Su sonrisa es todo lo que está bien en este mundo, hacerlo reír se siente como si estuviera contribuyendo con la humanidad.
Su risa es lo más patético, su voz se agudiza y produce el sonido más gracioso, lo irónico es que me gusta también. La suya es de esas risas que dan más risa que el chiste, única, inconfundible.
Ahí fue cuando me di cuenta que estaba perdida, cuando su risa graciosa empezó a parecerme hermosa.