Ya voy - escuché la voz de mi vecina aún que con un poco de desesperación en su voz. Tardo unos segundos para que abriera la puerta - que bien que eres tú, este pequeño no a dejado de llorar desde que tú mamá me lo dejo - dijo, me invitó a pasar y eso fue lo que hice.

-De pura casualidad le dijo a dónde iba - pregunté, ya que mi vecina y mi mamá se llevaban muy bien.

-Solo me dijo que volvería dentro de un rato y como vio la hora de que tú ya casi llegarías de la escuela, me dijo que te lo entregara cuando te viera. De echo ya iba a ir a tu casa para ver si ya habías llegado - contesto. Comencé a agarrar a Dante con mucho cuidado para que no se lastimara.

-Bueno, muchas gracias por cuidarlo, espero y que no allá causado muchas molestias.

-No te preocupes, sabes que estoy disponible con tal de que ese pequeño no se quede solo- me dijo - por cierto, porque te haces cargo del bebé si no es tuyo y no tus papás? - pregunto con cierta curiosidad que pude notar al ver su cara.

-Porque mi mamá no puede con el cargo de un bebé por su enfermedad y mi papá por el simple hecho de que no le agrada tenerlo- comenté y empecé a caminar para dirigirme a la puerta - nos vemos vecina

Salí de su casa y me diriji a la mía por las cosas de Dante, que no podía olvidar en caso de cambiarlo de pañal o de ropa. Tomé su pañalera y salí de casa.

La heladeria no estaba tan lejos, por lo tanto me límite a caminar.

-Ya empiezas a crecer mi pequeño, al paso que vas serás muy alto, apenas tienes 1 año y mírate ya estás muy grande - dije y baje mi mirada para ver esos ojos cafés que me encanta ver y al hacer muecas con mi cara el empezó a darse un poco de risa, hasta que sentí un golpe leve en el hombro que hizo que se callera la pañalera que llevaba.

-Lo siento, venia un poco desprevenido y no te vi - dijo un chico, su estatura era un poco alta, sus ojos azules como el cielo tan ipnorizantes, su cabello de colo negro de lado, y sus labios un poco rojos que dan ganas de besarlo... Que rayos estoy diciendo concentrate.

-No te preocupes, yo también venía distraída - dije y baje la mirada para ver si mi pequeño estaba bien, el se percató a lo que me refería. Alcé la mirada y ví su mirada que me encantó, luego de un cambio de miradas que fue interrumpida por el llanto de Dante, él comenzó a agacharse para recoger mis cosas que se habían regado ya que la mochila iba abierta, yo por otro lado empecé a mecer al bebé para que dejara de llorar.

Una vez que guardó silencio, el chico me entrego la pañalera, con las cosas ya metidas.

-Asi que te llamas Grecia - lo mire un poco confundida y él lo noto - lo ví en una credencial que tenías ahí, solo la mire tantito por curiosidad - dijo, y me acordé que por error había dejado la credencial de mi escuela para que pudiera ingresar ahí, y es así como viene a reaccionar.

-Si, así me llamo, aunque no debería decírtelo ya que no se quién eres ni se tú nombre - dije.

-Lo siento, me llamo Darién, acabo de llegar aqui por razones personales y estoy un poco perdido - así que se llama Darién, muy bonito, como sea creo que me tengo que ir ya - por cierto el bebé se durmió -dijo señalando hacia mis brazos donde lo tenía.

-Si, gracias - hablé, ahora tenía sentido el porque de repente deje de sentir su movimiento, me concentre tanto en la persona que tengo en frente que ni me di cuenta - bueno adiós, me tengo que ir.

-Fue un gusto conocerte Grecia, espero verte pronto - me dijo, y comencé a caminar ignorando lo que dijo al último porque se que no existen casualidades y no lo volvería a ver, aunque me encantaría. 




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