Aprendí a bordar...

Desde niña veía que en mi cama tenía un almohadón bordado con mi nombre; nunca me había dado cuenta de preguntar quién lo había hecho o de dónde había salido. Esa semana de vacaciones de julio, donde había llovido toda la semana, le pregunté a mi madre quién había hecho ese almohadón.

Me explicó que ella los había hecho, por eso teníamos cada uno en la cama el almohadón con nuestro nombre. Le expliqué si era muy difícil hacerlo, a lo que me contestó que no. Es un bordado en punto cruz, sobre tela arpillera hecho con lana. También se puede hacer con hilo de bordar a mano.

-¿Y yo puedo hacer?-le pregunté. Me contestó que por supuesto, sólo debía tener paciencia para aprender y que a la tarde, me iba a explicar cómo se hacía. Que fuera al galpón y que trajera de allí una bolsa de arpillera limpia y sana.

Así fue como esa tarde con mucha paciencia mi madre comenzó a explicarme cómo se bordaba en punto de cruz. Me enseñó lo básico , es decir cómo hacer el punto. Después, con el tiempo fui aprendiendo a sacar los moldes de una revista llamada "Labores", donde había muchos diseños: flores, animales, letras, números, paisajes.

Fue así cómo empecé con este hobbie que lo realizo hasta el día de hoy, por supuesto cuando estoy de vacaciones. He hecho almohadones con nombres, paisajes, personajes de dibujos animados. Hasta ahora no he vendido ninguno, sino que los que he hecho los he regalado, Pero quizás, más adelante me decida para hacer para vender.

También hice en otro material que se llama canevá , bordados en punto cruz pero con hilo de bordar. Me animé a hacer el diseño bordado de la Plaza de Toros de Colonia. Algunos diseños los hago directo y otros los saco , primero en papel cuadriculado con los colores correspondientes y luego los comienzo a bordar en la tela correspondiente.

Realmente es un trabajo que me encanta hacer, es algo que me entretiene mucho. Muchas personas que han visto mi trabajo me dicen qué paciencia para hacerlo. Siiiii, lleva mucha paciencia, pero antes de estar perdiendo el tiempo sin hacer nada productible, es preferible hacer algo que te guste y que sea útil para la casa. 

Me gustaría poder enseñar a bordar a otras personas, quizás algún día lo pueda hacer. Por ahora, sigo bordando en mis telas para adornar mi casa.