Todos conocemos a Coreus: su historia, cómo encuentra el cristal y transfiere su conciencia y dominio a un cuerpo cibernético. Tiene una épica batalla con quien había sido su mejor amigo, y al final, se dirige a vivir con Lyra, su amor. Todo parece terminar con un final feliz, como en los cuentos.
Pero en este universo, las cosas no sucedieron de la misma manera. En este universo, cuando Coreus nacía, algo horrible ocurrió. En la madrugada, bajo la luz de la luna llena, la noche estaba en su máximo esplendor, pero esa misma noche, su madre falleció. No pudo ver los ojos de su recién nacido, su hijo.
En el universo original, el padre de Coreus llegó justo a tiempo al hospital. Venía del trabajo y, al llegar, vio a su esposa, quien con una sonrisa maternal cargaba a su bebé. Era un momento lleno de esperanza. Pero en este universo, el padre de Coreus nunca llegó a tiempo. Cuando se enteró de la muerte de su esposa, el shock fue brutal. Abandonó su trabajo de inmediato, nervioso, y salió corriendo para llegar al hospital lo más rápido posible. Pero el destino le jugó una cruel jugada. El padre nunca llegó. Y, en cierto modo, todo esto fue culpa de su mejor amigo. O al menos, eso fue lo que él creía. ¿Cómo podía imaginar que su mejor amigo, alguien a quien confiaba su vida, tomaría una decisión que alteraría todo?
Verán, el padre de Coreus tenía un amigo, alguien a quien conoció en un día trascendental para su vida: el día que se enteró de que su esposa estaba embarazada. Fue una tarde extraña, un día lleno de nervios y emociones. Decidió ir a un bar para calmar sus pensamientos. Solo bebería un poco, nada más. Fue entonces cuando apareció Charles. Un desconocido que le ofreció un trago, y de alguna forma, su encuentro fue inevitable. Los dos compartían algo en común: ambos se acababan de enterar de que serían padres. De alguna manera, sentían una conexión inexplicable, como si el destino los hubiera reunido allí.
Esa noche, hablaron sobre sus vidas, sobre sus mujeres y sus futuros hijos. Tenían tanto en común que parecía que el universo mismo los había puesto en ese lugar. Pero lo que Charles no sabía era que esa misma noche, algo cambiaría para siempre, no solo en la vida de él, sino también en la vida de Coreus.
Charles le contó sobre su pasado, sobre un amor perdido. Le habló de su exnovia, con quien había tenido un romance juvenil. Al final, como sucede en muchos casos, el amor se apagó, y ella encontró a alguien más. Así terminó la historia de amor de Charles, al menos en ese universo.
Sin embargo, en este universo alternativo, el giro fue mucho más profundo. Cuando el padre de Coreus le contó sobre un amor que tuvo en su juventud, alguien con quien se enamoró perdidamente, las palabras de Charles comenzaron a resonar de manera extraña. El padre de Coreus narró cómo se fue enamorando de esa mujer poco a poco, cómo se conocieron, cómo el destino los unió, hasta que él finalmente le preguntó su nombre.
Al escuchar el nombre de la mujer, Charles se quedó helado. No podía creerlo. La mujer de la que hablaba el padre de Coreus, su "gran amor", era nada menos que la exnovia de Charles. La misma mujer con quien él había estado años atrás. En este universo alterno, el amor que el padre de Coreus había perdido era el mismo amor que había compartido Charles. El mismo amor que, en el universo original, sería la razón de su amistad, ahora estaba marcado por una tragedia, una decisión que cambiaría para siempre las vidas de ambos.