Cosas que pasan...

Viene la abuela

¡Qué lindo era cuando la abuela Dorila iba a visitarnos! Ella vivía en el campo al igual que nosotros, pero quedaba a unos quince kilómetros de dónde estábamos viviendo. Por eso, no iban tan seguido a visitarnos.

Nosotros tampoco íbamos seguido para su casa, porque nuestros padres terminaban tarde con sus labores en el campo. Es así, que cada vez que iba la abuela a visitarnos era una gran alegría para todos.

Mi abuela conversaba mucho, y a veces, enredaba las conversaciones, porque ya era una persona mayor. Pero, nosotras escuchábamos sus historias muy entretenidas.

Ella hacía un trabajo que ya casi nadie hacia. Hilaba lana de oveja en una rueca y luego con la lana obtenida, tejía buzos, camperas y medias de lana. Muchas personas le hacían encargue de sus tejidos y , a veces, no daba a basto con los pedidos. 

También recuerdo que, por hacer estas tareas, abuela se atacaba seguido de dolor de espalda y estaba varios días en cama. Cuando fui grande, recién pude comprender por qué era tan doloroso ese dolor de espalda y el trabajo que realizaba. 

Ella siempre decía que quería que alguna de sus nietas, siguiera su tradición. Pero, lamentablemente ninguna continuó su tradición. Ahora entiendo que hubiera sido bueno, para poder decir con orgullo, "ésto me lo enseñó la abuela Dorila".




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