Cosas que pasan...

Las cosas son como son...

"Las cosas son como son" así lo decía el cantaautor uruguayo Pablo Estramín en una de sus canciones. Cuesta a veces, creer en algunas personas cuando te hacen algún cuento acerca de alguien en quién tú confias ciegamente y piensas que no va a hacer algo que te haga daño.

Pero la realidad muchas veces es engañadora. Tú ves algo de alguien y en realidad, se te presenta ante ti como lo que tú esperas ver. Quizás somos nosotros mismos,  que con nuestro proceder, provocamos que esa persona actúe frente a nosotros de determinada manera, siendo su realidad totalmente distinto.

Lo cierto es, que cuando estaba estudiando magisterio, una "compañera" se presentaba ante el grupo de una determinada manera, pretendiendo ser una persona colaboradora con todos, con una personalidad avasallante pero contemplativa. Pero, la realidad no era esa.

La primera acción que nos demostró eso, fue cuando dos profesores nos pidieron actividades importantes para realizar, con el mismo plazo de entrega. Le manifestamos nuestro problema de falta de tiempo y ellos, nos hicieron comprender que necesitaban las calificaciones de esos trabajos para cerrar los promedios. Ante sus negativas, tuvimos que sacar tiempo de dónde no teníamos para poder realizar las actividades. En ese tiempo, no existía el drive donde las tareas se pueden ir haciendo en forma simultánea, virtual y en forma colaborativa entre todos los participantes.

Pues bien, todos llegamos con las entregas de los trabajos. Pero, sucedió que al otro día nos vinimos a enterar que un grupo de trabajo, encabezado por esta compañera , había hecho trampa. Habían pago a otra persona para que realizara su trabajo, con lo que implicaba su deslealtad pues llevarían ventaja en cuánto a calidad del trabajo y tiempo insumido especialmente.

¿Cómo nos enteramos? Esa persona que les había realizado el trabajo, comentó sin saber a una compañera de la clase que estaba realizando esa tarea para un grupo de chicas de nuestra clase. Obviamente que, al saberlo esta compañera, lo comentó en la clase ante todo el grupo, manifestando que había personas que no habían realizado el trabajo realmente sino que habían pagado para que se los hicieran.

La reacción de ese grupo de chicas fue tan desagradable, que inmediatamente comprendimos que no estábamos frente a un grupo de "futuras docentes" fiables, pues negaron rotundamente la acción. Pero, desde ese momento, nos dimos cuenta realmente quiénes eran, en especial ella que era la líder del grupo.




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