Los recreos en aquella escuela eran entretenidos: muchos niños jugando en el patio, partido de fútbol tradicional, charla de maestros contando anécdotas de las clases, etc, hacían que la media hora pasara muy rápido
Pero, siempre hay una anécdota que sobresale a las demás. Cuando estábamos en lo mejor del recreo, llegó un jugador de fútbol reconocido de la selección uruguaya: Cavani. ¿Cavani? siiiiii, en realidad era el rostro de Cavani en el cuerpo de alguien que no podía pasar desapercibida en la escuela.
Era Susana, la secretaria, que había elaborado con sus propias manos una careta del jugador de fútbol. Se la colocó y allí salió a dar vueltas por el patio, alborotando a todos los niños del patio, que dejaban de jugar para seguir el recorrido de ella, al son de la canción: "Soy celeste..."
Y como todo buen recuerdo, no podía faltar la selfies con los maestros que nos encontrábamos en el patio. Siempre sucedía en cada recreo algo distinto, algo que hacía de esos recreos que fueran entretenidos.
Y tampoco faltaban las peleas de niños, esas eran infaltables. Recuerdo, el recreo dónde discutían dos niñas porque sus madres estaban organizando el cumpleaños de cada una. Y casualmente, las madres habían elegido el mismo diseño por lo que la discusión se tornaba entorno al motivo de cumpleaños que usaría cada una para adornar el salón.
Hicimos sentar a las dos niñas para que charlaran y entendieran que no era importante que ambas tuvieran el mismo motivo de cumpleaños. Cuando por fin, estaban poniéndose de acuerdo, llega "Cavani" a sugerir que podían utilizar su rostro para motivo de cumpleaños.
Ambas niñas la miraron y se rieron y dijeron qué cómo iban a hacer un cumpleaños con diseño de "Cavani". y por qué no le contestó Susana, ¿acaso no soy lindo? Ambas volvieron a reirse y comprendieron que tenía razón en lo que decía, que cada una podía usar el motivo que más le gustase y que no había diseños para niñas ó diseños para niños. Los diseños son universales y no tienen sexo.
Cuando sonó el timbre que indicaba la finalización del recreo, ambas niñas se habían puesto de acuerdo: ninguna de las dos elegirían el diseño propuesto por sus madres, lo elegirían ellas mismas de acuerdo a sus gustos.