Coure di Fiuri

Capítulo 6: Padre

La noche anterior...

Los menores fueron caminando a paso lento, Seokjin tenía una ligera sonrisa en sus labios, entendiendo sus manos a ambos adolescentes quienes lo tomaron aun con cierto temor.

Ese hombre de ojos claros, de rasgos extranjeros y cabellos claros fue parte de las pesadillas de esos pequeños.

- no tengas miedo amores, no puede hacerles nada - dijo alentando Seokjin, pronto parando a ambos frente a ese sujeto quien tenía un moretón en su ojoy respiración irregular, el castaño fue por esa mesita con armas - elijan lo que ustedes quieran - mostró las armas.

El pequeño rubio de rasgos coreanos tomo el arma y con su mano tensa apunto a aquel hombre que pronto alzo su cabeza para mirar al bajito, dejándole un suspiro de temor.

El otro menor de ojos azules y cabellos castaños claros dejo pasear su vista por todo el arsenal de armas pero ninguna lo terminaba de convencer, volteando a ver a su hermano vio el arma de fuego, y él quería una.

- ¿cuál elegirás Noah? - inquirio Yoongi ya con un cigarrillo en sus labios, el joven lo miro y pronto vio otra vez la mesita.

- quiero una pistola - hablo con decisión ahora mirando a Yoongi.

- lo hubieras dicho - y pronto Yoongi saco su arma en las manos del adolescente - cuidado Noah - se alejo para pararse junto a los 2 que aun miraban expectantes.

- es mucho para ellos - dijo Jimin aun con Minzy en sus brazos.

- y luego nos toca - respondió Yoongi a Jimin, abrazando por los hombros a los más grandes de los adolescentes.

Mientras más adelante era otra historia, ambos jóvenes veían al hombre en una batalla de ver quien disparaba primero.

- es bueno verlos - dijo aquel hombre.

- no podemos decir lo mismo - dijo Noah, realmente estaban nerviosos de ver a ese hombre nuevamente pero en distintas situaciones.

- ¿tardaran más? Ya no siento las manos - cínicamente intento sonreír.

- pronto no sentirás nada - y el primer disparo se escucho en el lugar, esa brillante bala había parado en su hombro dejando que un gruñido.

Pero no fue el único, pronto una lluvia de disparos se oyeron en aquella bodega, nadie dijo nada cuando aquellos estruendos dejaron de sonar, solo vieron como los jóvenes hiperventilaban. No tenian nada que decir, así que solo dejaron ambas armas en la mesita y se fueron donde Jimin quien los esperaba con los brazos abiertos.

De todos los hermanos era él más sensible, pero soltar una lágrima por esas escorias era imperdonable.

Pero a su mente llegaba una persona.

Aquella que volvió su vida en un infierno.

- Ren, Mark adelantemos esto - llamo el castaño alto y pronto los adolescentes vinieron a su lado - ustedes son los mayores, su entrenamiento es un poquito más exigente, hoy harán cortes, traten de ser lo más precisos posible queridos - y palmeo ambas espaldas para dejarlos.

Ambos se miraron y Ren tomo las navajas mientras que Mark tomo las pinzas.

Pronto el de cabellos largos se paro en frente de ese casi moribundo hombre, ya casi no respiraba y seguro no viviría mucho. Viendo ese rostro a su mente solo vinieron aquellos recuerdos de los gritos en el cuarto de sus padres, aquellos que eran demasiado desgarradores y tenebrosos en medio de la noche.

Apenas era un niño y con cuidado giro la perilla de esa habitación pero su pequeño cuerpo no pudo reaccionar, no daba ni atrás o adelante, y pronto sus ojos se llenaron de lágrimas.

Su padre estaba a un lado de la cama, con un pedazo de vidrio en la mano y con manchas de sangre en sus prendas, su vista fue ahora a su madre que no se movía, su cabeza estaba colgando de la cama justo en su dirección como si lo mirara pero esos ojos vacíos y fríos hicieron que una lágrima saliera de sus ojos, no quería hacer ruido por miedo hacia su padre asi que solo callo.

Delineando la escena una vez más vio que el cuerpo de su madre estaba rojo, ella estaba bañada en sangre, su padre comenzó a moverse en la habitación y el pronto fue a esconderse en la suya.

Seria un secreto, uno que nadie debía saber por su propio bien.

- la mataste y ahora lo haré yo - dijo para el mismo y con todas sus fuerzas apuñaló una y otra vez a aquel hombre que solo destruyó su familia, que no se tomo el descaro de mentir, su padre era la peor persona que existía.

No paro, no hasta que noto que ya casi rompía sus costillas. Y se alejo bañado en sangre, se alejo, soltó la navaja y se fue donde los demás, no recibió ningún abrazo o consuelo, solo se quedo callado esperando porque Mark terminara su parte.

Y al detallarlo noto que este ya le había cortado la lengua y ahora cortaba los dedos envuelto en una gran furia.

Y así lo sentía, a la familia de Mark los mataron y a él lo vendieron a un prostíbulo, era un año mayor que él pero su vida había sido aun más oscura que la de los demás.

- esto es muy poco comparado a lo que tu me hiciste - gruño tomando del cabello ya al hombre que se desangraba en aquella silla - y espero verte en el infierno - tomando una de las navajas de la mesa dio un corte preciso en el cuello, dejando un chorro de sangre desde su cuello a sus prendas, y esa escoria no volvió a respirar.

Jimin estaba un poco tenso, tenian que volver a su tierra por sus cuentas pendientes, pero ahora viendo en persona como aquellos adolescentes terminaban con esas vidas con temor y adrenalina, él se preguntaba si sería capaz.

No era el mayor afectado pero si tenía un gran odio, debía hablar con Seokjin sobre eso mañana.

- ya podemos irnos - dijo Yoongi con una lata de pintura roja, tan concentrado estaba en sus pensamientos que ni cuenta se dio de que el peli azul ya pinto la pared.

- ya arreglamos un pendiente- saco la rosa del interior de su chaqueta - nos faltan dos - y la dejo con elegancia.




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