Covert Connection

Todo por verla

Fin de semana, que lindo. No tenía que estar soportando a los estúpidos de mis compañeros que me decían cosas horribles.

En el ambiente se podía oler pescado cocinado traído de la superficie y perfumes, se podía escuchar buena música y el barullo de la gente a través de las corrientes del agua de la calle. Había puestos de comida, bebida y otras baratijas en la plaza del reino. Todo iba bien, estábamos Kai y yo comprando los últimos productos de la lista de compras del tío Korvyn y Melías. Lo último era comprar algunas especias. Kai sostenía las bolsas mientras yo compraba.

—Uh, mirá. Un muro con noticias—Kai dejó las bolsas en el suelo—. Voy a ir a ver si hay alguna fecha de lanzamiento nueva de la saga de cómics que me gusta, no tardo en volver Nalu. Ah, y antes de que me olvide, papi dijo que podíamos comprar caramelos si nos sobraba platita jiji.

—Oki, vos andá nomás que yo compro esto, compramos algo dulce y nos vamos pa' casa.

Después de que le dijera eso él se fue a leer las noticias y se ve que mientras yo estaba comprando, unos "amiguitos" de la escuela estaban rodeando a mi inofensivo primito. Así que le dije a la señora que me estaba atendiendo que se quedara con el cambio, agarré las bolsas que había dejado Kai y me fui hacia donde estaba él para ver que sucedía. Pasé entre los tres chicos que estaban rodeando a mi primo y me puse delante de él con las bolsas en mano.

—Hola cheee, ¿qué ondaaa? ¿Qué andaban haciendo, eh? Charlando con mi primito por lo que veo. ¿De qué hablaban?

Dije amablemente, aunque sabía que esos tres tarados no se merecían mi lado amable. Pero no quería tener problemas fuera de la escuela también.

—Este estúpido insultó nuestra hingenue.

—Ustedes se lo buscaron y en realidad, se dice higiene—Corrigió Kai protegido detrás de Nalu. Era más valiente cuando estaba junto a ella.

—¡Vos, ash! ¡Agarrenlo! Hay que darle una lección a este boludito.

—No creo que sea necesario.

Intenté calmar las aguas, porque los pibes estaban reservando sus puños para mi primito y yo tenía que hacer algo, obvio.

—Vos cállate y salí de acá pedazo de subnormal. Le vamos a dejar el ojo morado al pelotudito este

¿Discúlpame, qué acababa de escuchar? Este malcriado me acababa de llamar "subnormal", cualquiera. Y encima también le había dicho "pelotudito" a mi primo, se pasó ahí. Una cosa es meterse conmigo y otra muy diferente con mi familia. No podía dejar esto así, tenía que hacer algo.

—Ah, no—Negaba Nalu enfadada con la cabeza.

Yo quería hacerlo de la buena manera: charlando de esto, tomando matecitos, pero ustedes lo quieren así.

—Pff, ¿qué vas a hacer vos? Si sos una nena.

—¡Las nenitas son ustedes!

Ya no podía controlarme. Tenía que hacer algo pero YA. Por lo que usé las bolsas de compras que traía para darle en toda la cara a los tres. ¡Sirvió! Pero no por mucho, así que para hacer tiempo les tiré las bolsas encima.

—¡Kai, nadá!

Nadamos como nunca entre toda la gente que había ahí. Mis tíos me iban a castigar por dejar las compras, pero peor era lo que nos iban a hacer estos chicos. Los bullys no tardaron mucho tiempo en sacarse las bolsas, por lo que al rato ya teníamos al líder del trío galleta pisandonos las aletas. Parecíamos estar en un maratón. Mi corazón iba a mil, casi que se me salía. Era mi sentimiento favorito: la adrenalina.

Miré para atrás y noté que le chorreaba sangre por la nariz y que el chico nos estaba alcanzando. Mientras estaba dada vuelta choqué a un vendedor que estaba gritando "¡Golosinas, chocolates, pescados acaramelados!", lo que hizo que me ralentizara un poco y le diera más chance al bully para que me agarrara. El muchacho hizo el intento, se estiró y sentí su mano en mi brazo, pero solo alcanzó hacerme un rasguño. Segundos después de que yo agarrara más carrera por el miedo, Kai tuvo la grandiosa idea de tomar un par de tomates de uno de los puestos que había por la plaza para arrojarselos al bully mientras esté detrás nuestro, tirar la cesta de tomates, que estos le pegasen en la cara y él quedara confundido por unos segundos. Funcionó, pero unos guardias que estaban vigilando el perímetro vieron como el bully estaba recibiendo tomatazos en toda la cara. Lo ayudaron a limpiarse el rostro. Nosotros nos quedamos inmóviles para ver que sucedía.

—Tenemos que irnos. Está distraído. Hay que hayar un modo de volver por las bolsas e irnos a casa o irnos directamente y contarle todo a mis papás.

—Algo no me mola acá, míralo...

—¿Qué? ¿Ahora sos española? Vámonos de acá, que los guardias se encarguen o no sé que van a hacer. Pero hay que irnos.

—Los guardias... ¡Están viniendo donde estamos nosotros!

No sé qué carajos les habrá dicho ese ser de poco intelecto pero nada bueno seguro, porque a los pocos segundos los guardias se dirigieron hacia nosotros y nos agarraron de los brazos a ambos

—Eh, ¿qué hace, señor?

—Vamos a llevaros ante el rey para ver que hace con ustedes dos.

Ya en el palacio los guardias nos escoltaron hasta la sala de los tronos, había pilares de mármol, estaban los tronos en lo más alto de la habitación. Tres tronos, todos tenían una tela bordo y un acabado de oro hermoso, detrás de estos había vidriales preciosos que proyectaban la luz del sol de colores diferentes. El trono de los reyes estaban medios oxidados, pero el de la princesa era el que brillaba y destacaba de los tres. La mitad de la habitación estaba cubierta por una alfombra con toques dorados que llegaba hasta el trono. La zona estaba iluminada y llena de linternas de mar cúbicas que flotaban.

Allí se encontraba el Rey Ocaryon y... Oh, wow. ¿Ella era la princesa? No recordaba a verla visto en ceremonias... Es más, no recuerdo ninguna ceremonia reciente. Cuando yo era bebé falleció la Reina y desde ese entonces el Rey no ha hecho más ceremonias, antes hacía muchas según mis tíos. Pero eso cambió y nunca había visto a la princesa Umiko. Tenía un pelo rizado color castaño bellísimo unos ojos color miel que parecían un amanecer, piel más blanca que la nieve. Era simplemente deslumbrante. Me atrevería a decir que la más bella del reino.



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En el texto hay: sirenas, romancelesbico, lgbt+

Editado: 17.12.2025

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