Cortos De Terror

"YO TE CONSEGUIRÉ, MI BONITO Y TU PEQUEÑA ALMA TAMBIÉN" - repito a la misma vez que el mísmisimo Krueger. Siento que me golpean y hacen que me silencien para seguir mirando hacia la pantalla donde se desarrolla la película. La maratón se reproduce como cada sábado viendo sagas de terror y en este caso era "LA PESADILLA EN LA CALLE ELM".

Cuando era pequeña, le tenía pavor a todo relacionado al terror, sentía que algo iba por mí. Una vez salí al baño mientras la luna llena alumbraba mi ser y cuando volvía vi que tenía una forma extraña y que se hacía mas grande al mirarlo más. Era una persona en escoba que volaba e iba en mi dirección, logré atinar y cerrar la puerta mientras se golpeaba con fuerza queriendo despertar a mi pequeña hermana. No dejé que entrará hasta que dejó de sonar. Al abrir la puerta no había nada más que una mariposa negra. 

Pero un día dormí temprano y cuando desperté estaba dando una saga que era de Freddy Krueger que me dió paz y alegría, me divertía como ahora cada escena me parecía irreal.

Al contrario de los demás, habia empezado a coleccionar espejos, donde dormía frente a uno, velas e incienso y de paso tenía un gato negro que ahora había desaparecido. Seguro por la bulla que sonaba de las personas a mi alrededor. Ya ninguna película me hacía sentir terror.

Al acabar, sólo eran las 2:30 am. Todos ocuparon una zona, todo estaba cerrado. Me recosté en la cama y cerré los ojos.

"¿Me amas? - me decía alguien tan hermoso que no sabía que hacer ya que su belleza era incomparable"

"Sí - digo sin pensarlo"

"Entonces, ¿Aceptas irte conmigo?" Antes de poder decir algo más, todo se volvió oscuro y logré gritar ya que algo me jalaba de la cama, despertando a las demás. Algunas miraban qué era, otras me jalaban hacia ellas.

Asustada y pensando que era un mal sueño me pareció ver una anciana a través del espejo que sonreía, era tan notorio a pesar de la oscuridad que aparecía. Todas después del susto volvieron a dormir pero no duró mucho cuando de pronto empezó a sonar la ventana que daba hacia el exterior, como si alguien intentará abrir. Un ladrón. Sólo mi prima y yo nos despertamos, una se dirigió hacia la ventana mientras agarraba la linterna. 

Al prender mi prima gritó, para ver una mano negra que entraba por la ventana pero al ser alumbrada se regresó. Salí corriendo y vi que las ventanas estaban aseguradas y decido salir valiente o cobarde por la puerta para ver hacia los lados dónde sólo un extraño silencio que ni lo grillos cantaban.

Entré y vi a mi prima salir del baño preguntádome a dónde habá ido y cuando le dije de la mano, me miró como si estuviera loca, ya que ella no estaba enterada de nada.

Varios días alguien me jalaba pero siempre despertaba a tiempo, el mismo sueño de siempre hasta que un día frente a mí había una silueta larga y más negra que la misma oscuridad. Llegaba al techo, sus brazos largos y al parecer me daba una sonrisa, miraba con ¿dolor? mi muñeca que había cortado por tanto susto que ya estaba alucinando, estaba fresca pero se acercó y fijo hacia mi mano, la tocó y se volvió en una fina cicatriz. Escuché sus palabras fuerte y claro que me cuidaría, durmiendome en el proceso.

Después de eso, dejé de soñar con la persona hermosa y las despertadas de la madrugada. Volví a mi vida normal y continué, hasta que se me ocurrió hablar con un psicólogo que de frente fui arrastrada al manicomio dónde me encuentro pero no por eso, sino porqué le dije exactamente cómo iba a morir y qué cosa lo seguía. Sabe cómo yo que es cierto pero lo niega, le dije una forma depara evitarlo y no hizo caso. Así que no me sorprendió las noticias dónde aparecía muerto tal cómo le dije. Suspiré. Se lo advertí, volteó mientras veo cómo cada paciente tiene detrás de él o ella una cosa o bien de luz o de oscuirdad. Se que él está cuidandome así que todo normal.




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