Hay pensamientos que no se dicen en voz alta.
Hay sentimientos que se quedan atrapados entre la garganta y el pecho, esperando salir, pero sin saber cómo. Este libro nació de esos momentos. No es una novela. No tiene héroes, ni finales felices garantizados. Es un conjunto de fragmentos, pedazos de emociones, reflexiones sueltas que escribí en noches largas o en silencios que dolían. Cada capítulo es una pequeña ventana a cosas que todos sentimos, pero que pocas veces nos animamos a mirar de frente: el miedo, la soledad, el duelo, la nostalgia, el amor que no fue, la amistad que cambió, la duda, la esperanza. No escribí esto para darte respuestas. Lo hice para que la soledad no sea la acompañante de tus temores. A veces, leer lo que otro sintió, aunque sea parecido a lo tuyo, ya es suficiente.
Este libro es para quienes sienten demasiado. Para los que piensan hasta cuando no quieren pensar. Para quienes todavía creen que algo hermoso puede salir del caos.
Si encontrás aunque sea una frase que te abrace, entonces ya habrá valido la pena.