Capitulo 4

-En que piensas- Daniel me lo pregunta por décima vez pero de nuevo no respondo.

Había llegado hace media hora a la heladeria y lo único que realice fue saludar a Dani, pedir mi sabor de helado, sentarme a que llegara para después acabarmelo y pensar en aquel chico que conocí y el cual no me lo he podido sacar de la mente.

-De acuerdo, te perdí- empezó a decir - no se en que rayos piensas pero llevas minutos así y me preocupa. Ya sé si no sales de tus nubes, les diré a tus papás que te inscribiste al concurso de canto para obtener un beca.

Y así fue como reaccione.

-Ni se te ocurra hacer eso Daniel Frins, si lo haces te daré una buena paliza que se te quedará marcado para toda la vida - amenacé.

-Bien pero no me regañes. Por cierto no me gusta que me llames así - se quejó.

-Ok, hasta a mí me sonó raro llamarte con tu nombre completo.

-Oye, ya me dirás qué es lo que estabas pensando y que con eso me diste el avionazo.. - el llanto de Dante fue el que interrumpio a Dani, así que comencé a calmarlo ya que muchas personas comenzaron a fijar su mirada hacia donde yo me encontraba.

-Ya pequeño, tranquilo - comencé a tranquilizarlo.

-Creo que será mejor que nos vallamos de este lugar - dijo una vez pagado los helados y comenzó a caminar hacia afuera, yo por mi parte lo seguí ya con el llanto de Dante un poco menos ruidoso, hasta que después de uno minutos guardo el silencio total.

Caminamos hacia mi casa, ya que me dijo que se quedaría con mi vecina.

Se preguntarán el porque, pues muy sencillo, mi vecina es la tía de él y que aprecia mucho.

-Estaba pensando en un chico al que me encontré de camino a la heladeria - empecé a decir referente a lo que me estaba preguntando cuando estábamos allá.

-Asi que fue por eso que te perdí por mucho tiempo - puso una cara de que está pensando en algo- y quién era, lo conozco? - preguntó curioso.

-No lo creó, ni siquiera yo lo conocí - dije y desvíe el tema porque si seguía hablando de él, haría lo que fuera por encontrarlo y verlo aún que fuera un segundo, así que no, no quiero terminar como una loca buscando a un extraño que solo conocí por unos minutos.

Llegamos a nuestro destino y cada quien se fue para su casa, yo a la mía y pues el a la de su tía.