Cosas que pasan...

Un microondas por favor...

No siempre trabajé en escuelas públicas, Durante seis años tuve el privilegio de trabajar en un colegio privado. Seis años de bellas experiencias compartidas con docentes de diversas generaciones, que contribuyeron a mi formación docente.

Obviamente que durante esos seis años hubieron distintas instancias que quedaron en mi mente. Un año se organizó salida didáctica de fin de año a una ciudad cercana, distante a unos cincuenta kilómetros. El grupo era quinto año, integrado por 16 estudiantes.

Se les pidió a cada uno que llevaran su alimentación: desayuno, almuerzo y merienda. La cuestión es que se había dialogado varias veces con los chicos, además de enviar comunicados escritos a las familias y de realizar una reunión de padres informativa.

Con el desayuno no hubo ningún inconveniente, cada uno llevó su juguito con alfajor o bizcochos correspondientes. El problema se suscitó a la hora del almuerzo. Una de las niñas llevó para almorzar ensalada con milanesas. El problema fue que ella no comía milanesa fría. Gran sorpresa nos llevamos los docentes, cuando la niña en cuestión comenzó a pedir: "Un microondas por favor", en el medio del campo. 

Los docentes nos mirábamos y no lo podíamos creer, porque se había informado de varias maneras durante semanas y la familia de esta niña, la envió con una milanesa para comer, sabiendo que la milanesa sólo la comía caliente. Sinceramente insólito. Fue tan así, que aún lo recuerdo. 

Pero para completar la información, les cuento que la madre de la niña era docente también, entonces eso fue lo que más  ilógico nos resultaba a todos. ¡Cómo se lo podría haber ocurrido semejante idea! En fin, la niña comió sólo la ensalada, trayendo para su casa la milanesa, la cual aseguraba iba a calentar en el microondas.

 




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