¡Qué suerte!

Estando trabajando en mi cargo efectivo como maestra, surgió la posibilidad de realizar un curso para trabajar en Ciclo Básico Rural. Si bien el curso era para docentes que ya estuviesen trabajando en esas escuelas, podíamos inscribirnos los interesados. 

En la escuela dónde trabajaba nos anotamos tres maestras, pero ninguna de las tres teníamos experiencia en esas escuelas. Realizadas las inscripciones, aceptaron a las docentes inscriptos con experiencia y como sobraban cupos, realizaron sorteo entre los inscriptos sin experiencia.

En el sorteo, fui una de las agraciadas con la posibilidad de realizar el curso. El curso duraba un año y era muy intensivo, por lo que debía estudiar bastante y en algunas oportunidades, debía viajar a Montevideo. Pero, tenía la posibilidad de realizarlo y eso era lo más importante. 

Así que decidí realizar ese curso, el cual debía estudiar todos los días, realizar actividades a través de internet y un sábado por mes debía viajar a Montevideo. La aprobación de ese curso me permitiría tener mejores posibilidades de elección, al trasladar mi cargo para el departamento de Colonia.

Fue una verdadera suerte haber sido sorteada. Y no podía desaprovechar la oportunidad, así que la aproveché, a pesar del cansancio del trabajo y del estudio que tendría por delante. Como dice el dicho "Las oportunidades se dan una vez en la vida, y hay que aprovecharlas".