Fueron pasando los días...

Llegó el día en que el médico debió informar a mi padre que el resultado de su operación, requería un tratamiento especializado el que se realizaría en Montevideo Si bien, no estuvo muy convencido de realizarlo, se lo hizo porque sus hijos se lo pedimos. 

Seguramente no es fácil para ningún médico tener que comunicarle a un paciente su diagnóstico, pero en este caso el diagnóstico dado no fue tan preciso porque yo había ido unos días antes a hablar con el médico y pedirle que fuera lo más leve posible con su diagnóstico. Yo conocía muy bien a mi padre y había escuchado decirle varias veces, que en caso de tener cáncer, él no realizaría ningún tratamiento. En este caso, estábamos justamente ante un tipo de cáncer.

Fue así, como orden médica mediante, papá aceptó realizarse el tratamiento donde tuvo que viajar dos semanas de lunes a viernes a Montevideo. Recuerdo muy bien que viajaba en ómnibus , se iba a las 4:45 hs y regresaba a las 21:30 hs. Fueron largos días por los que tuvo que vivir, sólo quién ha atravesado por este proceso sabe de qué les estoy diciendo.

Fueron pasando los días, y el tratamiento hizo efecto positivo, al menos eso fueron los resultados de los análisis que se realizó. Después, vino el alta médico y papá pudo volver a su vida normal: trabajo, fútbol los días domingo en su querido club.