Cuando Cosmo despertó, estaba en un lugar un tanto extraño, oscuro y las vibras de que algo malo pasaría, cuando intentó levantarse no pudo, se dió cuenta que estaba amarrado, y frente a él estaba un señor, el cuál me dijo que podía correr y esconderse todo lo que el quisiera, pero si corría mi alcanzaría y di se escondía lo encontraría, Cosmo no entendía nada de lo que estaba pasando, hasta que el señor, le enseñó el cristal diciéndole que sólo el sabía cómo funcionaba y lo que era capaz de hacer, pero Cosmo solo respondió que necesitaría un almacén para guardar toda su energía infinita, y eso era tan tardado como difícil de hacer que no podría ni en toda su vida terminar ese almacén. El señor ya estaba adelantado, y le enseñó una esfera, -esto, mi pequeño amigo, es un núcleo, y sí, se supone que aguanta toda su energía, pero tú lo vas a comprobar-, dijo el señor.
Charles y Max ya habían llegado, pero parecía no haber nadie, aún así, el localizador marcaba que ahí estaba, abrieron la cortina para entrar, ambos venían un poco escasos de armas, Charle venía solo con una escopeta y un Max con un rifle, un par de linternas y un par de cuchillos nada más, en cuanto entraron, vieron una jaula y adentro una caja, con el localizador dentro. Luego se activo una bomba bajo ellos y explotó.
Cosmo insertó toda la energía que pudo del cristal y lo fue almacenando poco a poco en el núcleo, mientras eso pasaba, llegó una furgoneta dos hombres se bajaron sosteniendo sobre sus brazos dos cuerpos y los sentaron en una silla y los ataron, luego les pusieron alcohol y despertaron, Cosmo se dió cuenta de que era Max y su padre, el señor le dijo que siguiera trabajando o ellos morirían, pero cuando Charles vio al señor, alto, un poco viejo, una barba de candado, y unos ojos que reflejaban un enojo intenso y una sed de venganza, -Tú... Creí que habías muerto- lo dijo de una forma en la que tartamudeaba, le dijo que la bomba que le había puesto lo tenía que matar, que cómo había sobrevivido, si el mismo había ido a su entierro, entonces Cosmo solo dijo mientras estaba de espaldas, con una voz decepcionada, confundida y sorprendida, -¿Papá?-.