Una caída no es tropezón

En mi casa mis padres trabajaban en un tambo. La leche era vendida a una fábrica de productos lácteos. Pero había un señor de la zona que nos compraba un tachito con 2 litros todos los días. El señor tenía un comercio y la señora elaboraba tortas para vender.

Por lo general, la llevábamos nosotros la leche, a veces venía el señor a buscarla cuando la necesitaba de apuro por algún imprevisto. Una mañana mi padre me mandó a llevarla en moto, una Yamaha 50. Ese tipo de motos tenía cuatro cambios , los que debían cambiarse apretando el embriague.

Esa mañana, mi hermano Danilo que era menor que yo, quiso ir e insistió en manejar él. Mi padre lo dejó porque dijo que así iba aprendiendo de a poco a conducirla. Pero, no se aprende de la noche a la mañana. En la entrada de mi casa, había un largo de unos cien metros hasta el portón, con una curva incluida con una cuneta de unos 30 cm de profundidad.

La cuestión fue que mi hermano salió conduciendo la moto, yo llevaba el tachito de leche en la mano. Él puso el cambio de primera y aceleró, de inmediato puso segunda y aumentó la aceleración. Pero, el problema fue que iba tan rápido, que se asustó y se olvidó de doblar en la curva, o al menos frenar para poder doblar.

El resultado fue que caímos adentro de la cuneta con moto y todo, y para completar, el tacho de leche cayó encima mio volcándose toda la leche . Por lo tanto, fui bautizada temprano con leche. Por suerte, no nos lastimamos, Sólo fue el rezongo hacia mi hermano de por qué no había doblado o al menos, frenado. A lo que él me respondió: "Estoy aprendiendo".

Claro, tenía razón. Estaba aprendiendo y quizás la opción de aprender en el camino de entrada a mi casa, no era el más factible. En el costado de la entrada de mi casa, había otro camino de tierra que casi nunca se utilizaba, por lo que las próximas clases fueron en ese lugar , que era un camino recto y sin balasto.

Hoy después de tantos años, nos acordamos y nos reímos. ¡Qué caída que nos dimos! y qué lindos recuerdos de tiempos vividos en nuestra niñez.