Nuevo año, nuevo comienzo

Siempre hay un primer día de clases, primer día de clases dónde las interrogantes se repiten todos los años; ¿Cómo serán mis alumnos?¿Les caeré bien? ¿Les gustarán mis propuestas? ¿Lograré atraerlos? ¿Qué pensarán sus familias acerca de mi?

Seguramente mis niños también tendrán cuestionamientos: ¿Cómo será la nueva maestra? ¿Nos pondrá deberes todos los días?¿Sus trabajos serán difíciles?¿Será amable? ¿Tendré compañeros nuevos? ¿Jugaremos todos a la hora del recreo?

Todos los años estas interrogantes se repiten para todos: niños, docentes, familias. Y es así porque la vida es un círculo, al comenzar un nuevo año todo se repite. Quizás las generaciones de estudiantes vayan cambiando, los juegos, la forma de ser del niño, la forma de pensar, pero en definitiva todos pasamos por estas etapas.

Todo nuevo comienzo tiene su consecuencia, todos tenemos esperanzas, pensamientos y deseos de que sea de una determinada manera; pero a medida que va transcurriendo el tiempo vamos descubriendo lo que va aconteciendo. Debemos estar preparados para el cambio, porque así lo dictamina la vida. No siempre pasa lo que nosotros queremos, pero debemos actuar de acuerdo a nuestra ética docente según la cual fuimos formados con pilares como la solidaridad, comprensión, empatía, cooperación. Siempre se debe ser auténtico, para esperar de los demás lo mismo.