Cortos De Terror

AMOR ENFERMIZO

¿Qué es el amor? ¿Cómo sabes que lo es? En tu vida, ¿Lo sentiste?

Bueno desde mi punto de vista, el amor es complejo. Desde puntos de vista, el amor es tan grande y se le da de diferentes formas a cada persona. Yo no quise. En serio lo trate de evitar, pero no funcionó.

Lo conocí en mis peores momentos, estuvo ahí consolándome, entendiendome y siempre para mí. Ocultaba todo lo referido a lo que iba a hacerme daño, me ganaba miradas curiosas y despectivas cuando lo miro. Era hermoso, todo lo que una mujer quería. Su cuerpo era de lo más lejos atractivo pero su corazón era lo más bondadoso de mi vida.

Lo veo y no lo creo, siempre ahí con una sonrisa cuadrada mirándome, acariciandome, siempre tan atento. Sus caricias eran lo mejor, siempre hacía como si me hiciera daño pero lo evitaba y me cubría con sus brazos, diciendome palabras reconfortantes.

Me escapó cada día para verlo, siempre encontrandolo escondido detrás de aquel árbol viejo dónde lo conocí. Me sonríe y pasamos todo el tiempo juntos. Me siento segura con él, mi corazón se enternece cada vez que ayuda a pequeñas criaturas a volver a su lugar. Siempre lo veo en cada momento que puedo.

Hasta cerrando los ojos, lo veo. Lo amé desde el principio que lo conocí, estando atenta y con una sonrisa que se borraba cuando se iba. Siempre soñaba estar juntos, pero algunos decían que no era sano. Miraba por encima a los demás que se creian superiores porqué ellos si podían proclamar su amor. En cambio, yo lo ocultaba, no podía decirlo. No estaba permitido nuestro amor, talvez sólo sería un amor unilateral. Pero me gustaba.

Lo amaba tanto que cada cicatriz lo demostraba, mi cuerpo era un indicio del amor y promesa que le tenía. Ahora el me miraba medio extrañado de cómo pude hacer tal aberración con una aguja. Él no respondía cuando lo busqué hasta que hice lo que hice. Salí a un lugar oscuro y decidí hacerme pequeñas heridas con una aguja pero no duré mucho tiempo sola. De pronto llegó una persona con intenciones malas, decía que me haría sentir mejor, no le creí. Así que sacó un cuchillo, me rodeó y antes de que pudiera hacer algo, salté y clavé la aguja en su ojo quitandole en el proceso el cuchillo. Acuchillandolo tantas veces que me gusta como sangra, parece una estatua formándose de dolor en una posición incómoda pero preciosa.

Ahí recién apareció, ya no me miraba extrañado, me miraba furioso quitandome el cuchillo y desapareciendolo. Se acercó al hombre y lo desapareció. No me importó a dónde fue, estaba feliz de qué estaba aquí. Se acercó a mí y sólo abrí mis brazos para sea lo que sea me haga completamente suya. Pero no siento nada, abro mis ojos donde no sabia que los habia cerrado. Miró alrededor y no había nadie, estaba intacta y las pequeñas cicatrices seguían ahi, las heridas no estaban sanadas. Lágrimas brotaron de mi, me dí cuenta que había ido muy lejos. No volvió, ni acudió a mis gritos, no me atreví a hacer lo mismo.

Y me quedé esperandolo, tuve amores pasajeros pero nadie me daba la sensación de amor que él me daba. Lloraba cada día por él, esa maravillosa persona o como dice mi psiquiatra. Mi alucinación perfecta, mi sombra favorita.

No dice nada cuando habló del hombre, porqué nunca se encontró un cuerpo pero si desaparecido, no me creyó. Como siempre. 

De nuevo modificó mis medicamentos y me mandó a tomarlas, mientras me dirigían hacia mi cuarto, logró verlo en una habitación, me sonrié y saluda para luego voltear a ayudar a otra persona que no soy yo. Pero aun así lo seguiré amandolo y lo esperaré hasta mi muerte. Que esta mas cerca de lo que creen.

 




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