Cosas que pasan...

Mis hijos

Cuando tenía veintiocho años me casé. Tuve cuatro hijos: gemelas llamadas Ciliana y XImena y dos varones Juan Gabriel y Matías. Las gemelas nacieron hacía tres meses había perdido a mi padre, quien padecía cáncer. Ellas llegaron para llenar mi vida, pues eran tiempos muy difíciles.

A los ocho años llegó Juan Gabriel, que nació en el mes de abril. Y a los tres años después, nació Matías. De los cuatro, Matías es el hijo con el cual  he  tenido varios problemas. Cuando hacía quince años de casada, decidí separarme porque la relación no funcionaba. 

Siempre me caractericé por ser práctica: si algo no funciona, para qué seguir estirando la relación. Cuando me divorcié sentí un alivio especial porque empecé a entender que la vida era diferente, que sola podía hacerme cargo de mis hijos y de la casa. Justo fue cuando elegí la efectividad en el departamento de San José, asi que me iba temprano y volvía de tardecita.

Fueron tres años, donde mis hijos debieron aprender a valerse por si mismos durante el día; debo reconocer que fueron mis hijas las que supieron cumplir el rol de protectoras, pues fueron las encargadas de suplirme cuando yo no estaba.

Gracias a la vida por tenerlos, aunque a veces me hagan rezongar son mi tesoro mejor. Son la mejor parte de mi vida, y por ellos continúo adelante. ¡Ojalá todos los padres tengan la posibilidad de valorar a sus hijos!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.